El Gobierno Regional del Chaco concluyó enero con un déficit de 617.672,00 bolivianos
Para analistas y autoridades, el conflicto en el municipio chaqueño pone en entredicho el modelo autonómico, que se basó en excesivos gastos administrativos y poca planificación
La Autonomía Regional del Chaco, que a fines del 2024 cumplió sus 15 años, atraviesa uno de sus momentos más críticos. La principal razón es la caída de la renta petrolera, que es casi el único sostén financiero del Gobierno Regional, entidad que ahora no puede cumplir sus compromisos con la Alcaldía de Yacuiba, y eso ha hecho tambalear programas de salud, educación y desarrollo productivo. Esto ha provocado un duro enfrentamiento entre Carlos Brú y José Luis Ábrego, y un bloqueo de la Ruta 9 que cumple ya séptimo día.
Para dirigentes, analistas, y políticos, se trata de la pelea por las “últimas monedas” de las regalías hidrocarburíferas, que no tiene una salida política a la vista y, más al contrario, exige un cambio de visión si se quiere mantener la Autonomía Regional.
Las cifras de la crisis
Desde la gestión 2014 al 2024, los ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y Regalías para la Región Autónoma del Chaco han caído un 80%, es decir, pasaron de 1.730 millones de bolivianos a 331 millones de bolivianos, y lo previsto para el 2025 es que apenas va a recibir 234 millones de bolivianos, aunque esta cifra podría reducirse más aún, como ya está ocurriendo en la Gobernación de Tarija.
Caída En 10 años, la renta petrolera del Chaco pasó de 1.730 millones de bolivianos a 331 millones de bolivianos
En enero de 2025, por ejemplo, por regalías recibió 6.269.849,00 boliviano y 329.771,00 por IDH, haciendo un total percibido de 6.599.620,00 bolivianos. Sin embargo, los gastos que cubre la institución alcanzan a 7.217.292,00, lo que demuestra un déficit de 617.672,00 bolivianos, y el año recién empieza.
Peleando “las últimas monedas”
De la renta petrolera que recibe el Gobierno Regional, debe transferir un 30% a las alcaldías, según lo establecen las leyes 3038 y 3861, para salud, educación y desarrollo productivo.
“La salud, y la educación, son competencia del municipio, que debe preocuparse de hacerlas sostenibles”, dijo el ejecutivo regional. Luego de poner en duda las mencionadas leyes, finalmente Ábrego admitió que el Gobierno Regional no tiene plata y si transfiere a la Alcaldía pone en riesgo programas sociales, como la canasta alimentaria para el adulto mayor.
La Alcaldía también arriesga, aseguró Brú, recalcando que por la falta de transferencia de recursos no está pudiendo cumplir con el desayuno y transporte escolar. Pero incluso advierte un ensañamiento político, ya que la deuda con Yacuiba es de cuatro meses, mientras que con Villa Montes y Caraparí está al día.
Para la asambleísta regional, María René Barrios, la posición de Ábrego es un “perjuicio sin razón”, ya que la transferencia de regalías está reconocida por el Estatuto Regional. Si se quiere desconocer la Ley 3038, la abrogación se debe tramitar con un proyecto de ley que debe ser aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional.
“La Asamblea Regional ya aprobó el POA 2025, enviado por el propio Ejecutivo Regional. Este POA sí contempla las transferencias de la Ley 3038, para salud, educación, y desarrollo productivo, en su porcentaje del 10% para cada uno”, afirmó.
¿Sepultando la autonomía?
En contacto con los medios, Rubén Vaca, alcalde de Villa Montes, advirtió que, “Ábrego podría convertirse en sepulturero de la autonomía regional”, en caso de continuar con su propuesta de revisar la transferencia de recursos.
Mientras que, Wilman Cardozo, exsenador, calificó el conflicto entre Ábrego y Brú como una “disputa por las últimas monedas de las regalías del gas”, y llamó a ambas autoridades a buscar consensos.
Chaco: Una autonomía no tan autónoma
Para Álex Gutiérrez, abogado y comunicador, este escenario de confrontación pone en riesgo la autonomía regional.
“Aunque, en realidad, siempre ha sido solo un nombre sin verdadera independencia. Nuestras autoridades han estado subordinadas al Gobierno Central, permitiendo que el centralismo siga decidiendo por nosotros”, lamentó.
Para Gutiérrez, es necesario “romper la rosca” política en el Chaco, “donde los mismos grupos de poder se reciclan”, añadió.