Conocidos por su peligrosidad generan el caos a donde van, causando zozobra en discotecas, karaokes de la zona norte.
Fuente: Red Uno
Ligia Portillo
La madrugada del sábado 1 de febrero, alrededor de las 2:00 de la madrugada, un grupo de jóvenes, aparentemente bajo los efectos del alcohol, desató una ola de violencia y destrucción en un karaoke ubicado en el Pasaje Boulevard de la Recoleta.
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Los destrozos fueron alarmantes, los tres jóvenes comenzaron a lanzar sillas contra la barra del establecimiento, además de tirar una caja registradora y amenazar a los trabajadores del lugar. En un momento crítico, uno de los agresores intentó sacar lo que parecía un arma de fuego desde su pantalón, aumentando la tensión de la situación.
Este incidente se enmarca en una serie de hechos violentos que han venido ocurriendo en la zona norte de la ciudad, donde la inseguridad es cada vez más notoria. Según imágenes captadas por cámaras de seguridad, el grupo, conocido como «Los Andes», se ha convertido en una pesadilla para discotecas y karaokes. Se les ha grabado ingresando a estos lugares en grupo, provocando peleas y generando destrozos a su paso.
Uno de los videos más recientes muestra a la pandilla desatando el caos en una discoteca de la calle Melchor Urquidi, donde no solo alteraron el orden, sino que también protagonizaron una pelea frente a la puerta del establecimiento. Los testigos aseguran que este tipo de actitudes son características de la conocida pandilla «Los Andes».
A finales del año pasado, el 27 de diciembre, el grupo también fue protagonista de una serie de incidentes en una discoteca ubicada en la intersección de la avenida Beijing y América, donde protagonizaron una pelea con los guardias del lugar. El caos se extendió hasta que finalmente se retiraron, dejando un ambiente de incertidumbre y temor en la zona.
Otro episodio de violencia se registró el pasado 13 de enero, cuando los miembros de «Los Andes» irrumpieron en un restaurante de caldos a las 6:00 de la mañana. En esa ocasión, iniciaron una pelea violenta que terminó en una batalla campal, donde no conformes con el caos generado, comenzaron a lanzar sillas por todo el lugar, incluso agredieron a mujeres que estaban en el lugar.
Las autoridades aún no han logrado identificar a los miembros del grupo, aunque las cámaras de seguridad continúan ofreciendo pruebas claves de sus actividades delictivas.