La estatal cruceña registra una caída de 120.000 a 98.000 matriculados a clases regulares. Muchos alumnos optan por cursos de verano y mesas examinadoras porque deben trabajar. Observan la falta de actualización de la oferta académica
Fuente: eldeber.com.bo
El número de estudiantes matriculados en la universidad estatal cruceña bajó notablemente en la presente gestión. De los 120.000 alumnos regulares que tenía en 2022, para el primer semestre 2025 la cifra cayó a 98.000, según datos oficiales.
La situación se repite en otras universidades del país y es atribuida a la crisis económica que golpea a los bolivianos. Muchos jóvenes se ven obligados a interrumpir sus estudios universitarios para trabajar, o bien optan por cursos de verano o carreras cortas que les permitan insertarse más rápidamente al mercado laboral.
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El vicerrector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), Reinerio Vargas, explicó que la caída en la matriculación responde a la crisis económica. “Muchos estudiantes no se inscriben en los semestres regulares; en su lugar, prefieren tomar cursos intensivos de verano o asistir a mesas examinadoras”, indicó.
También expresó su preocupación respecto a la expectativa que tienen los jóvenes sobre su futuro. Citó un estudio realizado a personas de entre 17 y 23 años, el cual revela que la mitad de los encuestados considera migrar cuando se les consulta qué piensan hacer. “Muchos ya no contemplan ingresar a la universidad, ni pública ni privada. Otro grupo, más reducido, dice que optaría por carreras cortas, forzados por la economía”, señaló.
Osman Rodrigo Palenque, presidente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), señala que, además de la crisis económica, también está la falta de actualización de la oferta académica en algunas universidades.
En el caso de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, explica que antes ingresaban anualmente unos 5.000 estudiantes, pero en los últimos años la cifra bajó a 4.500 y luego a 4.200.
Palenque destaca que algunas facultades han experimentado una disminución en la matrícula, mientras que otras han crecido, lo que se atribuye a la falta de adecuación de las carreras a las nuevas demandas del mercado.
“Hoy, los estudiantes eligen sus carreras en función de las necesidades, y las universidades, un poco, han ido quedando atrás, siguen con carreras de hace muchos años. Esto ha provocado que ciertas facultades o carreras reduzcan el número de estudiantes, mientras que otras, como las del área de salud, han tenido un crecimiento significativo. En algunos casos, la demanda es tan alta que se ha tenido que establecer un cupo limitado de ingreso. Por ejemplo, en la estatal de Tarija, donde la nota mínima de admisión es 51, solo ingresan los 200 o 500 estudiantes con las calificaciones más altas en carreras como Enfermería y Medicina”, explicó.
Esta situación también lo refleja el estudio denominado Vía Universitaria, radiografía de las condiciones de vida del estudiantado elaborado por la Xarxa Vives d’Universitats, a partir de una encuesta respondida por más de 45.000 estudiantes en España, que concluye que las dificultades económicas son la principal razón por la que los universitarios se ven obligados a interrumpir las trayectorias universitarias.
“Las interrupciones, retrasos o vía lenta son más habituales entre estudiantes de mayor edad, pero también se presentan con mayor frecuencia entre alumnos con un nivel formativo familiar bajo, origen social bajo y migrante”, subraya el estudio.
Aunque la fuente principal de ingresos de más de la mitad de los universitarios son sus padres (en un 52,7% de los casos), los obligados a compaginar durante el curso estudios y trabajo han pasado del 16,9% al 26% en tres años. Es decir, un crecimiento de más de un 50%, dice el estudio, que también apunta a que los universitarios estudian cuatro horas menos a la semana que en 2018.
Actualización de carreras
El presidente de la CUB considera que las universidades están tratando de adaptarse a las nuevas exigencias del mercado laboral. En el caso de Misael Saracho, cerró Petroquímica por baja demanda y abrió la carrera de Agroindustrial, que logró captar más estudiantes por responder más a las necesidades regionales.
Además, algunas casas de estudio están optando por implementar la doble titulación, incorporando un diplomado como requisito para la obtención del título profesional, en reemplazo de la tradicional tesis de grado.
El vicerrector de la estatal cruceña también señala que están adaptando la oferta académica a las nuevas necesidades y a las exigencias del mercado laboral. Tienen nuevas opciones, como ser Robótica e Ingeniería de Alimentos.
PARA SABER
Población universitaria. En Bolivia, en 2021 había 770.765 alumnos en la educación superior. De los matriculados, un 51,79% correspondía a varones y un 48,21% a mujeres. El sector público concentra el 78,42% de los estudiantes y el 21,58% a las universidades privadas, según la Red Iberoamericana de Indicadores de Educación Superior -Red Índices.
Acceso. La participación en la educación superior de los sectores más vulnerables creció del 15% al 22% entre 2015 y 2022.