En lo que va del año ya son seis casos de infanticidio en el país, pero tres de ellos ocurrieron en este mes de marzo. La Defensoría del Pueblo manifestó su preocupación.
Fuente: Unitel
Desde el 1 de marzo a la fecha se han registrado tres infanticidios en el país, las víctimas son de 2, 1 y 4 años; dos de los casos se registraron en Santa Cruz, mientras que el tercero fue en La Paz.
La situación de violencia no solo alarma a la población sino a las autoridades, por lo que desde la Defensoría del Pueblo han manifestado ciertos factores a los que los menores de edad estarían expuestos antes de ser víctimas de infanticidio.
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“Lo que podemos denotar es el alto grado de vulnerabilidad en los cuales están expuestos niños, otro factor fundamental es que el entorno protector, quien debería ser el primer núcleo de protección, son quienes cometen este tipo de delitos”, señaló a UNITEL Rodrigo Arce, profesional en niñez y adolescencia de la Defensoría del Pueblo.
[Imagen referencial] / Violencia contra niños
En lo que va del año ya son seis casos de infanticidio que se registran en todo el país, datos que realmente deben alarmar a la población, aseguran desde la Defensoría.
Pero, ¿qué factores están influyendo en el aumento de la violencia extrema en contra de los niños y adolescentes?
“El primer factor es el individual, vinculado con la vulnerabilidad de los niños, dada su condición, su edad, se encuentran en altos riesgos frente a personas que pueden cometer estos delitos”, aseguró Arce.
Según el experto, otro de los factores está vinculado con el entorno familiar y problemas sociales.
“El 60% de los casos que se presentan de infanticidios en Bolivia son provocados por padres, por madres o por segundas parejas de estas, lastimosamente, esto es vinculado con problemas económicos, sociales, el consumo de alcohol; son los detonantes para que se pueda normalizar y se pueda acrecentar los hechos de violencia en contra de niños”, manifestó.
¿Qué medidas urgentes se deberían implementar para evitar estos casos de infanticidad?
“Es necesario contar con políticas integrales de prevención a la violencia, no es suficiente un paquete normativo que pueda endurecer las penas, se tiene que trabajar desde la prevención de la violencia”, declaró.
El representante de la Defensoría pone como ejemplo a una mujer en estado de gestación, a la cual considera se debe hacer un seguimiento no solo en el desarrollo de su bebé, sino a través de salud mental, apoyo social y psicológico, para que establecer que no esté siendo víctima de violencia o abandono.
“Si logramos detectar estos hechos de violencia en este primer momento en la situación de gestación, se pueden prevenir hacia adelante los hechos de violencia en contra de niños”, dijo.
Pero ¿cuál es el perfil o patrones para identificar a los agresores?
“El perfil está vinculado con el consumo de alcohol, altos grados e índices de violencia, violencia que también han sufrido en el pasado los agresores, o algunas denuncias de las cuales han sido objeto estas personas, muchas veces son casos de reincidencia, que han cometido hechos de violencia en contra de sus progenitores o en contra de otras parejas en algún momento”, aseveró.
Muchas veces se ha conocido casos en los que el agredido agrede a otros, entonces, ¿cómo podemos cortar este círculo, esta cadena de violencia?
“A través de una prevención secundaria y terciaria, las personas que han agredido en algún momento, no sólo basta condenarlas, imponerles una sanción de privación de libertad, se debe acompañar con una restitución en la salud mental para que así a futuro se puedan cortar los hechos de violencia y no se vuelvan a repetir”, aclaró.
Es una alternativa poder trabajar desde el mismo núcleo familiar y de comunidad para prevenir estos hechos de violencia, pero ¿cómo se podría implementar esto?
“Desde las unidades educativas, profesores, padres de familia; lo que se debe hacer es articular redes en donde se protejan a niños a través de la vinculación que realizan las organizaciones civiles, padres de familia y que estos puedan repercutir en la no proliferación y normalización de la violencia. Si nosotros normalizamos la violencia, vamos a hacer que estos patrones de conducta se sigan repitiendo”, manifestó.
Hay muchos niños que se han logrado salvar de un trágico desenlace, pero sí han salido de un núcleo de violencia, ¿se les hace seguimiento posterior?
“Es atribución y corresponde a las Defensorías de la Niñez, el brindar este tipo de atención y protección a niños y adolescentes víctimas de violencia; no basta con haber sufrido el hecho de violencia, se debe hacer un seguimiento social y psicológico para poder acompañar”, señaló.
Recordarle que si usted es víctima de violencia o conoce de alguna persona que lo sea, debe alerta a las autoridades e instituciones para poder prevenir estos hechos.