El presidente del Senado logró la rehabilitación de su sigla por parte del Tribunal Constitucional, mientras que el liberal Dunn lucha con la Contraloría para llegar a tiempo el 3 de julio
Fuente: El País.bo
Hay tres teorías sobre lo que aparentemente pasó el jueves, horas antes de que el Tribunal Constitucional Plurinacional liquidara a Pan – Bol, el partido que aspiraba albergar a Evo Morales y sus aliados, y rehabilitara al Movimiento Tercer Sistema (MTS) de Félix Patzi que conforma la Alianza Popular, que lleva a Andrónico Rodríguez como candidato.
La primera es la de que Andrónico y compañía hayan pagado una cantidad estratosférica de dinero por su habilitación, pero esa no se puede afirmar sin pruebas ni por si acaso y no lo haremos en este diario.
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La segunda es que el gobierno, el Tribunal Supremo Electoral y el propio Tribunal Constitucional olieron el miedo puro y duro conforme las protestas del evismo fueron creciendo, ya ni siquiera pidiendo la habilitación sino directamente la caída del presidente Luis Arce. Y es que la combinación de bloqueos, aunque solo fuera en el Chapare y algunos puntos estratégicos del occidente, y el creciente malestar por las crisis que padece el país, tanto por el incremento de precios de productos básicos como por el desabastecimiento de combustibles, podía desatar una espiral de violencia de consecuencias impredecibles. Dejar una salida al bloque popular diferente de Evo Morales, aun bajo la sospecha de la digitación de Álvaro García Linera y con Mariana Prado de vicepresidenta es sin duda la apuesta más inteligente para desinflar la protesta, canalizar elecciones y mantenerse en el cargo al menos hasta noviembre.
La tercera es la que sostiene que ha habido un pacto con el presidente Luis Arce, en el entendido de que es él quien sigue controlando al TCP y al TSE, lo cual es mucho suponer dados los resultados de las encuestas y su declinación de candidatura. Se supone que en el pacto estaría inmunidad futura y tal vez la aprobación de unos pocos proyectos de ley y autorizara unos créditos que al menos permitieran aliviar la situación de emergencia que se vive por la escasez de dólares. Los que se van a máximos aseguran que el litio está en la canasta, pero aun así, no es seguro que alcancen los votos mientras el evismo siga en pie de guerra con quien fuera su niño mimado.
Como fuere, Andrónico Rodríguez venció en el pulso y hoy es candidato a las elecciones. Acto seguido rompió su silencio, un silencio que se había prolongado casi dos semanas y que había empezado a inquietar a sus simpatizantes y a convertirse en estado de mofa para sus competidores. “Un líder que no habla”.
Su discurso sin embargo fue meridianamente claro, trazando una posición que sin embargo, es la que viene defendiendo desde el primer día: unidad de las bases, pero también ofreció una renovación de objetivos y una mirada crítica al propio proceso, siempre colmado de complacencia y retórica revolucionaria sin que esta se haya plasmado en cambios reales. En medio del fatalismo generalizado, la propuesta de Rodríguez movió otras cosas.
El plan de Dunn
Mientras, las encuestas de Unitel del pasado domingo tiraron por tierra lo “avanzado” en Boston de la mano de Marcelo Claure, pues Samuel Doria Medina y Tuto Quiroga quedaron en un mano a mano con el empate técnico a 19, ambos cinco puntos por encima del por entonces candidato suspendido Andrónico Rodríguez. Demasiado para que ninguno de los dos se retire y, a la vez, con un 40% de base, haciendo inexplicable la división estando tan cerca de la mayoría absoluta.
Los votantes de Jaime Dunn rápidamente advirtieron de la trampa. Los votos del candidato estrictamente liberal y que asume el papel de outsider no ha sido aún testeado en competencia real, pues la cadena del Grupo Monasterios prefirió medir solo a los candidatos realmente inscritos ante el TSE, y Dunn no lo está. En ese marco, se supone que su voto se ha ido a Tuto, pero nadie lo reconocería, porque además puede ser un ejercicio inútil: Dunn pleitea con la maquinaria de la Contraloría General del Estado por unas multas y procesos administrativos menores de hace 18 años, cuando era Oficial Mayor de la Alcaldía de El Alto, por unos montos menores que a nadie le importaron en todo este tiempo. Pero ahora sí. El plazo para que pueda ser inscrito tras la renuncia del titular provisional de Nueva Generación Patriótica (NGP) debe darse antes del 3 de julio. Dunn pide tranquilidad, pero nadie de su entorno la tiene.
Mientras, aquellos que se habían hecho ilusiones de ganar al fin aunque fuera por incomparecencia de los rivales, ya que se atribuía al gobierno este tipo de acciones para beneficiar a un candidato que no levanta, van a tener que emplearse a fondo.
Fuente: El País.bo