Tesla reestructura su proyecto de robot humanoide tras la salida de un alto ejecutivo


Tesla está viviendo una etapa de transición dentro de uno de sus proyectos más ambiciosos: el desarrollo de su robot humanoide Optimus. Milan Kovac, quien hasta ahora dirigía este programa, ha anunciado su salida de la compañía después de casi una década. Su renuncia se debe, según sus propias palabras, a motivos personales: quiere pasar más tiempo con su familia en el extranjero.

Kovac, un ingeniero de alto nivel que anteriormente lideró partes clave del desarrollo de Autopilot, asumió la responsabilidad del proyecto Optimus en 2022, y en 2024 fue nombrado vicepresidente a cargo del mismo. Durante su gestión, supervisó tanto el diseño mecánico como el software que une a Optimus con otras tecnologías de Tesla.



El futuro de Optimus: miles de robots en fábricas

La salida de Kovac ocurre en un momento especialmente importante para el proyecto. Elon Musk ha asegurado que Tesla tendrá miles de robots Optimus operando en sus propias fábricas antes de que acabe el año. La ambición es clara: no solo se busca usar estos robots internamente, sino también producirlos a gran escala, con la intención de alcanzar millones de unidades anuales lo antes posible.

Este objetivo plantea una serie de desafíos técnicos y logísticos, ya que pasar del prototipo al despliegue masivo de robots autónomos en ambientes industriales no es tarea sencilla. Como referencia, diseñar un robot que camine es un reto de ingeniería considerable; ahora imagina uno que además interactúe con máquinas, manipule objetos con precisión y trabaje junto a humanos sin riesgos.

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Ashok Elluswamy toma el relevo

Para cubrir la vacante, Tesla ha designado a Ashok Elluswamy, actual vicepresidente del área de software de inteligencia artificial, como nuevo responsable del proyecto Optimus. Elluswamy ya tiene una trayectoria sólida dentro de Tesla, y su experiencia en sistemas de IA lo posiciona como un perfil ideal para liderar esta etapa de evolución del robot humanoide.

Su rol anterior incluía el desarrollo del software que conecta tanto a Autopilot como a Optimus, lo que significa que ya estaba profundamente involucrado en la arquitectura técnica de ambos productos. Esta continuidad puede facilitar que el proyecto mantenga su ritmo, especialmente en áreas tan sensibles como la toma de decisiones en tiempo real y la seguridad operativa de los robots.

Implicaciones de esta transición en Tesla

Cambiar de líder en medio de una fase tan crítica puede interpretarse de diversas formas. Por un lado, es una pérdida importante: Kovac conocía al detalle los sistemas y equipos. Por otro, puede suponer una oportunidad para acelerar algunas líneas de desarrollo, ya que Elluswamy podría aportar una perspectiva más integrada con la IA y los datos.

En un contexto donde Tesla compite con otras empresas que también están apostando por la robótica humanoide, como Figure y Agility Robotics, el tiempo de reacción y la capacidad de escalar son factores determinantes. Tener una estructura sólida y adaptable puede marcar la diferencia entre liderar el mercado o simplemente seguirlo.

Más allá del hardware: el valor del software compartido

Una de las grandes ventajas competitivas de Tesla es su enfoque en el software como base común entre diferentes productos. Tanto Optimus como los coches autónomos comparten gran parte del núcleo de IA, sensores, y algoritmos de aprendizaje.

Esto permite, por ejemplo, que las mejoras realizadas en el sistema de visión o en la predicción de movimientos para Autopilot beneficien también a Optimus. Es una especie de economía de escala del conocimiento, donde cada avance repercute en múltiples frentes.

Como si una familia usara una misma receta para cocinar distintos platos, Tesla aplica un conjunto de herramientas tecnológicas para resolver problemas muy distintos: desde conducir en autopistas hasta levantar cajas en una fábrica.

¿Qué esperar en los próximos meses?

Con el liderazgo de Elluswamy, es probable que el proyecto Optimus tome un rumbo aún más centrado en la integración de IA avanzada, procesamiento de datos y toma de decisiones autónoma. Será interesante observar cómo Tesla consigue equilibrar la innovación tecnológica con la fiabilidad necesaria para que un robot trabaje codo a codo con humanos.

Musk ha reiterado en varias ocasiones que Optimus no es solo un experimento, sino un producto estratégico. Si logra producirse a gran escala y operar de forma segura y eficiente, podría tener implicaciones significativas para la automatización del trabajo físico en fábricas, almacenes y otros entornos industriales.

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