No es el fin del trabajo, es su evolución


Imagináte que despertás un día y tu profesión desapareció. No porque quebraste o te despidieron, sino porque una inteligencia artificial lo hace mejor, más rápido y gratis. Suena de terror, ¿no? Pero, ¿qué pasaría si en lugar de quedarte sin empleo, descubrís que la IA no busca reemplazarte, sino darte la oportunidad para reinventarte?

Esa es la historia de millones profesionales hoy. La inteligencia artificial no está destruyendo empleos sin piedad; está transformándolos y creando nuevos que nadie hubiera imaginado hace una década. Si en los años 90 alguien te hubiera dicho que podrías ser millonario gestionando redes sociales o siendo streamer de juegos, te hubieras reído en su cara. Hoy, algo similar está ocurriendo con la IA.



Tomemos el caso de los AI Prompt Engineers, personas que no programan código, pero que saben exactamente cómo y que preguntarle a un modelo de IA para obtener resultados óptimos. Todas las grandes empresas están contratando estos expertos por salarios inimaginables. O pensemos en los AI Trainers, quienes alimentan los modelos con información para mejorar su precisión. Hace cinco años, nadie imaginaba estos roles, que hoy por hoy, son vitales.

Otra revolución la están viviendo los creadores de contenido. Antes, si querías producir videos o escribir un libro, necesitabas grandes presupuestos y equipos multidisciplinarios y especializados. Ahora, con pocas herramientas de inteligencia artificial y un presupuesto muy reducido, se puede generar contenido de muy alto nivel en pocos minutos. El resultado: un boom de creadores independientes con oportunidades a nivel mundial, sin precedentes en la historia.

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Esto no es nuevo. En la revolución industrial del siglo XIX, las máquinas reemplazaron a miles de trabajadores textiles y artesanos, lo que generó miedo y resistencia. Sin embargo, lejos de acabar con el empleo, la automatización disparó la productividad y creó industrias enteras, desde la manufactura masiva hasta los ferrocarriles. La cantidad de trabajos no solo se recuperó, sino que se multiplicó exponencialmente. Hoy, la inteligencia artificial está haciendo lo mismo: eliminando tareas repetitivas, pero abriendo caminos para empleos más sofisticados, creativos y estratégicos que antes no existían.

Y sí, algunos trabajos repetitivos van a desaparecer, pero ¿quién quiere quedarse atrapado en tareas mecánicas cuando podés enfocarte en creatividad y estrategia? Por cada rubro existente se podría dar un ejemplo. Pensemos en arquitectos que ahora usan IA generativa para diseños innovadores en segundos, dejando más tiempo para la creatividad y la personalización extrema en cada proyecto. Agricultores que están reemplazando la intuición con modelos predictivos basados en datos climáticos e inteligencia artificial, logrando cosechas más eficientes y sostenibles. Incluso los chefs están adoptando IA para desarrollar recetas revolucionarias combinando sabores de maneras que el paladar humano nunca había considerado.

Los empresarios más visionarios están aprovechando la inteligencia artificial para escalar sus negocios, automatizar procesos y crear productos que antes parecían imposibles. La clave no es resistirse, sino liderar la ola de innovación y adopción.

La inteligencia artificial no vino a destruir empleos. Vino a destruir lo obsoleto, lo ineficiente y lo rutinario para abrir paso a una nueva generación de profesionales más creativos, estratégicos y enfocados en generar valor. Si empezás a adoptar la IA en tu día a día, el futuro no va a quitarte el trabajo… va a darte uno mejor.

 

 

Roberto Ortiz Ortiz

MBA con experiencia corporativa en banca y telecomunicaciones


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