¿Cuán confiable es el padrón electoral y qué está haciendo el TSE para cuidarlo?


“Circulan rumores de que el padrón tiene 1 millón de fantasmas, o que hay muertos que votan, pero nada de eso es cierto”, dijo el presidente del TSE, aunque reconoció que aún hay temas por subsanar y que fueron observados por la OEA

 

Fuente: Unitel

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, defendió la integridad del padrón electoral, calificándolo como “absolutamente confiable”, a pesar de los rumores persistentes sobre la existencia de “fantasmas” o personas fallecidas que seguirían registradas, Vargas fue claro al desmentir estas acusaciones.



“Circulan rumores de que el padrón tiene 1 millón de fantasmas, o que hay muertos que votan, pero nada de eso es cierto”, dijo el presidente del TSE, aunque reconoció que aún hay temas por subsanar y que fueron observados por la Organización de Estados Americanos (OEA).

El ejecutivo convocó a la ciudadanía a verificar esto por sí misma en los laboratorios del Sereci, un espacio que desde 2020 ha quedado disponible para cualquier interesado, aunque, según el presidente, “nadie lo ha hecho”. La invitación incluye la posibilidad de verificar, a través de la huella digital, si algún pariente fallecido sigue registrado.

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Hassenteufel también recordó que el padrón biométrico se creó en 2010 y ha sido utilizado en diferentes procesos electorales desde entonces, destacando que en el último referéndum, donde ganó el “no”, fue precisamente este padrón el que validó el proceso.

”Si el padrón no fuera confiable, ¿cómo se explicaría el resultado de esa consulta?”, argumentó. A su juicio, las dudas que surgen sobre la confiabilidad del padrón no son más que un eco de las desinformaciones, reforzadas por los rumores que aún persisten en la opinión pública.

La Organización de Estados Americanos (OEA) audito el padrón electoral en 2017 y concluyó que era confiable en un 98.9%, un informe que, según el titular del TSE, debería ser tomado como referencia. “Todo el mundo le cree a la OEA cuando habla del fraude de 2019, pero no le creemos cuando avaló el padrón dos años antes”, comentó la autoridad del TSE.

A pesar de esta controversia, Hassenteufel dijo que el TSE quiso tomar medidas adicionales para fortalecer la confianza en el padrón electoral y, aunque en los últimos años han intentado que organismos internacionales realicen auditorías más exhaustivas del padrón, ninguno hizo una revisión profunda.

A raíz de esta situación, el TSE recurrió a otras alternativas, como el Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL), un organismo latinoamericano especializado en procesos electorales, que envió a un técnico para realizar un análisis preliminar.

La conclusión de este estudio fue que, antes de realizar una auditoría más completa, era necesario llevar a cabo una serie de mejoras y mantenimiento en la plataforma biométrica, ya que los equipos actuales son obsoletos y no permiten un proceso ágil y eficiente.

El ejecutivo reconoció que la falta de actualización en la plataforma es uno de los puntos más críticos en la confianza del padrón, ya que los equipos que inicialmente podían registrar a una persona en minutos, hoy tardan hasta tres veces más.