Candidatura de Andrónico Rodríguez tropieza con pérdidas, procesos y pugnas


Fuego cruzado con el evismo; distancia y presiones desde el arcismo. La andadura del presidente del Senado como precandidato presidencial no está exenta de obstáculos. Es el precio a pagar en la búsqueda de la renovación del masismo

El presidente del Senado no la tiene fácil en el camino para consolidar su candidatura presidencial. Sus simpatizantes anuncian sorpresas
El presidente del Senado no la tiene fácil en el camino para consolidar su candidatura presidencial. Sus simpatizantes anuncian sorpresas

 

Fuente: El Deber



El camino en solitario de Andrónico Rodríguez, en procura de consolidar su candidatura a la Presidencia de Bolivia y hacerse con la genuina representación de un Movimiento Al Socialismo (MAS) renovado, hasta el momento está signado por tres “P”: Procesos, pérdidas y pugnas.

Procesos, porque desde su proclamación ha tenido que ver cómo las denuncias arreciaron contra el Movimiento Tercer Sistema (que lo cobijó en un primer momento), contra su asesor jurídico y contra su jefe de campaña. Pérdidas, porque ya tuvo que resignar una alianza y, al parecer,está próximo a perder otra. Y pugnas, porque internamente tiene que lidiar con las exigencias de militantes y simpatizantes difíciles, y, externamente, porque desde diversos frentes parecen decididos a ponerle todos los obstáculos posibles.

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Por años, Rodríguez fue considerado el delfín político de Evo Morales. Surgido del bastión sindical cocalero del trópico de Cochabamba, su ascenso fue meteórico. A los 31 años, ya presidía la Cámara de Senadores, y para muchos, era el rostro joven que renovaría al MAS. Sin embargo, el año pasado todo cambió. Rodríguez rompió públicamente con Morales y se alejó del presidente Luis Arce Catacora. A partir de entonces, inició una accidentada carrera en solitario, intentando consolidar una candidatura presidencial propia.

La tercera vía

La travesía de Rodríguez, para reinventarse fuera del aparato masista, ha estado marcada por grandes obstáculos, que no sólo han puesto a prueba su viabilidad electoral, sino que también revelaron las profundas fracturas en el oficialismo.

El primero fue la ruptura con Evo Morales, que representó un quiebre con el núcleo duro del poder cocalero y con la maquinaria política del MAS. El distanciamiento comenzó a mediados de 2023, pero el punto crítico llegó en 2024, cuando Rodríguez declaró que el MAS debía renovarse sin Evo ni Arce como candidatos.

De inmediato y en coro, legisladores evistas como Renán Cabezas, Leonardo Loza y Héctor Arce, llamaron traidor al presidente del Senado y este fue prácticamente expulsado de los círculos del expresidente.

Por el lado del arcismo, la ruptura se notó cuando Rodríguez fue privado del respaldo del oficialismo y, desde filas de legisladores leales a Luis Arce se lo acusó de trabar leyes.

Rodríguez se vio obligado a encontrar un nuevo vehículo político para su candidatura. Su primera opción fue el MTS, con el que se anunció un preacuerdo para lanzar su postulación desde esa sigla, pero el Tribunal Supremo Electoral (TSE) recibió denuncias que cuestionaban la legalidad y vigencia de esta fuerza política. En cuestión de días, el MTS fue cancelado.

Su segunda tentativa va con Unidad Cívica Solidaridad (UCS). Aunque hay acercamientos formales y públicos, hasta el momento no se cierra el acuerdo.

Según fuentes internas, las negociaciones se trabaron por espacios en las listas de candidatos y porque desde UCS quieren concertar un gran bloque de “frentes del movimiento popular” que incluya al MAS de Arce Catacora, bajo la lógica de que sólo de la mano del Gobierno, UCS podrá mantenerse en el ruedo, debido a que enfrenta varias denuncias que ponen en riesgo su vigencia como partido. Esta opción es descartada por el androniquismo, por sus diferencias al parecer irreconciliables con el ala de Luis Arce.

Pros y contras

A pesar de las dificultades, Rodríguez no abandona su objetivo. Sigue en diálogo con la UCS, pero también hay otras organizaciones con las que mantiene comunicación. Además, sectores juveniles, actores comunitarios, representantes de gremios y dirigentes de sectores sociales le brindan su apoyo, convencidos de que representa un cambio, para bien.

Jerjes Justiniano, exrector de la  universidad Gabriel René Moreno, dijo en varias oportunidades que la figura de Rodríguez representa la renovación de la izquierda boliviana, pero precisa crear las condiciones para unificar a toda la izquierda en un solo proyecto político, algo que no hizo el MAS.

Y sectores numerosos, como las bartolinas, campesinos y mineros, también han expresado su respaldo a la candidatura de Andrónico, al punto de declararse en emergencia y movilización permanente ante el riesgo de que su candidatura se vea afectada.

Pero también hay posiciones en contra. El analista político Carlos Toranzo, en declaraciones recientes, ha señalado que no se pueden esperar grandes cambios con quien “ha crecido políticamente en el Chapare”, “está formado en la lógica de guerra de la dictadura sindical” o “está formado por (Evo) Morales a su semejanza autocrática”.

Por ahora y a pesar del apoyo que recibe de sus bases, la candidatura del presidente del Senado se sostiene sobre una frágil estructura y una narrativa de alerta. A medida que se acercan los plazos fatales para formalizar su postulación ante el TSE, su gran reto será transformar esa narrativa en una opción viable para esos sectores que no confían ni en el MAS ni en la oposición. Rodríguez apuesta todo a que su camino en solitario pueda llevarlo al sillón presidencial el 17 de agosto.

Fuente: El Deber