Las operaciones se desarrollan en una región de difícil acceso, marcada por temperaturas bajo cero, fuertes vientos y escasa visibilidad, lo que complica los esfuerzos por localizar la aeronave que perdió contacto durante un vuelo entre comunidades rurales del Ártico.
Por Alejandra Villalobos
El FBI colabora en la operación de búsqueda utilizando tecnología para geolocalizar teléfonos móviles de los pasajeros desaparecidos. (Crédito: IG/bering.air)
Un avión de la aerolínea Bering Air, un Caravan de un solo motor, desapareció el jueves por la tarde mientras cubría la ruta entre las localidades de Unalakleet y Nome, en Alaska, con diez personas a bordo. Según informó Associated Press (AP), la aeronave, que transportaba a nueve pasajeros y un piloto, perdió contacto en una zona remota del Norton Sound, desencadenando un operativo de búsqueda en el que participan la Guardia Nacional Aérea de Alaska y equipos de rescate locales. A este esfuerzo se ha sumado el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que colabora con recursos técnicos especializados, incluidos métodos para geolocalizar los teléfonos móviles de los ocupantes del avión.
El trayecto, de aproximadamente 240 kilómetros (150 millas), se realizaba en condiciones meteorológicas adversas, con ligera nieve y niebla, lo que podría haber contribuido a la desaparición. La última ubicación registrada por el transpondedor del avión fue a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste de Nome, sobre el gélido mar de Bering, donde las temperaturas rondaban los -8,9 °C (16 °F).
Tras la pérdida de contacto, se activó de inmediato un operativo de búsqueda y rescate que ha enfrentado severas dificultades debido al mal tiempo. La Guardia Nacional Aérea de Alaska desplegó un avión HC-130 el mismo jueves por la noche, mientras que un helicóptero enviado para apoyar la operación tuvo que regresar antes de alcanzar el área designada debido a los fuertes vientos y la escasa visibilidad.
El FBI colabora en la operación de búsqueda utilizando tecnología para geolocalizar teléfonos móviles de los pasajeros desaparecidos. (Crédito: Google Earth)
Operativo de rescate: desafíos logísticos y climáticos en la búsqueda
El viernes por la mañana, una leve mejora en las condiciones meteorológicas permitió que un helicóptero de la Guardia Nacional reanudara las operaciones de búsqueda. Además, la Guardia Costera de Estados Unidos se unió al operativo con un avión C-130 adicional, sumando recursos aéreos que se centran en rastrear tanto la costa como áreas más alejadas en el interior. Según AP, la Guardia Costera planea desplegar una boya para monitorear el movimiento del hielo marino, lo que podría ofrecer pistas relevantes sobre el paradero del avión.
Equipos terrestres en motos de nieve también se dirigieron hacia la costa del Norton Sound, una región caracterizada por sus vastas extensiones de hielo y nieve, donde las bajas temperaturas y la posibilidad de nevadas repentinas representan un riesgo constante para los rescatistas. Las autoridades han advertido a los residentes locales que no organicen búsquedas por cuenta propia debido a la peligrosidad del entorno.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que las condiciones climáticas seguirán siendo difíciles, con temperaturas cercanas a los -8,9 °C (16 °F) y previsiones de más nevadas hasta el sábado por la mañana. Estas condiciones no solo complican la visibilidad aérea, sino que también aumentan el riesgo de hipotermia para cualquier sobreviviente que pueda encontrarse expuesto al clima.
FBI agents interact after conducting a raid in coordination with Immigration & Customs Enforcement, FBI and HSI police at the Cedar Run apartment complex in Denver, Colorado, U.S., February 5, 2025. REUTERS/Kevin Mohatt
Apoyo del FBI: tecnología para rastrear señales en medio del Ártico
En un esfuerzo por ampliar las capacidades del operativo de búsqueda, el FBI ha desplegado recursos técnicos especializados para colaborar con las autoridades de Alaska. Según declaraciones de un portavoz del buró a CNN, agentes de oficinas de campo del FBI, capacitados en el análisis de datos de torres de telefonía celular, están trabajando para geolocalizar los teléfonos móviles de los pasajeros y del piloto. Esta técnica permite identificar la última ubicación registrada de los dispositivos antes de que se perdiera el contacto, lo que podría proporcionar pistas críticas para acotar el área de búsqueda.
La participación del FBI agrega una dimensión tecnológica a la operación, complementando los esfuerzos aéreos y terrestres ya en marcha. El análisis de señales celulares es especialmente útil en situaciones donde la geografía y las condiciones meteorológicas limitan la eficacia de los métodos tradicionales de rastreo. No obstante, las vastas extensiones de terreno sin cobertura móvil en Alaska presentan un desafío adicional para la efectividad de esta estrategia.
El FBI colabora en la operación de búsqueda utilizando tecnología para geolocalizar teléfonos móviles de los pasajeros desaparecidos. (Crédito: Google Earth)
Riesgos de la aviación en Alaska: una dependencia vital en condiciones extremas
La desaparición del Bering Air Caravan pone en evidencia los desafíos inherentes a la aviación en las regiones rurales de Alaska, donde los aviones son, en muchos casos, el único medio de transporte viable, especialmente durante el invierno. Según AP, la comunidad de Unalakleet, que cuenta con aproximadamente 690 habitantes, depende en gran medida de los vuelos comerciales para mantenerse conectada con el resto del estado.
Bering Air opera desde centros en Nome, Kotzebue y Unalakleet, ofreciendo vuelos programados dos veces al día hacia 32 aldeas de la región. El director de operaciones de la aerolínea, David Olson, declaró que el personal de la compañía está colaborando activamente con las autoridades para coordinar los esfuerzos de búsqueda y recopilar toda la información posible sobre el incidente. Según AP, el avión despegó de Unalakleet a las 14:37 del jueves, en condiciones de ligera nieve y niebla, con una temperatura de -8,3 °C (17 °F). Menos de una hora después, se perdió el contacto con la aeronave.
Este incidente se suma a una serie de accidentes aéreos recientes en Estados Unidos. En los últimos ocho días, se han registrado otros dos eventos graves: una colisión entre un avión comercial y un helicóptero del Ejército cerca de Washington, D.C., que dejó 67 muertos, y un accidente de un avión de transporte médico en Filadelfia, que cobró la vida de seis personas a bordo y una en tierra. Aunque las causas de estos accidentes varían, todos subrayan los peligros inherentes a la aviación, especialmente en condiciones climáticas extremas.
El FBI colabora en la operación de búsqueda utilizando tecnología para geolocalizar teléfonos móviles de los pasajeros desaparecidos. (Crédito: Google Earth)
Reacciones de la comunidad y apoyo de las autoridades
La desaparición del avión ha generado una profunda preocupación y una ola de solidaridad en la comunidad de Nome y en todo el estado de Alaska. Los senadores estadounidenses por Alaska, Lisa Murkowski y Dan Sullivan, expresaron sus condolencias y apoyo a las familias de los pasajeros, así como a los equipos de rescate que trabajan en condiciones extremas. En declaraciones publicadas en la red social X (antes Twitter), ambos legisladores destacaron la importancia de continuar con los esfuerzos de búsqueda sin descanso.
El representante Nick Begich y el gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, también manifestaron su disposición a apoyar a la comunidad afectada. Dunleavy elogió el trabajo de los rescatistas y subrayó la resiliencia de las comunidades del Ártico, que están acostumbradas a enfrentar desafíos difíciles, aunque este tipo de tragedias siempre dejan una profunda huella emocional.
Las localidades involucradas en este incidente, Unalakleet y Nome, reflejan la vida en el extremo norte de Estados Unidos. Unalakleet, situada a unos 640 kilómetros (395 millas) al noroeste de Anchorage, es conocida por su papel en el famoso sendero del Iditarod, la legendaria carrera de trineos tirados por perros. Nome, por su parte, es una ciudad histórica de la fiebre del oro, ubicada justo al sur del Círculo Polar Ártico, y sirve como el punto final de esta icónica competición.
Mientras los equipos de rescate continúan su labor, la comunidad local y las autoridades estatales permanecen a la espera de noticias, con la esperanza de encontrar sobrevivientes. La dureza del clima y la vastedad del territorio dificultan la operación, pero el compromiso de los rescatistas y la solidaridad de la población son evidentes en cada esfuerzo por localizar el avión desaparecido.