El empresario ya había calificado la iniciativa “abominación repugnante”, evidenciando así su malestar con el Gobierno desde su salida.
Fuente: Infobae
Elon Musk intensificó nuevamente su campaña contra la ley fiscal promovida por el presidente Donald Trump y llamó este miércoles a los estadounidenses a contactar a sus legisladores para “matar” el proyecto. En su cuenta de X, Musk instó a que “llamen a su senador, llamen a su congresista. ¡Arruinar a Estados Unidos NO está bien!”, en un intento por promover el rechazo de los legisladores al proyecto, apenas un día después de que lo calificara de “abominación repugnante”.
Es “un proyecto de ley de gastos del Congreso, masivo, escandaloso y electoralista (…) debería darles vergüenza a quienes votaron a favor: saben que lo han hecho mal. Lo saben. Lo siento pero ya no lo soporto”, escribió la víspera en sus redes sociales. Pese a estas críticas, la Casa Blanca reivindicó la legislación en un comunicado emitido en las últimas horas, en el que insistió en que la medida abriría un período de crecimiento económico sin precedentes. “Según todos los parámetros honestos, el proyecto de ley One Big Beautiful Bill del presidente Donald J. Trump mejora drásticamente la trayectoria fiscal de Estados Unidos”, se lee en el escrito, que procura incluir el lenguaje típico del mandatario para describir sus proyectos.
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Trump, junto con los legisladores del Partido Republicano, busca acelerar la aprobación de un paquete que incluye significativas exenciones fiscales y un aumento del gasto en defensa. Su fecha límite para conseguir la luz verde es el 4 de julio, según informaron.
El plan ya fue aprobado por la Cámara de Representantes y se encuentra ahora bajo escrutinio de los senadores, no libre de objeciones de los demócratas.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estimó este miércoles que la versión del proyecto de ley aprobada por la Cámara podría añadir 2,4 billones de dólares al déficit presupuestario a lo largo de la próxima década, además de preverse un aumento del déficit en alrededor de 600.000 millones de dólares en el próximo año fiscal.
Es por ello que senadores como Rand Paul han advertido que “el Partido Republicano será dueño de la deuda una vez que vote a favor de esto” y adelantaron, por tanto, que no votarán en favor.
Además, varios demócratas utilizaron las críticas de Musk para reforzar su oposición al plan.
“Incluso Elon Musk, quien ha participado en todo el proceso y es uno de los aliados de Trump, dijo que el proyecto de ley es malo. Podemos imaginarnos lo malo que es este proyecto de ley”, declaró el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer.
Pese a estas cifras, el bando republicano ha asegurado que la medida no afectará el futuro económico del país, sino que le permitirá encaminarse nuevamente en el sendero del crecimiento.
Así, por ejemplo, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, defendió que “los recortes fiscales se pagarán con el crecimiento económico” y sumó que “mi amigo Elon está terriblemente equivocado” en sus comentarios, en tanto que el líder republicano en el Senado, John Tune, sostuvo que elevar el techo de la deuda -que podría alcanzarse entre agosto y septiembre- es imprescindible y que “el fracaso no es una opción”.
Musk, quien pasó 129 días al frente de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dejó su cargo en el gobierno la semana pasada y, desde entonces, ha estado manifestando cada vez más su descontento con la Administración republicana, de la que supo ser un importante aliado.
En las elecciones de 2024, el empresario destinó alrededor de 290 millones de dólares a donaciones políticas, mayormente a figuras del bando rojo, incluyendo una notable contribución a la campaña de reelección de Trump. Sin embargo, su reciente oposición a la ley ha sembrado dudas sobre si continuará apoyando al partido en las elecciones de mitad de mandato de 2026.
La retirada potencial de su apoyo podría tener repercusiones significativas, dado que ha sido un financiador clave para varios candidatos al Congreso.
America PAC, un comité en gran medida financiado por Musk, ha gastado 18,5 millones de dólares apoyando a 17 campañas para la Cámara de Representantes, una cifra considerable en el contexto de elecciones al Congreso, donde los candidatos suelen recaudar menos de un millón de dólares.