Según Omar Durán, los asesinos que perpetraron el crimen habrían huido en una avioneta desde el aeropuerto El Trompillo, sin que se activaran los protocolos de seguridad necesarios para impedir su fuga.
La ejecución del capitán de Policía José Carlos Aldunate Meneses el pasado 19 de febrero ha revelado una serie de irregularidades que apuntan a una posible red de complicidad de alto nivel. Según Omar Durán, exjefe de seguridad de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), los sicarios que perpetraron el crimen habrían huido en una avioneta desde el aeropuerto El Trompillo, sin que se activaran los protocolos de seguridad necesarios para impedir su fuga.
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Fallas en el control aéreo
Uno de los aspectos más cuestionados es el plan de vuelo aprobado para la aeronave, que supuestamente debía dirigirse de Santa Cruz a Trinidad, pero terminó en una zona fronteriza con Brasil. “Si un avión no llega a su destino en el tiempo estimado, los protocolos indican que debe emitirse una alerta inmediata, algo que aquí no ocurrió”, explicó el experto, señalando omisiones críticas en la torre de control y en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).
Además, Durán cuestionó la devolución de la avióneta a su propietario, pese a haber estado bajo resguardo policial. “Los vocales que dieron luz verde para la devolución, la falta de intervención de Dircabi y la no cancelación inmediata de la matrícula a la ‘Charlie Papa’ son señales claras de complicidad”, advirtió.
Sicarios con entrenamiento
Investigaciones y medidas urgentes
Ante la magnitud de las irregularidades, Durán enfatizó la necesidad de sanciones inmediatas y una reforma en los controles aeroportuarios. “Se debe cancelar la matrícula de cualquier avióneta vinculada al narcotráfico de manera inmediata. Además, los microaspirado para detectar trazas de drogas en las aeronaves deben realizarse en menos de 48 horas para evitar maniobras corruptas en su liberación”, afirmó.
Asimismo, instó a investigar a jueces, fiscales y funcionarios de Dircabi que permitan la liberación de avionetas presuntamente ligadas a actividades ilícitas. “Aquí hay una asociación delictuosa clara. No basta con apelar, hay que denunciar y sancionar a quienes facilitan estas operaciones”, concluyó.