Fuente: https://www.marca.com
El origen del universo y todo lo acontecido durante los primeros tiempos de este es y será siempre uno de los grandes misterios para el ser humano. Apenas se conoce un pequeño porcentaje del inicio de todo, pero los avances son cada vez mayores. El Big Bang y su época inmediatamente posterior ha encontrado una nueva respuesta gracias a un grupo de investigadores.
Un grupo de astrónomos, según explica SciTech Daily, ha hallado un agujero negro joven que, para sorpresa de la comunidad de expertos, crecía a un ritmo frenético antaño, concretamente ‘sólo’ mil millones de años tras los sucesos que se atribuyen el Big Bang.
Esto supone una revolución en el pensamiento del ser humano sobre el origen del universo y la rápida formación de los primeros agujeros negros supermasivos. El descubrimiento, en concreto, apunta a un blázar, enmarcado en el núcleo galáctico activo (AGN). Esto vendría a demostrar que los agujeros negros con chorros de partículas acaban desarrollándose bastante más rápido que aquellos que no tienen.
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Su visión ha sido posible debido a una especie de alineación altamente rara y que pocas veces ocurre. Esto es así porque el blázar sólo es visible desde nuestro planeta cuando uno de esos extraños chorros apuntan directamente hacia la Tierra, lo que les hace verse más brillantes.
Un experto ensalza lo extraordinario del hallazgo
Eduardo Bañados, líder de grupo en el Instituto Max Planck de Astronomía, es quien ha encabezado esta investigación que promete poner patas arriba todo lo que se creía establecido sobre el origen del Big Bang.
«El hecho de que J0410-0139 sea un blázar, un chorro que por casualidad apunta directamente hacia la Tierra, tiene implicaciones estadísticas inmediatas. Como analogía de la vida real, imaginemos que leemos sobre alguien que ha ganado 100 millones de dólares en una lotería. Dado lo poco común que es que gane, podemos deducir inmediatamente que debe haber habido muchas más personas que participaron en esa lotería pero que no han ganado una cantidad tan exorbitante», sostiene Bañados.
«En ese momento, debe haber habido muchos AGN en ese período de la historia cósmica con chorros que no apuntan hacia nosotros», sentencia