El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, rechazó este jueves las recientes declaraciones del excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y aseguró que éstas son parte de una estrategia para deslindar su responsabilidad en el “intento de golpe de Estado” que se frustró el 26 de junio de 2024.

“Yo creo que el general Zúñiga, asesorado y en su derecho a la defensa, está generando relatos con el objetivo de deslindar su responsabilidad referente a la toma militar de la Plaza Murillo y la toma del Palacio de Gobierno”, indicó Novillo.

Las declaraciones del titular de Defensa surgen tras las declaraciones del exmilitar a Data Urgente, en su canal de YouTube, en el que señaló que las tanquetas fueron trasladadas a La Paz por orden del presidente Luis Arce.

En medio de su declaración al medio argentino también reveló que tuvo acercamientos con Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez, quienes le pidieron 5.000 fusiles AK-47 para armar a las organizaciones sociales en una reunión previa a la toma militar.

“Pidieron una cantidad de 5.000 fusiles AK-47 y una buena cantidad de munición. Ese era el pedido. No era para las Fuerzas Armadas, era para sus movimientos sociales”, indicó Zúñiga.

Novillo indicó que las investigaciones determinarán la verdad detrás de los relatos “contradictorios y sin coherencia “que se vertió sobre el “intento de golpe de Estado”.

“Aún todavía existen algunas versiones y relatos que considero que no caben en la racionalidad o coherencia. Es el caso de que ese golpe se habría gestado a través de un pedido del presidente Luis Arce para levantar su popularidad, pero, en ese mismo día declara que esta toma militar es para los presos políticos (como Luis Fernando) Camacho y de Jeanine Áñez”, manifestó.

Detalló que las autoridades competentes están investigando este hecho y que se espera que se presenten pruebas fehacientes y fácticas que determinen la veracidad o falsedad de las afirmaciones.

Asimismo, la autoridad relató que el 26 de junio recibió información sobre un movimiento irregular de tropas militares y que intentó comunicarse con Zúñiga, quien no respondió a sus llamadas.

Posteriormente, se comunicó con el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas y juntos tomaron la decisión de neutralizar la situación y evitar que se sumaran más unidades militares a ese golpe frustrado.

El 26 de junio de 2024, un grupo de militares, a la cabeza de Zúñiga, tomaron la plaza Murillo con tanquetas y armas de grueso calibre e intentaron ingresar a la fuerza a Palacio Quemado, tratando de derribar la puerta principal con una tanqueta.

El exjefe militar se insubordinó ante el presidente Luis Arce en el ingreso al Palacio Quemado, pero la situación no pasó a mayores. Al final, huyó de la plaza y fue aprehendido, no sin antes implicar al mandatario. Hoy está detenido en la cárcel de El Abra, en Cochabamba.

Por este hecho, al menos 35 personas entre civiles y militares son investigados y 27 ya cuentan con una imputación formal por la Fiscalía.