En las últimas tres décadas hubo siete elecciones presidenciales, al revisar las listas de candidatos, aparecen las «caras conocidas».
Por Diego Montaño
Elecciones generales de 2020.
Fuente: La Razón
A las puertas de una nueva elección y al revisar el archivo de los procesos electorales de los últimos 30 años en Bolivia, se observa una constante repetición de nombres, rostros, propuestas y visiones de país.
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Nos remontamos al domingo 1 de junio de 1997. La papeleta tenía 10 franjas. En esas elecciones generales, el binomio de Acción Democrática Nacionalista (ADN), conformado por Hugo Banzer Suárez y Jorge «Tuto» Quiroga, obtuvo el 22,26 % de los votos, convirtiéndose en la primera fuerza política. Tras una sesión del Congreso Nacional, se eligió al exdictador como el quincuagésimo primer presidente de Bolivia. ADN formó una alianza con el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y la Nueva Fuerza Republicana (NFR), liderada por el entonces alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.
En esos comicios también reapareció el nombre de Samuel Doria Medina, exministro de Planificación de Jaime Paz Zamora, quien fue candidato vicepresidencial acompañando al “Gallo”. Su fórmula ocupó el cuarto lugar con el 16,77 % de los votos.
El movimiento indígena tuvo dos participaciones destacadas: Remedios Loza fue candidata presidencial por Conciencia de Patria (Condepa), partido fundado por Carlos Palenque. Obtuvo el tercer lugar con el 17,16 %. Por su parte, el dirigente campesino Alejo Véliz encabezó el binomio de Izquierda Unida, logrando el 3,71 %, porcentaje suficiente para obtener cuatro diputados. Uno de ellos fue Evo Morales.
Tras la renuncia de Banzer en 2001 por motivos de salud, Quiroga asumió la presidencia. En las elecciones del 30 de junio de 2002, volvieron a aparecer rostros conocidos. En esa ocasión, la papeleta electoral tenía once opciones.
Gonzalo Sánchez de Lozada, junto a Carlos Mesa por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), obtuvo el primer lugar con el 22,46 % de los votos. En segundo lugar quedó Evo Morales, exdiputado y dirigente cocalero, acompañado por Antonio Peredo en representación del Movimiento Al Socialismo (MAS), con el 20,94 %. La tercera posición fue para Manfred Reyes Villa, de NFR, con el 20,91 %. También participaron el expresidente Jaime Paz Zamora, Felipe Quispe “El Mallku” y Jhonny Fernández.
Tras una votación en el Congreso, Sánchez de Lozada fue elegido presidente con el respaldo de las bancadas del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y NFR. Sin embargo, una profunda crisis política derivó en su renuncia. Carlos Mesa asumió la presidencia, pero también dimitió en junio de 2005. La presidencia recayó entonces en el presidente de la entonces Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien convocó a elecciones para el 18 de diciembre de 2005.
En esa jornada electoral, ocho candidaturas buscaban la silla presidencial. Evo Morales fue elegido presidente con el 53,72 % de los votos válidos. En esa misma contienda participaron Tuto Quiroga, acompañado por María René Duchén, a través de la alianza PODEMOS —que aglutinaba a ADN y PDC—, quedando en segundo lugar con el 28,62 %. Samuel Doria Medina, con Carlos Dabdoub por Unidad Nacional (UN), ocupó el tercer lugar con el 7,79 %.
Con la redacción de una nueva Constitución Política del Estado (CPE), en 2009 Bolivia volvió a las urnas. El domingo 6 de diciembre se presentaron ocho binomios en las primeras elecciones del flamante Estado Plurinacional, que incrementó el número de senadores e implementó la figura de la segunda vuelta electoral. El binomio del MAS arrasó con el 64,22% de los votos. En segundo lugar quedó Manfred Reyes Villa que llegó al 26,46 %. Samuel Doria Medina se quedó con el tercer lugar y con menos porcentaje que su anterior participación, 5,65 %.
El 12 de octubre de 2014, los centros educativos volvieron a abrir sus puertas para que los bolivianos volvieran a elegir gobernantes. Esta vez la franja era más pequeña; cinco eran los aspirantes a la presidencia. En esa oportunidad, Evo Morales volvió a superar el 60 % de los votos, obtuvo el 61,36 %. Los tres principales contendientes se reencontrarían después de nueve años, aunque en esa ocasión Doria Medina quedó en el segundo lugar con el 24,23 %, y Quiroga, con el PDC, en tercer lugar, con el 9,04 %.
Menos de dos años después, el 21 de febrero de 2016, volvimos a las urnas, pero esta vez para elegir entre dos opciones: Sí o No a la modificación del artículo 168 de la CPE que establecía un límite a la reelección continua. En esa ocasión la opción de rechazo ganó con el 51,30 %, por lo que Morales ya no podía participar de los siguientes comicios de 2019. Sin embargo, el 28 de noviembre de 2017, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) emitió la Sentencia 084/2017 que declaraba la inconstitucionalidad de los artículos que ponían límites a la reelección presidencial.
Tras esa decisión, el MAS arrancó con la campaña rumbo a las elecciones del 20 de octubre de 2019, pero también la oposición miraba esos comicios como la gran oportunidad de unirse y enfrentar al partido azul que había ganado las últimas elecciones. Ese primer boceto de unidad estuvo conformado por los expresidentes Quiroga y Carlos Mesa, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, el exministro Samuel Doria Medina y el alcalde de La Paz, Luis Revilla. Finalmente, el bloque se diluyó y Carlos Mesa fue candidato a la presidencia por Comunidad Ciudadana (CC) y Óscar Ortiz fue con la alianza Bolivia Dijo No (conformada por UN y Demócratas); Cárdenas también fue uno de los 9 aspirantes a la presidencia.
Los resultados dieron por ganador al binomio azul, pero tras denuncias de fraude electoral, movilizaciones y sugerencias de renuncias, el 9 de noviembre el presidente Morales anunció la anulación de las elecciones y la convocatoria a otros comicios. Un día después renunció al cargo.
La entonces segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, asumió el poder y aseguró que su único rol sería convocar a elecciones. Se cambiaron a todos los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero los comicios fueron postergando hasta el 18 de octubre de 2020.
En esa ocasión fueron ocho los aspirantes a llegar a Casa Grande, pero solo cinco siguieron en carrera. Áñez formó binomio con Doria Medina, pero un mes antes de las elecciones, renunciaron a la candidatura. Después fue el turno de Quiroga que declinó sus aspiraciones siete días antes del “Día D”. También renunció María de la Cruz Bayá del ADN. Era la primera vez en 18 años que Evo Morales no estaba en la papeleta, aunque otros rostros sí se repetían. La figura emergente fue el exlíder cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien encabezó la movilización contra Morales y también formó parte del gobierno de Áñez. Luis Arce, candidato del MAS, ganó con el 55,11 %; en segundo lugar, Carlos Mesa obtuvo el 28,83 %; Camacho alcanzó un 14 %, y Chi no pudo repetir la sorpresa del 2019, logrando solo el 1,55 %.
Fuente: La Razón