Quiebre plurinacional y estropicio republicano


 

 



 

Es evidente que el político práctico no puede convertirse en filósofo ni en científico político o politólogo, para lo cual se requiere una capacidad y un tiempo que muchos bolivianos no tienen, porque la actitud científica exige preparación, vocación y una dedicación que casi es incompatible con la vocación política.

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Hay dos formas de hacer política, ‘vivir para ella’ o ‘vivir de ella’, y entre ambas hay una diferencia profunda, ya que el que ‘vive de ella’ se pone en un nivel mucho más burdo, y en Bolivia abundan como hongos, en cambio, quien ‘vive’ para la política cuenta con una situación económica independiente de aquellos ingresos que pueda percibir de ella. Esto quiere decir que, quienes carecen de economía no pueden lanzarse a la carrera política sin aceptar, junto con los azares del oficio, la inseguridad financiera, y de yapa, la inseguridad jurídica.

En los siglos XIX y XX, los republicanos, conservadores y nacionalistas, elaboraban catálogos de consejos sobre el arte de gobierno, después desarrollaron programas de Estado, y en ambos santiamenes, presentaban elementos de desarrollo, innovación y creatividad, lo que no ocurre en el actual Estado Plurinacional, porque la dirigencia del MAS, que se consideran ‘jefes’, amenazan cual si fuera un cártel que aglutina a mafias.

La actual coyuntura económica, política y social no está para que trastornados dirigentes del masismo amenacen a militares y policías, además de la toma de viviendas de algunos servidores públicos, o los que ‘viven de ella’ nos cuenten cuentos de uno o cien días ¡carajo!, o que quieran endeudar a los bolivianos con 11 mil millones de dólares adicionales acudiendo al Fondo Monetario Internacional, mientras el gobierno, que también es del MAS, mira desde el helipuerto del mamotreto de la indecente Casa Grande.

A eso se suma, el bloqueo de caminos iniciado por instrucciones del deshonesto expresidente Morales y de sus seguidores que, como piedras sin sexo, sin que les importe la paupérrima situación de los hermanos campesinos –que cada día están más hundidos por la pésima conducción del Estado y la aventura política del gobierno del MAS– al que, lamentablemente, han estado respaldando los que viven de la política, como los expresidentes Tuto Quiroga, Eduardo Rodríguez, los ex ministros Doria Medina y Félix Patzi  y el Alcalde Johnny Fernández que, en su nueva e insolente codicia, han incluido en sus listas de asambleístas a hermanos, hijos, yernos, novias de sus candidatos, sobrinos y cuñados políticos, lo que  evidencia, una vez más, que viven de la política y ven en las instituciones públicas como la forma más rápida de salir de sus apuros económicos, favoreciendo el enriquecimiento ilícito de sus familiares o vaciando las bóvedas del Banco Central de Bolivia, empeñando el oro que es de propiedad de todos y no es del MAS ni de sus compañeros y serviles, de yapa, nos hacen pasar hambre y miseria porque el gobierno es incapaz de tener el control y trabajar para el bienestar de todos.

Hago votos porque a partir del 8 de noviembre, las cosas cambien para bien de todos los que vivimos en Bolivia, y así tengamos la oportunidad de frenar la inflación con firmeza, garantizar la provisión de combustible, apostar por el turismo, la agricultura, liberar las autonomías, reconstruir el Estado con reglas claras y con orden, convirtiendo a Bolivia en un centro logístico importante, impulsar la diplomacia del desarrollo, en síntesis, que los bolivianos tengamos la oportunidad de transformar el país por el bien de todos, con honradez y honestidad intelectual.

 

* El autor es Abogado y docente en la UMSS