Crece el descontento en la sociedad cubana: hubo 684 protestas contra la dictadura en enero


El Observatorio Cubano de Conflictos indicó que “el malestar causado por impopulares decisiones del régimen volvió a disparar los desafíos a su Estado policial”

 

Una persona de La Habana

Una persona de La Habana mata el tiempo durante un apagón (AP Foto/Ramón Espinosa)



 

Fuente: infobae.com

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) contabilizó 684 protestas, denuncias y acciones cívicas públicas en la isla en enero de este año, 10% menos que las 760 de diciembre; pero en un primer mes de 2025 en el que “el malestar causado por impopulares decisiones del régimen volvió a disparar (…) los desafíos de los cubanos a su Estado policial, principalmente a través de las muy vigiladas redes sociales”.

El informe del OCC, al que tuvo acceso Infobae, señaló que “esta actitud contestataria» de la población «produjo 132 manifestaciones, lo bastante atrevidas como para insertarse en esa categoría. Las razones más evidentes y escandalosas fueron: el regreso de largos apagones luego de una pausa en el fin de año; el sacrificio forzado de nueve reclutas del Servicio Militar tras el estallido de un polvorín en la provincia de Holguín; la apertura, en medio de la angustiosa inseguridad alimentaria, de mercados bien abastecidos, pero que solo aceptan dólares en efectivo o en tarjetas; y una excarcelación condicionada de presos políticos, que fue suspendida tras la investidura de Donald Trump como el presidente número 47 de los Estados Unidos».

El Observatorio Cubano de Conflictos

El Observatorio Cubano de Conflictos contabilizó 684 protestas en enero (Observatorio Cubano de Conflictos)

“Es de destacar en esta clasificación la actitud indoblegable mostrada por los presos de conciencia excarcelados al ignorar las condiciones de no hablar con la prensa, no publicar en las redes sociales y presentarse a subsiguientes citaciones», remarcó el reporte.

Luego describió que la categoría «Alimentación, Inflación y Agricultura» ocupó el segundo lugar en el registro de enero del OCC, con 131 entradas. En el inicio del año, la inseguridad alimentaria se mantuvo, al seguir conjugándose los precios inflacionarios de los alimentos, el desplome de la producción agropecuaria y la creciente incapacidad del Estado para proveer las cuotas de víveres subsidiadas de la libreta de racionamiento. En ese contexto, el mercado en dólares inaugurado en el exclusivo reparto Miramar fue, al decir del humorista Ulises Toirac, “una bofetada”.

Respecto al ítem “Actos Represivos”, el observatorio informó que acumuló 112 protestas y denuncias, indicando que ni siquiera para acompañar el optimismo de las excarcelaciones se detuvo el hostigamiento contra presos políticos, activistas y opositores, periodistas independientes y miembros de la sociedad civil. La brutalidad policial cobró las vidas de dos reclusos comunes, ambos por golpizas, en las prisiones Kilo 8 (Camagüey) y Melena II (Mayabeque), respectivamente.

Los motivos de las protestas

Los motivos de las protestas (Observatorio Cubano de Conflictos)

La clasificación de “Otros Problemas Sociales” escaló al cuarto lugar con 104 protestas y denuncias. En primer plano, figuraron las acusaciones de los familiares de los jóvenes soldados enviados a morir en el horno de un depósito de municiones en llamas, en la localidad de Melones (Holguín). Otros temas recurrentes fueron el consumo de drogas a temprana edad, la renuencia de las cubanas a tener hijos y la solidaridad de miembros de la sociedad civil y el exilio como único paliativo para los cubanos más vulnerables.

En la categoría de “Inseguridad Ciudadana” se inscribieron 76 quejas, en su mayoría divulgadas en las redes sociales o enviadas a medios y reporteros independientes. Quince cubanos perdieron la vida en el período producto de la violencia social, criminal o de género. Se reportaron 12 personas desaparecidas y 31 denuncias de robos, entre ellos de celulares, motorinas eléctricas, reses, así como atracos en viviendas, asaltos ─algunos con armas de fuego─ y estafas.

Los «Servicios Públicos» fueron tema de 61 manifestaciones de descontento. El de electricidad generó comentarios de enojo y sarcasmo al pie de los reportes de la Unión Eléctrica, en los que se apreciaba ─después de un respiro a fin de año─ un progresivo crecimiento del déficit de generación, resultante en apagones de 16 horas o más. Otro servicio público que hizo crisis fue el del abastecimiento de gas licuado, que se advirtió, no se reanudaría hasta nuevo aviso, debido a que no se había descargado un barco por falta de pago.

En tanto, la situación de la «Salud Pública» fue tema de 50 entradas en el registro del OCC. Con respecto a los hospitales, se denunciaron los problemas de infraestructura, falta de medicamentos e insumos, equipos rotos, maltratos o desidia del escaso personal y una menguante lista de operaciones disponibles en Cuba. También, la crisis de los programas de prevención que dieran prestigio a la medicina cubana y la recurrencia de enfermos y familiares a la caridad pública o las redes sociales en busca de la ayuda que no encuentran en el sistema de salud.

Las protestas por derechos económicos

Las protestas por derechos económicos y sociales (Observatorio Cubano de Conflictos)

Aunque en la columna de “Vivienda” solo se asentaron 18 protestas y denuncias, estas mostraron el sombrío panorama nacional, remarcó el OCC: “Cubanos desamparados, desalojados, chozas en ruinas, edificios en peligro de derrumbe… Y, mientras tanto, derroche de recursos en nuevos hoteles que no rebasan un 35 por ciento de ocupación. De estos, el Iberostar de 42 plantas de K y 23, en el Vedado habanero, se ve iluminado de noche en medio de la ciudad apagada. Así, se ha convertido en el pararrayos del resentimiento de los cubanos, que ya lo llaman ‘El Mirador de la Miseria‘”.

“Son tantas las urgencias que tiene la ciudad en infraestructura, vivienda, sanidad e imagen que es imperdonable que el poco dinero de que dispone el Estado se haya dedicado a un edificio que no aporta valor a la ciudad y que, para colmo de males, no es seguro que amortice su costo en el tiempo estimado”, le dijo a la agencia de noticias AP Abel Tablada, arquitecto y profesor universitario.

Por su parte, una vecina del flamante elefante blanco, Solanda Ona, le manifestó a Reuters: “Todos (o bueno, no todos, la mayoría) estamos en este momento pasando por una situación, desde el punto de vista económico, difícil. Y claro, las personas de bajos ingresos, los más pobres, todo el mundo dice: ‘Bueno, pero ¿hay dinero para esto y no habrá para otras cosas?‘“.

 

 


×