El dictador Daniel Ortega ordenó desalojar a sus vecinos para ampliar su lujoso búnker privado


Las fuerzas de seguridad del régimen obligaron a 50 familias a abandonar sus viviendas para ampliar el perímetro de seguridad de la residencia del líder sandinista y su familia: “Hay muchos que no tienen dónde irse a vivir”

Al menos unos 37 retenes

Al menos unos 37 retenes policiales se deben pasar para aproximarse al búnker donde vive Daniel Ortega y su familia, en El Carmen, Managua (Foto archivo)

 



Fuente: infobae.com

Funcionarios de la Procuraduría General de la República, acompañados de agentes de la Policía, han obligado a unas 50 familias vecinas del residencial El Carmen, a abandonar sus viviendas esta semana para ampliar el perímetro de seguridad del búnker donde vive el dictador Daniel Ortega y su familia, en Managua, informó el diario La Prensa, de Nicaragua.

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Otros medios de comunicación nicaragüenses que funcionan desde el exilio, confirmaron la noticia y aseguran que el operativo de desalojo comenzó el pasado 20 de febrero y busca “limpiar” una franja de 200 metros a la redonda en el espacio que ocupan las residencias de Ortega y sus hijos.

“Mucha gente ya se fue, otras tienen sus cosas empacadas en cajas esperando la orden del desalojo”, relató a La Prensa un poblador que por razones de seguridad pidió no ser identificado. “La zona está llena de policías, con camiones de la Alcaldía de Managua entrando y saliendo con las pertenencias de las familias. Esto que está pasando es doloroso, porque hay muchos que no tienen dónde irse a vivir”, dijo.

“Estas familias son desalojadas sin recibir ningún tipo de indemnización. Camiones de la alcaldía de Managua son los encargados de retirar las pertenencias de los habitantes desalojados. Otros vecinos que aún no son notificados, están a la expectativa por si les informan. Los vecinos de la pareja dictadora temen a ser detenidos o sufrir otro tipo de represalias si denuncian este atropello y robo de sus propiedades”, denunció la plataforma Cien Por Ciento Noticias.

Entre los desalojados hay, incluso, simpatizantes del régimen de Ortega.

Daniel Ortega y Rosario Murillo, sus hijos y sus respectivas familias viven en un residencial amurallado, al sur de Managua, que se extiende por unas dos manzanas de terreno y comprende una veintena de casas, un campo deportivo, las instalaciones de Canal 13 y Canal 4, propiedad de la familia, y la empresa Difuso Comunicaciones, la empresa de publicidad dirigida por Juan Carlos Ortega.

El búnker de Ortega está rodeado por un muro de unos cinco metros de altura y 370 metros de largo alrededor de sus casas, con torres de vigilancia, cámaras, y puestos de Policía y del Ejército.

Para entrar a esa zona de Managua, cualquier persona, incluso quienes habitan en ella, deben reportarse en varios de los al menos 35 retenes policiales que se han instalado en un radio de 500 metros, tomando como punto de partida la casa de Ortega y Murillo.

En esta zona que Ortega ha definido como “su espacio vital” hay aproximadamente 350 viviendas, muchas de las cuales han pasado a ser propiedad de los Ortega Murillo, ya sea por compra o por desalojo forzado.

Ortega llegó en 1979 a

Ortega llegó en 1979 a una casa del Reparto El Carmen de Managua, y luego se apropió de un campo deportivo, y una veintena de casas de los alrededores.

La llegada de Daniel Ortega al barrio tiene su historia particular, y para desgracia de sus vecinos, cambió la forma de vivir en esa zona considerada de clase media alta en Nicaragua.

Sucedió en 1979, luego que las tropas sandinistas derrocaran al dictador nicaragüenses Anastasio Somoza Debayle. Ortega llegó desde Costa Rica con el grado de “Comandante de la Revolución”, que compartía con otros ocho guerrilleros sandinistas, y miembro coordinador de la recién instalada Junta de Gobierno que administraría el país.

El periodista Fabián Medina relata en el libro biográfico “El Preso 198: Un perfil de Daniel Ortega”, que Ortega y otros jerarcas sandinistas se instalaron primero en el Hotel Camino Real, pero Ortega decía sentirse incómodo ahí porque lo consideraba “un lugar para ricos”.

Los funcionarios del nuevo régimen le buscaron una casa para que se instale con su familia entre los cientos de casas confiscadas a personas de clase alta que se consideraron vinculadas a Somoza, pero a Ortega ninguna le gustaba porque quería “algo sin lujos”.

Después de varios meses de búsqueda, dice Medina, encuentran en residencial El Carmen, en Managua, una que se ajusta a lo que Ortega busca, aunque estaba lejos de ser “sin lujos”: la casa de Jaime Morales Carazo, un empresario a quien el triunfo sandinista sorprendió cuando se encontraba en México y al que acusaron falsamente de “somocista” para justificar la apropiación de su casa.

“Lo que Ortega buscaba era una casa que reuniera las condiciones de encierro que su carácter ermitaño exigía. La casa de Jaime Morales Carazo tiene el área de los cuartos totalmente separadas de las áreas sociales. Una sola puerta separa los tres cuartos originales del resto de la casa. Él necesita tener el control y poder bloquear esa área con cerraduras desde su lado. Es un patrón de desconfianza que mantendría en todos sus espacios, familiares y de trabajo, a través de verjas y cerrojos”, relata El Preso 198.

Los Ortega Murillo encuentran la casa de Jaime Morales Carazo con todo el menaje y la ropa de la familia, porque no le permitieron sacar nada cuando la confiscaron. Incluso, la esposa de Morales Carazo, la mexicana Amparo Vázquez, relata que llegó a Nicaragua para intentar recuperar su vivienda y la recibió Rosario Murillo vestida con una de las batas de baño de Vázquez.

“Mi esposa, Amparo, a los pocos días vino. Tuvo cierto rifirrafe con la Rosario (Murillo). Ahí cerramos el capítulo. Una persona muy allegada fue la que los llevó”, dijo sobre este episodio Morales Carazo, quien años más tarde sería aliado político de Ortega.

El dictador no entregó la casa de Morales Carazo, y más bien comenzó a apropiarse, por las buenas y por las malas, de viviendas vecinas, para establecer ahí su búnker privado.

Cuando Ortega regresó al poder en 2007, se negó a usar la Casa Presidencial, levantada en el centro histórico de Managua en 1999 a un costo aproximado de 10 millones de dólares, donados por el gobierno de Taiwán. Alegó nuevamente “demasiado lujo”, y junto con Murillo decidieron despachar desde su búnker.

De esta forma, el búnker de El Carmen se convirtió en vivienda de Ortega y sus hijos, Casa Presidencial, y sede de la secretaría de su partido, el Frente Sandinista. Así evita salir de su reducto, tal como lo manda su carácter ermitaño.

Alrededor del búnker de Ortega comenzó a crecer un dispositivo de seguridad que ya alcanza aproximadamente un kilómetro de retenes policiales, con vallas y cadenas con pinchos, para evitar el ingreso de personas y vehículos no autorizados.

Daniel Ortega y Rosario Murillo

Daniel Ortega y Rosario Murillo han reconcentrado a casi todos sus hijos, con sus respectivas familias, a vivir en la misma zona bajo estrictas medidas de seguridad. (Foto 19 Digital)

Incluso se sellaron las alcantarillas de la zona por temor a que sean usadas en un atentado contra la familia Ortega Murillo.

A partir de las protestas multitudinarias de 2018, el control policial sobre la zona se incrementó, y para los vecinos se volvió una tortura residir ahí. Los vecinos, cuyas viviendas quedaron atrapadas en el perímetro de seguridad, deben dar explicaciones a los policías para poder ingresar a sus hogares o recibir visitas.

El sostenido reclamo de Jaime Morales Carazo se terminó tan pronto se alió políticamente con Ortega. Fue su vicepresidente en el periodo 2007-2012. Se sabe que el dictador finalmente pagó a Carazo por la casa confiscada, pero el empresario se ha negado a revelar el monto recibido.

“Cuando a mí me preguntan cuánto me dieron, le digo pregúntenle a él (a Ortega). Nunca hubo confiscación formal. Mucho antes de que yo fuera vicepresidente, dos años antes de que me propusieran, Nicho (Dionisio Marenco, alcalde de Managua entonces) me dijo que había un interés de que hubiera un arreglo. Claro que sí, si Daniel Ortega ha vivido más en esa casa que yo”, dijo Morales Carazo.

 


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