Fuente: Visión 360
En los últimos meses, el precio de los medicamentos se incrementó hasta en un 50%, debido a la falta de dólares en la economía nacional. Este hecho afecta a todas las personas que requieren un fármaco, pero principalmente a los pacientes que padecen una enfermedad crónica, quienes no pueden interrumpir su tratamiento.
“Aproximadamente, los precios de los medicamentos han aumentado entre un 30% y un 50%, y algunos incluso han incrementado mucho más. Esto se debe, obviamente, a la forma en que están siendo importados debido a la falta de dólares en nuestro país”, aseguró Daniel Casas, ejecutivo de la Federación de Sindicatos de Ramas Médicas de Salud Pública (Fesirmes).
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En la misma línea, Silvia Heredia, presidenta de la Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacias (Asprofar) de La Paz, dijo a Visión 360 que el aumento de los precios de los medicamentos está entre un 20%, 30% y hasta un 50%. A esta situación, según la representante de este sector, se suma un desabastecimiento que alcanza un 10%.
En enero de este año, este medio realizó una investigación e informó que el precio de los fármacos había aumentado en un 20% debido al mismo motivo: la escasez de la divisa estadounidense. Lo que, comparado con lo que sucede en la actualidad, evidencia que la situación está empeorando en lugar de mejorar.
“No hay una mejoría como nosotros deseamos; los medicamentos siguen subiendo, continúan subiendo, pero nuestros proveedores están haciendo todo lo posible para podernos suministrar”, indicó Heredia.
Paola Lazarte, una paciente del Hospital del Tórax, ubicado en el complejo de establecimientos de salud de la zona de Miraflores, en la ciudad de La Paz, evidenció que los medicamentos aumentaron su costo en un 50%. “El novadol, por ejemplo, generalmente lo tomo para el dolor de cabeza o para algún malestar. Antes costaba 3,50 bolivianos, ahora cuesta siete bolivianos”, explicó y contó que, hasta el momento, en ese centro no le han entregado ningún medicamento.
De acuerdo con el ejecutivo de Fesirmes, lamentablemente esta situación se repite en todo el territorio nacional, en hospitales de primer, segundo y tercer nivel, y se debe a que las importadoras de medicamentos no están pudiendo abastecer la cantidad necesaria de fármacos por falta de dólares. Según Casas, las farmacias, los centros de salud y los hospitales no cuentan con el stock suficiente para entregar a sus pacientes.
El galeno enfatizó que, por un lado, no hay suficiente cantidad de medicamentos y, por otro, como tienen precios elevados, la población no puede comprarlos. “Estamos teniendo el problema de que no hay medicamentos en las farmacias; obviamente los costos han subido también; la gente no está pudiendo acceder a todos los medicamentos que deberían tener los pacientes”, explicó el dirigente médico.
En este marco, dijo que quienes la pasan peor son los pacientes que padecen una enfermedad crónica, como diabetes, hipertensión y cáncer, entre otras, y que tienen un tratamiento que no pueden posponer, pues, de hacerlo, los avances logrados irían en retroceso.
De acuerdo con el representante de los médicos, en este caso, lo único que se puede hacer es esperar a que se regularice la dotación de medicamentos y que, así, los pacientes puedan recibir, paulatinamente, lo que precisan.
“De que hay personas que están sufriendo este problema, sí, lo están haciendo, porque van a los hospitales, no hay los medicamentos, van a las farmacias, no hay. Entonces, están peregrinando por todas las farmacias para poder encontrarlos”, señaló Casas.
Tal es el caso de José Blanco, paciente del Hospital de Clínicas, quien debe cumplir un tratamiento especial con Doxiciclina de 100 mg, un fármaco recetado para una foliculitis decalvante crónica. “Utilizo eso; ahora, este medicamento a veces no hace efecto, y me han recetado el Acnotin, de 100 mg, y la Clindamicina en loción. Me provoca, en la parte de la cabeza o en cualquier lugar donde me salga pelo, unos granitos que al principio son como los de cualquier persona, pero luego evolucionan, escuecen, sangran, duelen, y cuando desaparecen en esa parte, ya no sale pelo”, contó.
Explicó que en los últimos meses se vio afectado por el incremento de precios y que la patología que sufre no le permite dejar el tratamiento ni cambiar el uso de determinados fármacos. “La Doxiciclina sí subió de precio, yo la compraba en 1,20 bolivianos por tableta, y ahora está en 1,60 bolivianos, y la tengo que comprar”, mencionó.
Los médicos, a través de Casas, su representante, reportaron que este incremento de precios afecta a todos los fármacos en general. Explicó que, ahora que el país atraviesa una ola de resfríos e influenza, se necesitan analgésicos, antibióticos y antivirales, entre otros, y que, si se encuentran, es a un precio más elevado.
Con una postura similar, Fernando Romero, integrante del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes) del departamento de La Paz, contó que no existen medicamentos para las mujeres embarazadas y niños, en el Hospital de la Mujer, más cuando aumentaron las infecciones respiratorias.
“No hay medicación para mujeres embarazadas, y hablo de pacientes con cardiopatías, problemas pulmonares, cáncer y embarazo. No tenemos medicación para esos pacientes”, explicó Romero.
El médico relató que, en muchos de los casos, las mamás que llegan a ese establecimiento de salud, en su mayoría, están con tos, expectoración, secreción purulenta y requieren tratamientos, principalmente antibióticos.
De acuerdo con Heredia, presidenta de Asprofar, la solución a este problema pasa por la normal circulación de dólares en el territorio nacional. Recordó que, en agosto del año pasado, el sector tuvo una reunión con autoridades del Gobierno nacional, en la cual les dijeron que la crisis económica no solo se da en Bolivia, sino en el mundo, por lo que hay que sobrellevar la situación.
Respecto a este punto, Casas señaló también que, en conversaciones con las autoridades del Ejecutivo, estas se comprometieron a hacer todas las gestiones necesarias para que los dólares no falten a los importadores.
“Esperemos que las autoridades puedan hacer lo más rápido posible estas gestiones para que no falten los dólares a todas las importadoras de las empresas farmacéuticas”, dijo.
Josep Lino, gerente de la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol), en una entrevista anterior con Visión 360, informó que la industria nacional de medicamentos cubre hasta un 60% de la demanda que se genera en el ámbito institucional, es decir, en las cajas de salud, debido a que existe una normativa que prioriza la industria nacional en ese ámbito. Por otro lado, atiende en un 40% al sector privado, al que pertenecen las farmacias que adquieren productos nacionales combinados con los importados.
El gerente de Cifabol explicó que la demanda y por tanto el abastecimiento varían de acuerdo con, por ejemplo, las adquisiciones, la temporada y principalmente las pandemias que se presenten. Es así que cuando es invierno o hay bajas temperaturas, la población se resfría, entonces requiere antigripales y todos los medicamentos necesarios para tratar el contagio.
El 28 de agosto del pasado año, y con el objetivo de solucionar, el Gobierno anunció la reducción a cero del arancel de importación de medicamentos, medida vigente hasta el 31 de diciembre de 2024, que después fue ampliada hasta el 31 de marzo de 2025. La disposición fue resultado del diálogo que sostuvo el Ejecutivo con los empresarios privados; sin embargo, no logró un impacto en el ingreso de medicamentos al país.
De acuerdo con un informe de verificación que realizó la Defensoría del Pueblo en febrero de este año, en los hospitales de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, habilitados para la atención a pacientes con cáncer, se evidenció como un común denominador la deficiencia en la provisión de medicamentos requeridos para seguir los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Ante la información que se recolectó en este trabajo, el Defensor del Pueblo señaló que, si bien existe atención a los pacientes, preocupa que los problemas de provisión de medicamentos oncológicos persistan, pese a la aplicación de los protocolos emitidos por el Ministerio de Salud y Deportes, dentro del Programa Nacional de Lucha Contra el Cáncer. “No se puede permitir que los pacientes estén comprando sus propios medicamentos cuando estamos en situación económica muy difícil y es importante que el Estado pueda salvar esta situación rápidamente”, explicó Pedro Calisaya, defensor del Pueblo.
Este medio gestionó la contraparte ante el Ministerio de Salud, pero desde esta cartera de Estado explicaron que dicho despacho no se encarga de controlar la provisión de medicamentos ni sus precios. Simplemente trabaja en la definición de los fármacos esenciales y precios referenciales a través de la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (Agemed), que es una entidad descentralizada.
De acuerdo con un comunicado del 9 de abril, Cifabol expresó su preocupación por las dificultades que ya se enfrentaban debido a la falta de acceso a dólares para el pago a proveedores del exterior, y los efectos que implica enfrentar sobrecostos en la importación de materias primas, el pago a proveedores de servicios de logística y transporte, así como a los propios proveedores locales, que han aumentado sus precios. La entidad aseveró que el problema no fue resuelto y que se ha ido agravando con el tiempo, al no contar con soluciones de fondo, ya que solo recibieron una insuficiente ayuda del Gobierno nacional en forma de un reducido acceso a divisas.
“La población boliviana debe saber que se han hecho los mayores esfuerzos para evitar que la producción de medicamentos se vea afectada, pero esta coyuntura compleja ha superado nuestras propias capacidades”, señala el documento. Por eso, rechazaron que algunas autoridades intenten minimizar los efectos negativos de la falta de acceso a dólares, las graves dificultades que enfrenta el sector en la coyuntura, así como los esfuerzos que realizan, pretendiendo someterlos a un ambiente de inseguridad jurídica.
El viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Silva, en una conferencia de prensa, manifestó que el aumento de los medicamentos se registró hasta en un 200%, por lo que en ese entonces señaló que los farmacéuticos deben dar una explicación al respecto, porque la situación está afectando a la población.
Mientras tanto, los pacientes, en especial aquellos que sufren enfermedades crónicas, hacen de todo para cubrir los costos de los fármacos que necesitan.
En enero, médicos ya alertaron la escasez de fármacos
En los últimos meses, el desabastecimiento y el incremento de precios han obligado a realizar ajustes en las recetas. En enero, médicos de los hospitales Los Pinos (municipal) y Obrero (Seguro Social), que pidieron guardar sus nombres en reserva, ya alertaron que comenzaron a dar recetas de acuerdo con los fármacos que están disponibles.
En Prosalud Achumani, su director, Jorge Terceros, explicó en enero que la institución compra los medicamentos y que justamente se toparon con el mismo problema que el resto de las farmacias privadas: “Los precios se han disparado”.
“Por lo que trabajamos con lo que se llama una receta incompleta. Es decir, les indicamos que pueden conseguir en nuestra farmacia y donde buscar la otra, o, sabiendo que no pueden comprar toda la receta, les explicamos cuál es el medicamento que más les ayudará”, dijo.
En enero, un equipo de Visión 360 realizó un recorrido por diez hospitales, entre públicos, del seguro social y de convenio en La Paz y El Alto. En todos, los pacientes y familiares consultados coincidieron en decir que peregrinan para conseguir los fármacos y ante el alza de precios, hasta se vieron obligados a gestionar ayuda en los medios de comunicación o instituciones.
Resignación en El Alto
Entre dificultadas para conseguir ficha de atención y la crisis de medicamentos, los pacientes que acuden al Hospital del Norte de la ciudad de El Alto indicaron que ya perdieron toda esperanza, pues tienen que adoptar estrategias para ver su salud atendida. Esta situación se registra desde el mes de enero.
Los problemas no se limitan solo a la falta y alto costo de los remedios, sino también a la posibilidad de conseguir las fichas necesarias para acceder a las consultas.
El superar esta odisea no significa que los problemas terminaron. Al contrario, marca el inicio de uno más problemático: conseguir los medicamentos recetados.
Como sucede en otros centros médicos estatales, los pacientes dependen, en un nivel alto, de la suerte para obtener el remedio necesitado. Los afortunados encontrarán la receta completa en las farmacias del hospital, pero son la minoría.
“Nos dan lo que tienen y del resto me dicen que no les ha llegado todavía, o que directamente no tienen y que tengo que comprarlos de afuera. Lo peor es que esos medicamentos que tengo que adquirir cuestan mucho y ahora está peor”, comentó una de las pacientes.
Todo eso mientras lidian con la falta de información por parte de los profesionales de salud. “Cuando fui a buscar la pastilla a la farmacia había de diferentes precios. No sabía cuál comprar porque el doctor no me ha dicho, había de 3,50, 6,50, 9, 12 bolivianos. Me compré el más barato, igual debe ser pues. Antes la cajita de esa pastilla estaba 70 bolivianos, con 20 comprimidos. Después me han dicho que está a más de 80, ahora 100 creo que ya está, dependiendo de la farmacia. Y cuando ya no tienen del lugar que suelo comprar, a otro tengo que ir y es más caro. Y la señorita me ha dicho que el baratito estuco nomás es”, lamentó otra paciente.
Dólar paralelo se cotiza por encima de Bs 15, lo que afecta las importaciones
De acuerdo con los librecambistas, el dólar paralelo se cotiza por encima de los 15 bolivianos, lejos del cambio oficial de 6,96 bolivianos que maneja el Banco Central de Bolivia (BCB).
La primera vez que se habló en el país de la falta de dólares fue en abril de 2023, después de 2011, cuando comenzó la estabilización del boliviano. En ese entonces se formaron largas filas de personas en las oficinas del ente emisor, en La Paz, con el objetivo de comprar la divisa estadounidense. La gente, incluso, instaló carpas para dormir a fin de adquirir la moneda extranjera.
Luego de un tiempo ya ni los reclamos hicieron que la situación del dólar se normalizara. En ese tiempo, y hasta hoy, solo en el mercado informal se conseguían dólares, pero ya no al cambio oficial.
Una etapa crítica que se vivió a causa de la falta de dólares fue el pasado 10 de marzo cuando el Gobierno admitió que no podía importar combustibles al 100% porque carecía de la divisa, aunque entonces responsabilizó a la Asamblea Legislativa por no aprobar los créditos internacionales por más de 1.600 millones de dólares contraídos de organismos internacionales.
No obstante, no solo fueron afectados los combustibles, sino también todos los productos importados, tales como materiales de limpieza, alimentos enlatados que provienen del exterior, y los medicamentos, un aspecto que toca un punto muy delicado: la salud de la población, la cual se ve en riesgo debido a la falta de fármacos y, en algunos casos, a la imposibilidad de acceder a ellos debido a sus elevados precios.
Una parte de los medicamentos se elabora en el país, pero se necesitan materias primas que son importadas. Por eso, el país no tiene la capacidad de atender toda la demanda de medicinas de la población y, como en otros rubros, depende de la importación.
Aproximadamente entre un 30% y un 50%, hay medicamentos que han aumentado, y algunos podemos decir que han subido mucho más”.
DANIEL CASAS, EJECUTIVO DE FESIRMES“No hay medicación para embarazadas, y hablo de pacientes con cardiopatías, problemas pulmonares y cáncer”.
FERNANDO ROMERO, SIRMES“No hay una mejoría como nosotros deseamos, están subiendo los medicamentos, siguen subiendo”.
SILVIA HEREDIA, ASPROFAR