La caída de la producción de gas y de líquidos provocó la reducción de la oferta para el mercado interno, en especial de combustibles, lo que muestra la dependencia de los fósiles. Advierten que no sólo faltará gasolina y diésel, sino también Gas Licuado de Petróleo.
Fuente: El Diario
Los analistas del sector de hidrocarburos advierten que Bolivia está en riesgo de colapsar por falta de energía, lo que incidirá en su crecimiento económico. Sectores económicos y expertos en el tema apoyan la idea de una nueva política energética y evitar el desabastecimiento de combustibles.
Los candidatos presidenciales, que se reúnen a iniciativa del empresario Marcelo Claure, no deben olvidar discutir la visión sectorial en energía. El consultor escribió públicamente en su cuenta X dirigida a Claure: No olvidar incluir en su sesión de diálogo la “cuestión energética”, vale decir lineamientos de una Nueva Política Energética (NPE) que contemple la visión de país en generación eléctrica solar, eólica, hídrica; la visión para hidrógeno, centros de datos y energía para Inteligencia Artificial (IA) y la complementariedad con gas natural.
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Necesitamos nueva Ley de Hidrocarburos y nueva Ley de Electricidad.
Desde Estados Unidos, según los mensajes de los que asisten al evento de Claure Bolivia 360, señalan que se tocaron varios temas, entre ellos la importancia de los recursos naturales, como el gas, el litio y el petróleo, pero no se habló de ninguna manera de una nueva política energética.
En el evento, el experto en hidrocarburos, Álvaro Ríos, dijo que los bolivianos tienen que prepararse “a cocinar con leña”, debido al agotamiento de los recursos gasíferos y el Gas Licuado de Petróleo (GLP). “El país está quedando sin energía”, advirtió.
El Balance Energético Nacional 2006 – 2021, elaborado por el Ministerio de Hidrocarburos y Energía, muestra que desde el ingreso al gobierno el Movimiento al Socialismo (MAS) vivió del gas, y era la principal fuente de energía y generación de recursos, sin diversificar las fuentes alternativas.
En ese marco, el documento del Ministerio de Hidrocarburos indica que la producción de energía primaria estuvo mayormente dominada por la producción de Gas Natural que en el año 2021 representó el 80,68% de la producción total.
“En efecto, en el período 2006-2021 la producción de energía primaria en Bolivia, presentó una tasa de crecimiento de 18,83% (de 105 mil 833 a 125 mil 765 Kbep3), el cual se explica por la actividad extractiva de Gas Natural, así como de Petróleo/Condensado y Gasolina Natural. Aunque la participación conjunta de Biomasa e Hidroenergía (energías renovables 4) ha sido significativa, el crecimiento en el período 2006-2021 fue del 32,42% (6 mil 856 Kbep a 9 mil 078 Kbep)”, señala el documento.
Para el año 2021, la producción de energías alternativas o fuentes renovables (energía Eólica y energía Solar) generaron una producción total de 291 Kbep (Kilo Barril equivalente de petróleo (KBEP) son miles de unidades de energía equivalente, aproximadamente, a la energía liberada durante la quema de un barril (42 galones estadounidenses de petróleo crudo).
A pesar de los anuncios de diversificar las fuentes alternativas de producción de energía, la situación no cambió, pues a la fecha la producción de energía proviene de las termoeléctricas de alrededor del 50%, el resto se divide entre hídrica, eólica y solar, así como biomasa.
El Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) reporta que, a marzo de 2025, la producción bruta en centrales de generación, se distribuyó de la siguiente manera: hidroeléctrica 38.55%, termoeléctrica 56.81%, eólica 1.90% y solar 2.75%.
Caída e importación
La caída de la producción de gas de 60 millones de metros cúbicos día en 2014 a 28 MMmcd en 2025, y la tendencia puede seguir cayendo, a pesar de los anuncios gubernamentales de aumentar la producción con el plan de exploración, que a la fecha solo destacó Mayaya.
De acuerdo con el economista y analista del sector de hidrocarburos Jaime Balanza, en Conversatorio 365, la caída empezó en la gestión de Jorge Quiroga, al levantar la obligatoriedad a las empresas petroleras transnacionales de explorar un pozo por parcela.
A partir de la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, la perforación de pozos fue cayendo más y a lo largo de los más de 20 años de Gobierno del MAS, no se logró reponer las reservas que gastó y vendió, a pesar de los recursos que recibió en más de 45.000 millones de dólares.
Centro
Bolivia retrocedió en su intención de convertirse en el centro energético y se lo pasó a la Argentina, que con el yacimiento de Vaca Muerta empezó a dejar de comprar gas boliviano, por lo que empezó a exportar a mercados de Brasil y Chile.
Exautoridades de la Empresa Nacional de Electricidad (Ende) en el gobierno de transición de Jeanine Añez plantearon impulsar los proyectos hidroeléctricos Ivirizu (Cochabamba) y Miguillas (La Paz) para aumentar las exportaciones de gas a mercados vecinos en 50 millones de dólares.
Crisis energética
Mientras tanto, para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero Torrejón, hay crisis energética, pero también déficit comercial cambiario y fiscal, Reservas Internacionales al límite, es decir poca liquidez y un endeudamiento público, que, de acuerdo a fuentes internacionales, está alrededor del 90% del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, detalló que el crecimiento económico está ralentizado, estancado y un proceso inflacionario al alza que afecta a nivel de la economía macro y micro; lamentó que ante este panorama no haya respuestas oportunas.
Señaló que el modelo económico del MAS está agotado. “(…) Sin dólares, sin carburantes, con una economía en crisis, debido a que no existe certidumbre en lo político y económico, será difícil salir de la misma”, alertó.
Por otra parte, “el crecimiento del PIB 2022 fue anunciado el 09 de mayo del 2023. El crecimiento 2023 fue anunciado el 06 de mayo del 2024. Hoy estamos a 22 de mayo y aún no sabemos el crecimiento 2024”, escribió Andrés Pucci en su cuenta @andrespucci, la semana pasada.
Sin embargo, en noviembre de 2024, Raúl Velásquez, especialista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo; Gonzalo Colque, investigador de Tierra; y Gustavo Rivadeneira, asesor y expresidente de la Cámara Nacional de Transporte compartieron sus perspectivas sobre la creciente dependencia de los combustibles importados, la viabilidad de los biocombustibles y los impactos de esta crisis en la economía y la ciudadanía dentro de un panel que analizó en detalle la crisis energética. Las exposiciones de los panelistas ofrecieron un panorama contundente: Bolivia enfrenta una encrucijada energética que requiere de soluciones innovadoras y políticas efectivas para asegurar su futuro energético y económico, destaca una nota de la Fundación Tierra.
Fuente: El Diario