Según el exdirector del Banco Central de Bolivia, el efecto del incremento salarial en el bienestar de las familias será prácticamente nula y en el caso de las empresas será un incremento mayor en sus costos.
Naira Menacho
Fuente: Red Uno
El analista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza indicó que, a pesar de los incrementos aplicados por el gobierno en estos últimos años, la población ha tenido la sensación de que su dinero tiene menos valor cada vez, debido a la devaluación de la moneda boliviana que en los últimos 24 meses alcanzó el 140%.
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“El incremento de precios en el mercado interno ha tratado de recuperar un poco el incremento de los costos derivados por la devaluación de la moneda boliviana, en consecuencia, en los últimos meses (sobre todo desde junio de 2024), lo que vemos es que el precio de los alimentos comenzaron a subir considerablemente en torno al 20% a finales de 2024, llegando al 26% a marzo de este 2025, aunque los incrementos del arroz, la carne de res y la carne de pollo estuvieron arriba del 45%”, aseguró el exdirector del BCB.
En un análisis exhaustivo, Espinoza explicó que independientemente de los incrementos nominales del salario que se han venido dando en los últimos años, el incremento de precios, producto de la devaluación, se ha ido comiendo haciendo que el poder adquisitivo de los trabajadores caiga aún más.
Espinoza asegura que, con el incremento dado por el gobierno, el trabajador, en el mejor de los casos, va a tener una leve recuperación de su poder adquisitivo, pero no a niveles que tenía antes del 2023.
Para las empresas el alza salarial va a impactar más en su hoja de costo que se encuentra ‘estresada’, pues gran parte de los insumos y materia prima son importados y se han duplicado en términos de valor.
“El efecto en el bienestar de las familias será prácticamente nulo y en el caso de las empresas es un incremento mayor en sus costos”, manifestó.