La autoridad cuestionó a los actores políticos que por cinco años olvidaron el tema del litio, pero se pronuncian recién ahora.
Fuente: La Razón
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, protestó que el tema de la industrialización del litio se haya vuelto un tema político, tras la aprobación de un contrato entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y el consorcio chingo Hong Kong CBC.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“Este es un tema técnico, de aspectos económicos, financieros, socioambientales, y no políticos. Sin embargo, actualmente lo que vemos es que todo el mundo opina del litio, todo el mundo se ha vuelto especialista”, fustigó en conferencia de prensa.
Contrato
Desde su aprobación en la Comisión de Economía Plural en la Cámara de Diputados hace dos semanas, la mayoría de los actores políticos se ha pronunciado al respecto, denunciando que es un acuerdo entreguista y desfavorable para el país.
Gallardo dijo que hoy quieren “hacer bandera política”, pero cuestionó qué estaban haciendo en los últimos cinco años para aprovechar un recurso estratégico como el litio.
“Hoy quieren hacer bandera política. Salen, lanzan cualquier versión, desinforman a la sociedad y obviamente generan este tipo de situaciones, de malestar ante la población, que se queda con la duda de si estos contratos son convenientes”, afirmó.
Criticó principalmente a los diputados y a los senadores de oposición, ya que, en su criterio, el rechazo al contrato va en desmedro de la región a la que “dicen representar”.
Litio
Además, el ministro destacó nuevamente que el contrato es totalmente favorable para Bolivia y para YLB, desmintiendo las versiones sobre un presunto “entreguismo” del litio.
De todas formas, Gallardo explicó que el acuerdo firmado con CBC, es un contrato de servicios, por lo que establece varias etapas previas antes de la consolidación de las plantas de explotación del litio.
En la primera de ellas, que durará un año, se analizarán los aspectos ambientales, normativos y técnicos. En caso de verificar que no cumple con los estándares del país o es perjudicial para el salar y las regiones aledañas, entonces no se pasa a la siguiente fase.
Fuente: La Razón