El título de la presente narrativa se refiere a uno de los diversos problemas económicos que afectan a todos los bolivianos en sus actividades cotidianas desde las más sencillas hasta las más complejas y no es resuelta hasta hoy porque continuaría durante el actual período presidencial.
La economía es importante para la vida diaria de todas las personas, por lo que resulta importante que lo comprendan y utilicen los principios, fundamentos, leyes e instrumentos económicos divulgado en lenguaje claro y sencillo para la toma de decisiones como manifestó en el siglo XX el premio nobel de física Albert Einstein (1879-1955) “La mayoría de las ideas fundamentales, la ciencia, son esencialmente sencillas y, por regla general, pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.”
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Hay libros para no economistas en lenguaje sencillo con la finalidad de facilitar su comprensión y utilizar en la toma de decisiones en sus actividades cotidianas. Algunos referentes esta la del profesor de economía de la Universidad de Cambridge Ha-Joon Chang con su libro “Economía para el 99% de la población” que responde a la pregunta ¿es realmente tan difícil la economía? y su respuesta es “No tiene por qué serlo…si es explicada en términos claros y sencillos” Otra obra “Macroeconomía en la práctica” es la del economista Felipe Larraín, que señala: “…va dirigido a quienes deseen saber cómo la macroeconomía nos afecta a todos: en la empresa, en los estudios, en la casa, en el país y en el mundo…”. También está el libro “El economista callejero” del abogado y director ejecutivo de la fundación para el progreso, que afirma “…busca divulgar lecciones económicas que debieran formar parte de la cultura general. Así entonces, hay esta obra está dirigida al lector común, sea o no, ilustrado en otras materias”
En el mundo y en Bolivia los hogares (familias, consumidores) cuando compran bienes y servicios, depósitos y/o retiros bancarios en moneda extranjera, envían o reciben remesas, realizan turismo al exterior, etc., y los productores cuando compran insumos importados, pago de gastos de logística para exportar o importar, retiro y/o depósitos en moneda extranjera, comprar moneda extranjera, etc. son afectados en sus ingresos por los problemas económicos debido a factores externos como por ejemplo la elevación o caída de los precios internacionales de las materias primas y por factores internos por un modelo y política económica que ocasiona desequilibrios de: balanza de pagos; régimen de tipo de cambio; balance fiscal; balance monetario; balance del sistema financiero y otros que impacta directa e indirectamente a las personas.
¿Cuál es el problema económico que afecta a todos y no es resuelto? y la respuesta la tienen todos los bolivianos porque en sus actividades cotidianas son afectados y es la escasez de dólares que comenzó aproximadamente en febrero 2023 que para solucionar se aprobó una medida administrativa que autorizaba al Banco Central de Bolivia (BCB) vender directamente dólares al público y también a través de Banco Unión S.A. desde el 6 de marzo de 2023, para satisfacer la creciente demanda de dólares, que posteriormente fue sustituido mediante el llenado de un formulario electrónico de solicitud de compra de dólares, que tampoco consiguió cubrir la demanda por dólares ocasionada por una cantidad insuficiente de oferta de dólares, y aparece funcionando el mercado paralelo con una cotización superior a la oficial de la divisa y el retorno de la brecha cambiaria vigente en el siglo XX en la primera mitad de la década de los años ochenta.
Los bolivianos contamos con nuestra moneda propia que es el “boliviano” y el resto de países también tienen su propia moneda, entonces, ¿Por qué utilizamos el dólar? La respuesta es que el dólar es una moneda de reserva de todos los países del mundo, para realizar el comercio internacional entre los países, pago de la amortización del crédito externo, de los intereses y comisiones, remesas, pago de las cuotas a los organismos internacionales, ahorro, etc.
¿Cuál es la razón que los ciudadanos tienen dólares y bolivianos como parte de su riqueza personal? Porque tienen experiencias en diversos hechos económicos históricos que les afecto a su riqueza como fue: desdolarización (bolivianización) ; hiperinflación; inseguridad; confianza; credibilidad; control de cambios: mercado paralelo; política de la autoridad monetaria orientada a controlar la compra y venta de moneda extranjera; determinación del tipo de cambio y/o el volumen de divisas transadas; control del movimiento de capitales; cuotas de exportación; subsidios; escasez de alimentos y combustibles, etc.
Las consecuencias de utilizar un sistema de cambio fijo son cruciales, aunque en la práctica no son comprendidas en su real dimensión de sus efectos en el corto y largo plazo en la economía del país, porque no podría hacer política monetaria según principios económicos básicos, porque a cualquier aumento o disminución de la cantidad de dinero lo rige el aumento o la disminución de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia. Por lo tanto, no tendría la opción de dar crédito al gobierno o de otorgar liquidez al sistema bancario, que si aún lo realice como viene sucediendo anualmente, mediante la aprobación de la ley de presupuesto general del Estado (PGE) se tiene una disminución de las reservas internacionales como viene registrando actualmente el Banco Central y un déficit en la balanza comercial de balanza de pagos.
¿Qué ocasiono el problema de la escasez de dólares?, la respuesta es que son varios factores involucrados y además en cada uno de ellos en la toma de decisiones se priorizo la ideología frente a los principios y leyes económicas como sucede en el mercado cambiario o compra y venta de dólares que las variables económicas son la cotización o precio del dólar en bolivianos y la cantidad de dólares o el nivel del stock de las reservas internacionales netas (RIN) del BCB.
Durante el primer período y casi dos años del segundo período gubernamental del Sr, Morales continuo funcionando un régimen cambiario de apreciación de la moneda “Boliviano” que a partir del 2006 el dólar se cotizo en promedio anual Bs8,03 y las RIN $US3.178 MM; el 2007 las RIN $US5.319 MM y el dólar promedio Bs7,67; el 2008 las RIN $US8.580 MM y el dólar promedio Bs7,07; el 2009 las RIN $US 8.580 MM y el dólar promedio Bs7,07, y en el segundo período gubernamental a partir del 2010 el dólar promedio Bs7,07 y las RIN $US9.730 MM; desde noviembre del 2011 hasta el 2025 la cotización del dólar se fijó en Bs6,96 incluso durante la presidencia transitoria de la Sra. Jeanina Añez y las RIN al inicio registro una tendencia creciente: el 2011 $US12.019 MM; el 2012 $US13.927 MM; el 2013 $US14.430 MM; el 2014 $US15.123 MM.
En el tercer período gubernamental del Sr. Morales continuo el sistema de cambio fijo de Bs6,96 por un dólar y comenzó la tendencia decreciente del stock de las RIN excepto un año: 2015 $US 13.056 MM.; 2016 $US10.081 MM.; 2017 $US10.261 MM; 2018 $US8.946 MM y 2019 $US6.468 MM.
En el transcurso de la presidencia transitoria de la Sra. Añez durante el 2020 las RIN continuo con el decremento registrando $US5.276 MM.
A lo largo de la gestión gubernamental del Sr. Arce siguió con el tipo de cambio fijo a pesar de la tendencia declinante de las RIN excepto un año: 2021 $US4.752 MM.; 2022 $US3.796 MM.; 2023 $US1.739 MM.; 2024 $US1.976 y 2025 primer trimestre $US2.300 MM.
La apreciación de la moneda boliviana (menos bolivianos por un dólar) fue resultado de la bonanza económica originado en los mercados internacionales por la elevación de los precios internacionales de los hidrocarburos y minerales que mejoraron los términos de intercambio de nuestro país que permitió la elevación del valor de nuestras exportaciones y de la acumulación de reservas internacionales netas que fortaleció el valor de nuestra moneda, y la administración gubernamental desde el 2006 inicio la apreciación que tuvo un redito económico y político de corto plazo hasta noviembre del 2011 y cuando se revierte el factor externo favorable para el país no se procedió con el ajuste del tipo de cambio fijo (depreciación del boliviano es decir más bolivianos por un dólar) como cuando se apreció el boliviano porque es elevado el costo económico y político de asumir el costo de una depreciación del boliviano cuando se registra una disminución del flujo de dólares y de las reservas internacionales desde 2015 hasta el 2025 como viene sucediendo con la escasez de dólares, combustibles, etc.
El régimen de tipo de cambio fijo fijó (anclar) las expectativas inflacionarias de los empresarios y consumidores y respaldo la política pública de bolivianización, para generar ingresos por el señoreaje de la emisión monetaria de nuestra moneda el boliviano y el impuesto inflacionario (pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda) fue aceptable, mientras se contaba con elevado stock y flujo de dólares, que hoy no prevalece y se tiene escasez de dólares y elevada tasa de inflación con tendencia creciente, baja credibilidad y generación de efectos no deseados en la economía.
¿Cuál sería la regla de oro para mantener fijo o flotante el tipo de cambio? La respuesta para la sostenibilidad de un régimen de cambio fijo requiere contar con un nivel óptimo de reservas internacionales en el Banco Central de Bolivia, y una estricta disciplina fiscal y la regla monetaria de una tasa de aumento de la emisión monetaria igual a la tasa de crecimiento de la economía.
Bajo el sistema de cambio flotante que fue propuesto desde 1950 por el Premio Nobel de Economía Milton Friedman, tiene las bondades de amortiguar los shocks externos y mantener el uso de la política monetaria como un instrumento independiente y que el Banco Central acuda en ayuda del sistema financiero ante una crisis. Los incrementos de oferta monetaria no deseados bajo este régimen de cambio flotante se traducen en mayores niveles de tipo de cambio y de precios. Para mantener la inflación bajo control el Banco Central tiene que ser autónomo y fijar metas explicitas de inflación. Por otra parte, requiere que los mercados de bienes y servicios funcionen sin restricciones, es decir es recomendable en un sistema de asignación de los recursos mediante los mecanismos de mercado.
¿En un escenario económico de desaceleración económica, elevada tasa de inflación, desempleo, déficit de la balanza comercial, elevado déficit fiscal, escasez de dólares, bajos niveles de flujo y stock de dólares es necesario y suficiente modificar el régimen cambiario fijo a un régimen cambiario flotante? La pregunta es compleja y previamente para responder es necesario reconocer que la economía boliviana es pequeña, abierta y con el actual régimen de tipo de cambio fijo tiene que contar con un monto acumulado de divisas con origen en el saldo de las cuentas de la balanza de pagos en particular en incremento o decremento de las RIN. Es decir, si exportamos más de lo que importamos ya sea por elevación de los precios o de cantidad de nuestros productos, inversión extranjera directa, remesas, desembolsos de crédito externo, acumulamos divisas que resulta en incremento del flujo y stock de las RIN. Sucede lo contrario, si las importaciones son mayores a nuestras exportaciones, la amortización del crédito externo supera al monto desembolsado del crédito externo desacumulamos divisas.
La variación del flujo y stock de las RIN es fundamental en el contexto de las cuentas externas, más aún en un régimen de cambio fijo. Bajo este principio básico, el BCB debe mantener un nivel adecuado de reservas para atender la demanda de divisas de los agentes económicos para: la importación de bienes y servicios, pago de la deuda externa, transferencias al exterior, etc. que son los usos de las RIN, que no se cumple y actualmente el boliviano se deprecio en 67 por ciento al mes de abril del 2025 porque hay una elevada demanda por dólares y una baja oferta de dólares que ocasiono que el excedente de demanda de dólares sea cubierto en el mercado paralelo, asimismo, las cuentas externas y fiscales están desequilibradas. Por lo tanto, ir del régimen de tipo de cambio fijo al tipo de cambio flexible en nuestro país en la actualidad, no es real en las actuales condiciones económicas en que se halla nuestro país con varios desequilibrios de sus cuentas económicas, además de control y regulación de los mercados, que simultáneamente tiene que ser resueltas junto con la adopción de un régimen cambiario.
En el régimen de cambio flotante, tiene las bondades de amortiguar los shocks externos y mantener el uso de la política monetaria como un instrumento independiente y que el Banco Central acuda en ayuda del sistema financiero ante una crisis. Los incrementos de oferta monetaria no deseados bajo este régimen cambiario flotante se traducen en mayores niveles de tipo de cambio y de precios. Para mantener la inflación bajo control el Banco Central tiene que ser autónomo y fijar metas explicitas de inflación.
En términos del déficit fiscal y de los saldos negativos de la balanza comercial y de pagos en el que se encuentra actualmente nuestra situación macroeconómica, no es prudente mantener fijo el dólar por el BCB que se compromete a comprar a Bs 6,86 por 1 $US y vender moneda extranjera (dólares norteamericanos) al precio fijo de Bs 6,96 por 1 $US desde noviembre de 2011 hasta la actualidad que son quince años continuos, con la finalidad de fijar (anclar) las expectativas inflacionarias y respaldar la política pública de bolivianización, para generar ingresos por el señoreaje de la emisión monetaria de nuestra moneda el boliviano y el impuesto inflacionario (pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda), que son parte del financiamiento de la expansión del gasto público.
El miércoles 23 de abril del año en curso como nunca antes, sectores económicos que históricamente difieren en su visión política, económica y social, se reunieron en un denominado Comité Multisectorial bajo el paraguas de una causa común: la falta de atención gubernamental a la crisis económica que golpea a todos los estamentos sociales del país y que se traduce desde hace varios meses en el encarecimiento de los productos de primera necesidad, en algunos casos con un incremento de hasta cien por cien en los precios; la escasez de combustibles, diésel y gasolina y la desaparición de los dólares en el sistema financiero formal, marcharon desde la ciudad de El Alto hacia la ciudad de La Paz, para entregar su pliego petitorio en instalaciones de la Casa Grande del Pueblo.
Por lo mencionado “Fijo o flotante” de régimen cambiario para Bolivia no es necesario y suficiente para solucionar los actuales problemas económicos, porque se requiere aprobar un programa de ajuste económico y reformas estructurales que ponga en orden todas las cuentas económicas y el tipo de cambio bolivianos por un dólar sea un componente importante pero no el único, para que todos los bolivianos realicen todas sus actividades cotidianas generando riqueza para el país.
Germán Molina Diaz, Economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador asociado del IISEC.