La oferta de Tierras Bajas logró pasar de 4.047 toneladas, entre 2009 y 2016, a 26.833 en 2023. Sin embargo, el consumo de esta carne nutritiva aún es bajo en Bolivia.
Por Marco Antonio Belmonte
Fuente: Visión 360
En el país existen especies autóctonas de peces, como el pacú, tambaquí, sábalo, boga y otras variedades introducidas como la trucha arco iris, trucha marrón, pejerrey, carpa, paiche, tilapia o el langostino. Sin embargo, en especial los ríos de la subcuenca amazónica son afectados negativamente por la intensa actividad minera, especialmente aurífera, que utiliza mercurio y otros químicos nocivos para el medio ambiente.
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La producción promedio de pescado en el periodo 2009-2016 fue de 4.047 toneladas en tierras bajas, pero para 2023 había aumentado a 26.833 toneladas, según datos de Faunagua, expuestos en el III Simposio Internacional de Piscicultura Tropical sobre la “Piscicultura en Tierras Bajas de Bolivia”.
Los departamentos que concentran esta oferta son Cochabamba, con 21.242 toneladas, y Santa Cruz, con 5.591 toneladas.
Mientras que el número de estanques creció de 4.974, entre 2009 y 2016, a 21.221 en 2023, según revelaron los expertos José Zubieta, Ivar Zambrana y Paul André Van Damme.
Asimismo, los registros dan cuenta de que el municipio de Puerto Villarroel logró 9.475 toneladas; Villa Tunari, 4.963; Yapacaní, 4.370; Entre Ríos, 3.853; Chimoré, 2.379; San Carlos, 674; Shinahota, 572; San Julián, 257; Asunción de Guarayos, 234; y El Puente, 55 toneladas, que se destacan como los 10 de mayor producción pesquera de Bolivia.
El estudio del Ministerio de Desarrollo Productivo “Industria Piscícola en el Lago Titicaca” detalla que la piscicultura boliviana se desarrolla en tres grandes cuencas hidrográficas: Amazónica, Rioplatense y Altiplano. “La producción pesquera nacional fue estimada en 12.000 toneladas por año (IPD Pacú, 2016). Para 2019, la captura de peces se estimó en 7.900 toneladas, aunque los datos son motivo de debate”, sostiene el documento.
La Cuenca Amazónica comprende los ríos Mamoré, Madre de Dios, Beni, Iténez y todos sus afluentes, y tiene más de 100 mil kilómetros cuadrados donde, además, existen humedales o bañados, así como 790 especies de peces nativos y 12 exóticos.
Los investigadores Van Damme, Córdova y Miranda señalan que en la cuenca Amazónica se explotan solo 40 especies mediante pesca comercial artesanal. Una de ellas es el paiche, introducida en la década de 1980 en los ríos Madre de Dios y Beni y en lagunas ubicadas en territorios indígenas amazónicos donde esta actividad sostiene los medios de autosubsistencia de las comunidades.
La cuenca Rioplatense abarca 100 mil kilómetros cuadrados, con dos ríos principales: Bermejo y Pilcomayo, además de las lagunas Cáceres y La Gaiba en el Pantanal boliviano. Las especies encontradas en esta cuenca se estiman en 93; las más conocidas son el sábalo, boga, pintado o surubí y el dorado.
En las lagunas Cáceres y La Gaiba las especies más importantes son: piraña, sábalo, dorado, pintado y cachara. La cuenca Altiplano tiene tres lagos: Titicaca, Poopó y Uru Uru; los dos últimos están secos la mayor parte del año debido a los efectos del cambio climático, y también sufren la contaminación ocasionada por la actividad minera. En el Altiplano también existen lagunas de altura, ríos y riachuelos que llegan de los nevados y que sirven para la siembra y cosecha de trucha.
Producción de trucha
Este pescado está en el occidente y particularmente en el lago Titicaca y, de acuerdo con el estudio del Ministerio de Desarrollo Productivo, la producción de trucha en 2022 era de 230 toneladas, en 2023 de 235 toneladas y el año pasado, 241 toneladas. Para este año se proyectan 247 toneladas y un volumen creciente que en 2028 se situará en 263 toneladas.
“El otro gran desafío de Bolivia es aumentar el consumo interno de pescado para mejorar la nutrición de la población”, dijo Rodrigo Roubach.
Sin embargo, la demanda para 2023 era de 2.479 toneladas y para el año pasado de 2.510, mientras que para este año se proyectan 2.541 y para 2028, 2.676 toneladas. Esto significa que hay una demanda insatisfecha.
El documento señala que Bolivia se encuentra en una de las tres cuencas hidrográficas más importantes de Sudamérica; ello le otorga una gran diversidad de especies de peces gracias a su variada geografía y condiciones climáticas.
Esta riqueza en ecosistemas acuáticos posiciona al país como uno de los más destacados en términos de ictiofauna.
Sin embargo, a pesar de esta abundancia, el consumo per cápita de trucha en Bolivia es bajo, con un promedio de solo 0,54 kilos por persona al año, debido a la baja producción de trucha que no abastece la demanda. Esto indica que, aunque el país tiene un gran potencial para la producción de este pescado, su consumo aún no se ha integrado plenamente en la dieta de la población.
Bajo consumo
Rodrigo Roubach, representante de la FAO en Bolivia, en un artículo reciente, informó que Naciones Unidas invierte más de 1,8 millones de dólares para enfrentar grandes desafíos, como la falta de infraestructura adecuada, material biológico de calidad y disponibilidad de insumos para dietas balanceadas en los cultivos desarrollados.
Este monto está destinado, también, a la implementación de tecnologías para cultivos acuícolas, emprendimientos acuícolas y planes de manejo de pesca capaces de aportar productos con alta calidad sanitaria.
A través de un trabajo conjunto entre la FAO y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras se ejecuta el Programa Nacional para el Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura Sostenible en Bolivia. Un primer desafío, dijo, es promover la implementación de medidas de gestión pesquera que apoyen la biodiversidad, faciliten la restauración de los ecosistemas, fortalezcan la adaptación al cambio climático y generen resiliencia ante los factores estresantes.
Pero el otro gran desafío es aumentar el consumo interno de pescado para mejorar la nutrición de la población.
Señaló que Bolivia forma parte de las tres cuencas hidrográficas más importantes de Sudamérica, con una amplia variedad de ictiofauna, debido a su diversidad geográfica y condiciones climáticas.
Dentro de la actividad de la pesca, la cuenca con mayor aporte es la del Amazonas por su diversidad y extensión, seguida de la cuenca del Plata que se ha visto disminuida por considerables problemas de contaminación debido a la actividad minera; y la cuenca del Altiplano, que se encuentra en descenso paulatino e incluso en riesgo de desaparecer.
“Sin embargo, de este enorme potencial nacional, se calcula que Bolivia tiene un nivel de consumo de pescado de apenas 2,1 kilogramos per cápita por año”, subrayó.
Contaminación
El documento del Ministerio de Desarrollo Productivo señala que para el año 2021, un total de 541 Unidades Productivas Agropecuarias UPA desarrollaban actividad económica referida a la piscicultura en 62 de los 87 municipios del departamento de La Paz. De ellos, el 63% se dedica a la pesca o captura de peces, y el 37% tiene como actividad principal la crianza de peces con especies propias de cada región.
En los ríos amazónicos se pescan especies tropicales de agua caliente como paiche y otras, especialmente en municipios del norte tropical paceño, como: Caranavi, La Asunta, Alto Beni, Teoponte y otros.
Sin embargo, revela que estos ríos de la subcuenca amazónica son afectados negativamente por la intensa actividad minera, especialmente aurífera, que utiliza mercurio y otros químicos nocivos para el medio ambiente.
Añade que un estudio anterior dio cuenta que esto ha provocado que “sus ríos estén prácticamente muertos”, “con unos cuantos peces sobrevivientes que los pobladores prefieren botar antes que comerlos, ya que están contaminados, no son aptos para el consumo”.
El estudio indica que el lago Titicaca produce aproximadamente el 50% del total de la pesca nacional, y cuenta con un gran potencial para desarrollar aún más esta actividad. Sin embargo, la contaminación del lago está en niveles alarmantes.
Todas las especies de pescado contienen una irreemplazable cantidad de vitaminas, minerales y aceite. La trucha arco iris, Omega 3 y Omega 6.
El Gobierno impulsa cuatro plantas de industrialización
En el Altiplano, la Industria Piscícola Lago Titicaca se convertirá en la primera planta de producción de pescado en sus fases de producción y transformación, que se complementará con la comercialización a través de la red de supermercados Emapa y con el reto de exportar.
Así lo revela el estudio del Ministerio de Desarrollo Productivo: “Industria Piscícola en el Lago Titicaca”.
Además, se encuentran en etapa de construcción otras dos plantas industriales piscícolas: Industria piscícola del Chaco, en Villa Montes; Industria piscícola de la Amazonia Boliviana, en Rurrenabaque.
Es decir, en muy poco tiempo, Bolivia tendrá cuatro plantas industriales de pescado a escala; dos en la cuenca Amazónica, una en la cuenca del Altiplano y otra en la cuenca Rioplatense.
El 13 de enero, el presidente del Estado, Luis Arce, destacó que la construcción de la Planta Piscícola en el lago Titicaca, en el departamento de La Paz, tiene un avance del 90% y se consolida como una realidad ante los anhelos de los pobladores de esta región.
“Bolivia está dando el salto cualitativo a la era de la industrialización. Hoy quiero informarles que la Planta Piscícola que estamos implementando en el lago Titicaca, La Paz, con una inversión que supera los 75,4 millones de bolivianos, ya alcanzó un avance físico y financiero superior al 90%”, precisó en sus redes sociales.
Tendrá una capacidad de procesar 488 toneladas de pescado fileteado al año, 2.000 toneladas de alimento balanceado, 50 de harina de pescado y producirá un millón de alevines mejorados de trucha, señala un reporte del Viceministerio de Comunicación.
Las otras tres factorías son la Planta piscícola de la Amazonia (Rurrenabaque), con una inversión de 87,1 millones de bolivianos; la Planta piscícola del Chaco, con 87,9 millones; y la Planta procesadora y envasadora de trucha (Sacaba), con 4,4 millones de bolivianos. Todas se encuentran en diferentes estados de implementación.
“La Planta Piscícola que estamos implementando en el lago Titicaca, La Paz, tiene una inversión que supera los Bs 75,4 millones”, señaló el presidente Luis Arce.