La Cámara Nacional de Exportadores alerta que Perú y China buscarán otros proveedores si persiste el veto a las exportaciones de carne.
Por Daniel Zenteno
La carne de res aún no puede ser exportada. Foto: ABI
Fuente: La Razón
Oswaldo Barriga, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), reveló que solo el 12% de la carne producida en el país se destina a exportaciones y advirtió que el veto gubernamental a estas ventas externas pone en riesgo mercados estratégicos como China y Perú.
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“La carne es boliviana, se produce para Bolivia, se exportan los excedentes. Estamos hablando que no va más allá del 12% la producción que se exporta”, afirmó Barriga en entrevista con Unitel.
Barriga alertó que el bloqueo a las exportaciones, vigente desde el pasado 5 de febrero, podría hacer que compradores internacionales busquen otros proveedores.
“Mientras se mantenga prohibida la exportación, el chino, el peruano, el comprador de carne va a buscar otro proveedor. Ahí sí le estamos haciendo un daño tremendo al país. Estamos presentando una muy mala imagen como bolivianos al mundo”, sostuvo.
Según sus cálculos, la medida ha generado pérdidas de $us 63 millones y fomentado el contrabando inverso; pese a ello, el Gobierno ratificó el viernes que hasta que el precio de la carne no se regule en el mercado interno, el veto se mantendrá.
Sin embargo, Barriga argumentó que “por la brecha cambiaria y por la restricción de exportaciones, mucha gente inescrupulosa que viene de Perú, de Argentina, de Brasil, de nuestros países vecinos, se lleva la carne de contrabando”. Este flujo ilegal, según el gremio, distorsiona los precios locales.
Por ello, el presidente de la Caneb pidió al Gobierno liberar las exportaciones para generar el ingreso de divisas al país. El año pasado, el país recibió ingresos de aproximadamente $us 200 millones por la venta de carne al exterior, principalmente a China.
Además, en representación de los exportadores, Barriga pidió a las autoridades promover mayor producción y garantizar seguridad jurídica en el campo.
Fuente: La Razón