«Estados Unidos no tolerará que Ortega y Murillo continúen atacando a Nicaragua», dijo el secretario de Estado, Marco Rubio.
Fuente: www.dw.com
Estados Unidos anunció el viernes (18.04.2025) restricciones de visa a «más de 250 funcionarios» de la «dictadura» de Nicaragua, cuando se cumplen siete años del inicio de una revuelta social que fue reprimida con violencia por policías y paramilitares, con un saldo de más de 350 muertos y unos 2.000 heridos.
El régimen de Nicaragua se halla bajo sanciones estadounidenses debido a las violaciones de derechos humanos cometidas a partir del 18 de abril de 2018 y atribuidas al mandatario Daniel Ortega, en el poder desde 2007, y a su esposa y actual copresidenta Rosario Murillo.
«Al conmemorar siete años de la brutal ola de represión del régimen de Ortega y Murillo contra los manifestantes, reflexionamos sobre el coraje y el deseo de estos de vivir en una Nicaragua libre de tiranía», afirmó el jefe de la diplomacia, Marco Rubio, en un comunicado.
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Van más de 2.000 funcionarios sancionados por EE.UU.
Washington considera además fraudulenta la reelección de Ortega y Murillo en 2021 y le reprocha una ola de detenciones contra opositores, miles de los cuales se vieron obligados a exiliarse. De estos, centenares fueron despojados de su nacionalidad, sus pensiones y sus propiedades en Nicaragua.
«Estados Unidos no tolerará que Ortega y Murillo continúen atacando a Nicaragua», añadió Rubio.
Con estas restricciones de visa de Estados Unidos, suman más de 2.000 los sancionados durante los últimos años por Washington.
A inicios de abril, expertos de la ONU identificaron por primera vez a 54 funcionarios, militares, policías, magistrados y diputados de Nicaragua como responsables de graves «crímenes» de derechos humanos y «represión sistemática».
Esa lista la encabezan Ortega, Murillo, el jefe del Ejército, Julio César Avilés; de la Policía, Francisco Díaz; y líderes del Congreso, la Corte Suprema de Justicia, fiscalía, alcaldías y del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, exguerrilla).
Además el gobierno del presidente republicano Donald Trump acusa a Managua de hacer negocio con la migración.
«La administración Trump no tolerará amenazas a la seguridad de Estados Unidos por parte de un régimen que utiliza la inmigración como arma y posiciona a Nicaragua como un centro para los inmigrantes ilegales que intentan cruzar nuestra frontera», advirtió Rubio en la red social X.
gs (afp, reuters)
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