En una reciente entrevista en el programa Piedra, Papel y Tinta, Amparo Ballivián, fue enfática al señalar que el subsidio a la gasolina y el diésel se debe eliminar por completo. «Es una decisión difícil, pero necesaria. No se puede seguir gastando millones en un modelo insostenible», afirmó.

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La economista destacó que, en lugar de subsidiar la oferta, el gobierno debería implementar una política de compensación temporal para los usuarios del transporte público. «Se podría otorgar un subsidio directo a la demanda, reduciendo progresivamente su impacto», explicó.

Libre importación como alternativa

Ballivián también propuso permitir la libre importación de combustibles sin restricciones, una demanda que, según ella, ha sido solicitada por los transportistas pesados desde hace tiempo. «No tiene sentido mantener un mercado controlado cuando el sector privado puede gestionar la oferta de manera eficiente», sostuvo.

El actual gobierno anunció recientemente que venderá diésel a sectores agrícolas y mineros a un precio cuatro veces superior, lo que, según Ballivián, demuestra la urgencia de una reforma estructural. «Si el gobierno está dispuesto a vender a Bs. 11,50 por litro, significa que el mercado puede ajustarse de manera natural sin subsidios artificiales», aseguró.

Impacto en el agro y el transporte

Al abordar las posibles repercusiones de su propuesta, la precandidata reconoció que el sector agrícola sería uno de los más afectados en términos económicos. «El agro cruceño depende del diésel para operar. Sin embargo, también es uno de los sectores con mayor capacidad de adaptación», indicó.

En cuanto al transporte urbano, Ballivián advirtió que es fundamental evitar mercados paralelos. «Si se mantiene un precio diferenciado para el transporte público, muchos aprovecharán para revender el combustible, generando un mercado negro. Lo mejor es ser directos con la población y ofrecer soluciones transitorias», afirmó.

Un plan gradual para la transición

Para mitigar el impacto de la eliminación de subsidios, Ballivián planteó una estrategia de compensación directa para la clase trabajadora. «Si el costo del transporte se duplica, se puede implementar una tarjeta de subsidio decreciente, reduciendo la compensación mes a mes hasta que el mercado se estabilice», explicó.

Advirtió que, sin medidas drásticas, la crisis de combustibles podría agravarse. «Si no hay gasolina por una semana más, la situación se volverá insostenible», alertó. Además, anunció que trabaja en un mapeo de los sectores más vulnerables para evaluar el impacto de la crisis.

«Prefiero decir la verdad al pueblo»

A pesar de que su postura podría ser impopular, Ballivián aseguró que mantendrá su discurso honesto. «Quizás no sea una estrategia política ideal, pero prefiero ser transparente. Bolivia necesita decisiones firmes, no promesas vacías», declaró. Finalmente, reiteró su compromiso con la oposición y aseguró que apoyará al candidato que resulte elegido en el proceso de selección interna. «La unidad es clave para enfrentar al oficialismo en las próximas elecciones», concluyó.