El presidente de Uruguay rechazó que delegaciones de las tres dictaduras de la región asistan a la jura del mandatario electo el próximo 1 de marzo.
Los dictadores de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Nicaragua, Daniel Ortega; y Venezuela, Nicolás Maduro (REUTERS/Norlys Pérez/Archivo)
Fuente: infobae.com
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, rechazó firmar las invitaciones a las delegaciones de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua para la ceremonia de cambio de mando del próximo 1 de marzo.
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La decisión, que impide la presencia de enviados de estos países en la asunción de Yamandú Orsi, responde a la postura del mandatario saliente de no reconocer a dictaduras.
La solicitud de invitación fue tramitada por el equipo del gobierno electo, que incluyó en la lista a todos los países con los que Uruguay mantiene relaciones diplomáticas. Sin embargo, la falta de la firma de Lacalle Pou impide que las invitaciones sean cursadas, informó el periódico local El País.
El medio citado indicó que el gobierno entrante fue informado sobre esta decisión, de la cual el presidente evitó hacer declaraciones.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou (REUTERS/Martín Varela Umpiérrez)
Un conflicto diplomático en la transición
El criterio de invitar a estos países había sido defendido por el partido Frente Amplio, que sostiene que la relación institucional debe primar sobre las diferencias ideológicas. Orsi y dirigentes de la coalición de izquierda han reiterado que Uruguay debería extender invitaciones a todos los Estados con representación diplomática en el país, independientemente de su sistema de gobierno.
Sin embargo, la postura del gobierno saliente ha sido clara desde el inicio del mandato de Lacalle Pou. En 2021, el mandatario tuvo un duro cruce con Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel en una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuestionando la falta de democracia en sus países.
Además, Lacalle Pou expresó su apoyo a la oposición venezolana, manteniendo un diálogo fluido con María Corina Machado y con el presidente electo, Edmundo González Urrutia, a quien considera el legítimo ganador de las elecciones de julio pasado en el país caribeño.
El pasado 4 de enero, Lacalle Pou recibió a González Urrutia en la residencia presidencial, donde el venezolano le entregó actas de la elección que prueban su victoria sobre Maduro. En ese encuentro, el presidente uruguayo acompañó a González Urrutia hasta la calle, donde este último se dirigió a simpatizantes y agradeció el respaldo del gobierno de Uruguay.
La relación entre ambos países se ha deteriorado progresivamente. La última funcionaria diplomática uruguaya en Caracas fue expulsada por el régimen de Maduro, dejando la embajada con personal exclusivamente local.
Luis Lacalle Pou recibió a Edmundo González Urrutia el mes pasado (Foto AP/Matilde Campodónico)
Reacciones en el arco político
El bloqueo de las invitaciones generó reacciones en la política uruguaya. Desde la coalición de gobierno, dirigentes respaldaron la decisión de Lacalle Pou. El senador del Partido Nacional, Javier García, publicó en X: “Relaciones diplomáticas es una cosa, invitarlos a nuestra fiesta democrática es otra. Aquí no. Bien presidente”.
Por su parte, la senadora Graciela Bianchi, también del Partido Nacional, destacó: “Gracias por mantener el orgullo de ser uruguayo hasta el último minuto de gestión. Un líder con principios democráticos que nos representa a todos”.
El diputado del Partido Colorado, Felipe Schipani, sostuvo que “hace muy bien” Lacalle Pou en no firmar la invitación y agregó: “La democracia se defiende siempre, hasta el último día de gobierno, pese a quienes no distinguen entre gobernantes democráticos y totalitarios”.
Desde el Partido Independiente, el diputado Gerardo Sotelo afirmó: “Por la libertad se lucha todos los días, hasta el último día”. Su referente, Pablo Mieres, también respaldó la decisión presidencial y agregó que era necesario evitar que “la presencia de dictadores corruptos que violan los derechos humanos empañe un acto institucional democrático tan importante”.
Yamandú Orsi, presidente electo de Uruguay (EFE/Sofía Torres)
La postura del gobierno electo
Desde el Frente Amplio, las reacciones han sido diversas. Alejandro Sánchez, designado secretario de Presidencia, se refirió al tema tras una reunión en la Torre Ejecutiva, destacando que el criterio utilizado para las invitaciones fue mantener la relación diplomática con todos los países. “Hemos invitado a todos los países con los cuales tenemos relaciones diplomáticas”, afirmó.
Sobre la presencia del presidente argentino, Javier Milei, Sánchez expresó su deseo de que asista: “Aspiro a que venga. Nuestra intención es que vengan todos”.
Sin embargo, dentro del propio Frente Amplio han surgido diferencias respecto a la relación con el chavismo. En enero, el futuro ministro de Trabajo, Juan Castillo, afirmó que Maduro fue elegido democráticamente y que González Urrutia se autoproclamó presidente, declaraciones similares a las del intendente Marcelo Metediera, próximo titular de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev).
En contraste, el senador Mario Bergara se distanció de esa postura, asegurando que no comparte esa “visión”.