‘Las roba- chicos’, la primera comparsa femenina que levantó el polvo en Santa Cruz


Cinthya Roda fue la osada jovencita que retó a la sociedad cruceña, creó su comparsa y la inscribió para participar en el corso. Este es el relato de una época dorada contada por su protagonista

Chinthya Roda, junto a sus amigas Las roba-chicos
Fuente: El Deber
Gina Justiniano Cuéllar

«Sí, yo fui la fundadora de Las roba-chicos«, fue lo primero que Cinthya Roda respondió al otro lado del teléfono. La buscamos para saber si era verdad que en los años 70 un grupo de muchachitas tuvo la osadía de formar una comparsa femenina en Santa Cruz. En esa época, estudiante de arquitectura en San Pablo (Brasil), Cinthya era una mujer transgresora, en el sentido de que no estaba dispuesta a seguir las reglas, si no estaba de acuerdo con ellas, en especial cuando se trataba de machismo.

Toda una abuelita en la actualidad, se nota que siempre fue una mujer segura de sí misma, fuerte y que no estaba dispuesta a que le digan qué guión debía seguir. Primero fue reina del Carnaval en 1970, y un año después, se planteó no dejarse intimidar por los muchachos que la retaron a fundar una comparsa de mujeres, una tarde, en el cafecito del Cine Palace. Ella y sus amigas se estaban lamentando de que aquellas que no tenían cortejo, no podrían ser parte del corso y saltar, porque en ese entonces las comparsas eran únicamente para los varones y estos eran los que las debían invitar para poder participar del Carnaval.



Hija del dueño del cine Palace (Benjamín Roda Daza), Cinthya, ahora de Dabdoub, dice en broma que la plaza principal era el patio de su casa. «Aprendí a caminar, a andar en triciclo y a enamorar en la plaza, donde las chicas le daban la vuelta en un sentido y los varones en el otro».

La amenísima charla con Cinthya registrada líneas abajo es una joya que transporta a la Santa Cruz de medio siglo atrás, lo invitamos a disfrutar este relato en primera persona y no perderse los detalles de la época.

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Chiqui’ Suárez, Cinthya Roda, Martha Alicia Arrien, ‘Chichi’ Iglesias, Vicky Tamayo, Martha Rojas y Charo Nava, inquietas y dispuestas a romper el molde

 

-¿Cómo nació la idea osada de formar una comparsa de mujeres?

Estaba yo con dos amigas, ‘Chiqui’ Suárez, ahora de Monasterio, y ‘Chichi’ Iglesias, de Monasterio, también ahora. Estábamos sentadas en el cafecito del cine Palace y detrás de nosotros estaba la comparsa La Blandona, que la integraban los grandes señores de la época como Carmelo Caballero y otros más. La conversación que teníamos las chicas era que estábamos en una sociedad muy machista porque las mujeres teníamos que esperar que nos inviten para poder saltar en el corso. Las que teníamos cortejo, no había problema, pero ¿y las que no tenían?

Comentábamos de todo esto y para las que estudiábamos en el exterior esa situación era algo que nos molestaba bastante. Ahí fue cuando nos escucharon y nos retaron, ¿por qué no hacen ustedes una comparsa?, nos dijeron.

Ahí nomás, yo volqué mi silla y les dije, soy todo oídos. Cuando me volvieron a retar les dije que eso seguramente tenía un costo y ellos respondieron: se lo pagamos. Pensaron que no nos íbamos a animar, pero les respondí que no se lo habían dicho una sorda. Me levanté y les dije a mis amigas que nos crucemos a la Alcaldía a inscribirnos como comparsa. El que nos atendió ahí nos dijo que tenía que hacerse presente el presidente de la comparsa, a lo que le respondí: está hablando con ella y me replicó: ‘señorita, Roda no estamos para jugarretas’.

Me explicó que no nos podían inscribir porque las comparsas son de hombres y yo le advertí que si no nos inscribía me iría a la prensa a denunciar que nos estaban vetando. Y le aconsejé que mejor hable con su jefe, o mejor aún, con el alcalde, que era Pillín Ribera. Volvió y me dijo: se pueden inscribir, y cuando me preguntó ¿cuál es el nombre de la comparsa? ahí me vi en aprietos.

No se me ocurrió mejor nombre que Las roba- chicos, porque así nos gritaban en la calle cuando me veían manejando una Toyota para 12 personas que me dio mi padre porque tenía una flota de minibuses que era para compañías petroleras, y pensando que yo no me iba a animar a conducir, me la ofreció. No se imaginó que yo encantadísima la manejé porque ahí entraban todas mis amigas. Yo la parqueaba enfrente de la catedral, ahí era el punto de encuentro, y por supuesto, mis amigos se subían también. Desde entonces las  personas mayores comenzaron a gritar «ahí van las roba chicos». Por eso le puse ese nombre a la comparsa y así comenzamos a salir para las precarnavaleras, el corso y las fiestas de los Leones, de los Rosarios…

-¿Cuántas fueron las valientes roba-chicos?

En nuestra comparsa estaba Martita Rojas y su madre, que era una mujer de cuerda, muy hermosa y con un genio espectacular, celebró que hayamos fundado una comparsa. Ella fue la de la idea que nos disfracemos de Lady Godiva (personaje de una leyenda medieval que se paseó desnuda por el pueblo, montada en su caballo). Lo primero que pensé fue ¡mi padre nos mata a todingas!

Pero se nos ocurrió ponernos biquini, con pelucas rubias, largas, y saliendo en carrozas. Fuimos unas 20 mujeres, estamos hablando del año 71 y el 72.

-¿Cuál fue la reacción de la sociedad cruceña? 

Había gente que nos aplaudía y otros decían que era una locura. Pero a nosotros no nos importaba y la gente se fue acostumbrando poco a poco a vernos. Un Carnaval pasamos vestidas de cabareteras por el Palace donde estaba mi papá con algunos amigos y antes de que hablen, él los mandó callar advirtiéndole que en ese grupo estaba su hija y muchas sobrinas de ellos mismos. Ahí se dieron cuenta de que estaba comenzando un cambio.

-¿Por qué las roba-chicos no siguieron saltando?

Porque una cosa era ser soltera y otra estar casada. Como la mayoría nos fuimos casando, ya no podían salir, porque eso sí era pésimamente visto, no es como ahora. Después de 30 años recién apareció otra comparsa de mujeres, que se llamaron Pioneras, pero las verdaderas pioneras fuimos nosotras, en una época más restringida para las mujeres. Nosotras quebramos un tabú con la moda, hicimos nuestra propia comparsa y salimos de biquini, acuérdese, ¡mucha dosis!

Cinthya Roda, cuando fue Reina del Carnaval en 1970 /Foto: archivo de Víctor Hugo Ribera

 


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