La doble moral de María Galindo se viste de incoherencia política


Galindo exige a Andrónico que quite a Mariana Prado de su fórmula por haber declarado en un proceso judicial por feminicidio, acusándola de “protectora de feminicidas”. Pero guarda un silencio cómplice frente al apadrinamiento y la lealtad que el mismo Andrónico rinde y promete públicamente a Evo Morales, acusado de estupro, trata y tráf¡co de menores. ¿Eso no le quita votos? ¿Eso no debería indignarla?

La autoproclamada enemiga del patriarcado hoy bendice al heredero político del patriarca por excelencia. ¿Dónde quedó su defensa de las niñas? ¿Dónde su indignación frente a los abusos sexuales desde el poder? Ah, claro, eso no conviene al financiamiento de su radio, pues el dinero para sus actividades y las de su radio, siempre ha venido del poder, bajo el ala de la doctrina de izquierda internacional que hoy sostiene a quienes ella misma debería estar denunciando.



Tanta dureza con Mariana Prado, una mujer que solo cumplió con su deber de presentarse ante una citación fiscal. Tanta saña contra una mujer, mientras aplaude y protege al delfín de un hombre acusado de crímenes sexuales.

María Galindo demuestra que su feminismo tiene nombre y apellido: es selectivo, oportunista y funcional al poder masculino que dice combatir. No hay lucha válida cuando se acosa políticamente a mujeres por declarar y se aplaude, ofreciendo consejos y anhelando triunfos a los hombres que ofrecen impunidad a los que abusan de las niñas.

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Ese no es feminismo: es conveniencia disfrazada de lucha.

Nadia Beller