“El alza salarial excluye a la mayoría de los bolivianos y agrava la precariedad laboral»


La economista Carla Cordero sostuvo que informalidad laboral deja fuera del aumento salarial a más del 85% de los trabajadores en Bolivia

Ernesto Estremadoiro Flores

 

El 85% de la población económicamente activa trabaja en la informalidad

 



Fuente: El Deber

En Bolivia, más del 85% de los trabajadores no se benefician del incremento salarial anunciado por el Gobierno, debido a que están insertos en la informalidad, sin acceso a seguro de salud, aportes para la jubilación ni cobertura legal de sus derechos laborales. Así lo advirtió la economista Carla Cordero, investigadora de Fundación Jubileo, en una entrevista con el programa ¡Qué Semana! de EL DEBER Radio.

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El incremento salarial no alcanza a la gran mayoría de los trabajadores porque no están amparados por la legislación laboral. Bolivia es el país más informal de América Latina”, señaló Cordero, citando datos de organismos internacionales como la OCDE.

Esta realidad, explicó, genera un mercado laboral profundamente desigual y precarizado, donde predominan los empleos de baja calificación y baja remuneración.

Cordero también alertó sobre el impacto que esta política tiene sobre las micro y pequeñas empresas, que constituyen más del 88% de la base empresarial boliviana. “Estas unidades productivas serán las más afectadas, porque el incremento implica mayores tributos, lo que termina castigando a quienes aún operan dentro de la formalidad”, indicó.

La economista remarcó que los costos de formalizarse —entre ellos, el pago de impuestos, seguros y otras cargas sociales— son tan altos que desincentivan la inversión privada y empujan a más actores económicos hacia la informalidad.

“Esto repercute en problemas estructurales como el empleo precario y la baja productividad”, añadió.

Además, cuestionó la falta de regulación en sectores afines al poder político, como las cooperativas mineras, donde, según denuncias, hay contrataciones sin respeto al salario mínimo ni derechos laborales. “Ahí el Estado muchas veces hace la vista gorda”, dijo.

En el área rural, siete de cada diez personas trabajan en la agricultura, pero muchas están migrando a las ciudades en busca de mejores oportunidades, lo que podría afectar la seguridad alimentaria en el mediano plazo, advirtió.

Cordero también se refirió al efecto inflacionario del alza salarial. “Estos aumentos generan una percepción de inflación que golpea con más fuerza a los sectores vulnerables. En abril, la inflación en alimentos llegó al 25%”, precisó.

Respecto a la pobreza, el último dato oficial indica que la pobreza moderada afecta al 36,5% de la población, mientras que la pobreza extrema alcanza al 11,9%. “La pobreza en Bolivia tiene rostro rural, rostro indígena, rostro de mujer y de joven. Es una pobreza que, con cualquier shock económico, puede agravarse”, explicó.

Finalmente, destacó la necesidad de políticas públicas estructurales que no solo se enfoquen en el ingreso, sino también en fortalecer el tejido social, el acceso a servicios y oportunidades, y la generación de empleo digno. “Necesitamos un modelo que mejore la productividad y competitividad sin seguir castigando a quienes deciden formalizarse”, concluyó.

Fuente: El Deber