CRISIS.- El economista y vicepresidente del Concejo Municipal cruceño, José Alberti, alerta sobre el impacto de la devaluación del boliviano, el alza del dólar y la falta de políticas públicas en la profundización de la crisis económica.
El dólar se dispara y la economía familiar sufre porque en cada comida de los más humildes se siente la crisis, según el análisis del economista y vicepresidente del Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra José Alberti
La escalada del dólar y la creciente inflación están golpeando con fuerza a las familias bolivianas. Así lo advierte José Alberti, quien sostiene que el deterioro económico tiene raíces estructurales: “Esta crisis tiene su origen en el despilfarro del gasto público, la falta de inversión y la ausencia de una regulación efectiva de la economía”, afirma.
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La consecuencia más visible: los precios de los productos básicos siguen en ascenso, mientras la moneda nacional pierde valor frente al dólar. “El desayuno, el almuerzo y la cena de las familias bolivianas están empeorando”, lamenta.
EL DÓLAR EN ALZA: DE 19 A 25 Y SIN FRENO
Alberti advierte que la devaluación del boliviano es acelerada y que la población debe prepararse para escenarios aún más difíciles. “Hoy el dólar está a 19, la próxima semana puede estar a 25. Hay que planificar las finanzas del hogar a muy corto plazo”, recomienda.
Frente a este panorama, sugiere a las familias proteger sus ahorros: “Tener bolivianos en cajas de ahorro ya no es seguro. Lo prudente es cubrirse en monedas fuertes como el dólar, el euro o el real”, recomendó.
INCONGRUENCIAS OFICIALES Y SEÑALES ERRADAS
El economista denuncia una contradicción en la política cambiaria del gobierno. Aunque existe un tipo de cambio oficial, el Estado estaría comprando dólares en el mercado paralelo para importaciones, como la de carburantes. “¿Cómo es posible que el mismo gobierno recurra al dólar paralelo? Esto sólo genera más desconfianza”, sostiene.
Además, critica el control de precios aplicado a productos como el pan o el huevo: “Estas medidas agravan la situación. No se puede enfrentar la inflación con controles arbitrarios. Se requiere producción y apertura”.
LO QUE EL GOBIERNO AÚN PUEDE HACER
Alberti cree que aún hay margen para corregir el rumbo, pero urge actuar. Propone medidas inmediatas para recuperar la confianza y estabilizar la economía: Liberar las exportaciones, eliminando trabas que desincentivan la generación de divisas, desregular los mercados, permitiendo el funcionamiento natural de la oferta y demanda, dar señales claras al mercado, incluso antes del cambio de gobierno.
“No tiene sentido esperar a un nuevo gobierno. El actual todavía puede —y debe— tomar decisiones que frenen esta caída”, sostiene.
LA ALERTA SOCIAL: ¿CUÁNTO MÁS PUEDE RESISTIR LA POBLACIÓN?
El impacto de la crisis se siente con fuerza en los sectores más vulnerables. Familias sin ingresos fijos, jóvenes desempleados y trabajadores informales enfrentan una realidad cada vez más insostenible. “Estamos viviendo una crisis de ingresos, pero aún no hemos tocado fondo”, señala Alberti.
El riesgo de movilizaciones sociales aumenta conforme crece el malestar económico. “No hablamos solo de protestas políticas. La gente saldrá a las calles por hambre, por necesidad”, alerta el economista.