El club blanco ha recalcado una y otra vez que los árbitros encargados de dirigir la final han mostrado una clara y manifiesta animadversión y hostilidad contra el Real Madrid.
Por Juan Ignacio García-Ochoa
Foto: AFP
Fuente: Marca
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Habrá final de Copa. El Real Madrid ha confirmado por medio de un comunicado que este sábado 26 saltará al terreno de juego de La Cartuja después de unas horas llenas de tensión en las que las conversaciones entre Florentino Pérez y Rafael Louzán se han sucedido de manera constante. «Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Madrid comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar a la final», rezan las primeras líneas del nuevo escrito del club blanco, en cuya concentración se ha respirado más tensión que nunca.
El comunicado íntegro del Madrid
«Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana.
Nuestro club entiende que las desafortunadas e inapropiadas declaraciones de los árbitros designados para este partido, efectuadas 24 horas antes de la final, no pueden manchar un acontecimiento deportivo de trascendencia mundial que verán cientos de millones de personas y por respeto también a todos los aficionados que tienen previsto su desplazamiento a Sevilla, y a todos aquellos que ya están en la capital andaluza.
El Real Madrid entiende que deben prevalecer los valores del fútbol, a pesar de la hostilidad y la animadversión que hoy han quedado de manifiesto, una vez más contra nuestro club, por parte de estos árbitros designados para la final».
La indignación persiste en el club
Aunque el Real Madrid ha puesto en su comunicado que en ningún momento se ha planteado renunciar a la final, pero siguen sin dar crédito a lo que ha sucedido por la mañana en la rueda de prensa de los árbitros. Calificado por el Madrid como «un show», entiende el Madrid que la Federación debía haber cambiado a los colegiados tras unas palabras que consideran «intolerables».
En las conversaciones que se han producido a lo largo de toda la tarde entre el Madrid y la Federación, el club ha recalcado una y otra vez que los árbitros encargados de dirigir la final han mostrado una clara y manifiesta animadversión y hostilidad contra el Real Madrid, algo que preocupa, y mucho, de cara al duelo.
Lo que más ha molestado al Real Madrid, y así se lo han hecho saber a la RFEF, han sido las amenazas de González Fuertes y que De Burgos Bengoetxea haya llevado todo este asunto al lado personal, considerando el Madrid que no han sido profesionales y que esto puede afectar a la hora de tomar decisiones en el encuentro.
«Es de primero de Competición y de Derecho Deportivo», deslizaba el Real Madrid a la hora de hablar de lo sucedido en la rueda de prensa arbitral, considerando que la RFEF y el CTA debían haber actuado y cambiado a todo el equipo arbitral.
Al final, y tras valorar todo, el Madrid saltará al terreno de juego. El viaje de 30.000 madridistas a Sevilla ha pesado por encima de todas las cosas. «No se pueden manchar un acontecimiento deportivo de trascendencia mundial que verán cientos de millones de personas y por respeto también a todos los aficionados que tienen previsto su desplazamiento a Sevilla, y a todos aquellos que ya están en la capital andaluza», zanjó el club blanco.