En una entrevista con RadioTimes, el actor surcoreano profundizó en la dimensión social y humana que atraviesa la serie, destacando la evolución de su personaje y la importancia de la reflexión colectiva frente a los desafíos contemporáneos.
Por Dante Martignoni
Fuente: Infobae
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El regreso de Lee Jung-jae como protagonista de El Juego del Calamar marca un nuevo hito en la televisión global. El próximo 27 de junio de 2025, Netflix estrenará la tercera y última temporada de la serie surcoreana que revolucionó el entretenimiento.
Según RadioTimes, la expectativa en torno al desenlace refleja no solo el impacto de la producción, sino también el crecimiento profesional y personal del intérprete, quien ha pasado de ser una estrella local a convertirse en un referente internacional de la cultura coreana.
De estrella local a figura internacional
Antes de El Juego del Calamar, el protagonista de 52 años ya era un actor conocido en Corea del Sur por papeles sofisticados, de corte elegante, en roles comparables al estilo de James Bond.
No obstante, su interpretación de Seong Gi-hun, un hombre desaliñado y endeudado, sorprendió a sus seguidores, algunos de los cuales incluso impulsaron campañas en redes sociales para recuperar su imagen glamorosa.
El éxito internacional de la serie impulsó su carrera: hizo su debut en una producción internacional en inglés interpretando al Maestro Jedi Sol en la serie The Acolyte, parte del universo Star Wars.
Además, apareció en programas estadounidenses como The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, fue nombrado embajador global de Gucci y compartió eventos con figuras como Leonardo DiCaprio.
RadioTimes también destacó su faceta empresarial: es dueño de una cadena de restaurantes italianos en Seúl, coleccionista de arte y cofundador de la agencia de talentos Artist Company.
Gi-hun: del antihéroe al líder
El personaje de Seong Gi-hun tuvo una evolución marcada a lo largo de las temporadas. En la primera entrega, se presenta como un hombre desesperado y endeudado, único sobreviviente de un juego mortal que dejó 455 víctimas.
En la segunda temporada usa el premio de USD 33,11 millones para formar un pequeño grupo con el objetivo de enfrentarse a los organizadores del juego.
Esta transición de antihéroe a líder decidido es central en la narrativa. Lee Jung-jae explicó que Gi-hun se convierte en un referente para otros concursantes, dispuesto a sacrificarse por los más vulnerables, una dimensión que añade profundidad al personaje y refuerza el atractivo de la serie.
Sorpresas en la tercera temporada
Sobre la nueva temporada, el actor adelantó a RadioTimes que “la tercera temporada está llena de giros y vueltas inesperadas”.
El actor amplió su reacción inicial y también reveló: “Cuando leí el guion, hubo muchas idas y vueltas, estaba lleno de sorpresas para mí. No podía creer lo que estaba leyendo”.
También expresó su expectativa por el desarrollo narrativo: “Sentía mucha curiosidad por las decisiones que tomarían los personajes. La historia está llena de sorpresas, con muchos cambios, transformaciones y nuevos personajes“.
Aunque los detalles de la trama se mantienen bajo estricta confidencialidad, estas pistas aumentan la expectativa entre los seguidores, que esperan un final a la altura del fenómeno global que representa El Juego del Calamar.
Un mensaje para la sociedad
Más allá de su estética distintiva y su violencia explícita, la serie plantea preguntas profundas sobre la naturaleza humana y la posibilidad de redención. Según Lee Jung-jae, el mensaje principal de la serie es: “Todos debemos trabajar juntos para crear una sociedad mejor”.
Considera que el entretenimiento, además de divertir, debe motivar a la reflexión social. “Espero que cuando la gente vea el la última temporada puedan cambiar sus pensamientos y su comportamiento para que podamos avanzar hacia una sociedad mejor”, expresó el surcoreano a RadioTimes.
El actor también reflexionó sobre la naturaleza humana: “Las personas son innatamente buenas, pero hay circunstancias que las hacen egoístas”. También defendió el valor del remordimiento como vía para el cambio: “Incluso si han hecho algo mal creo que es importante que les demos otra oportunidad”.
Embajador de la cultura coreana
Con el reconocimiento internacional, Lee Jung-jae asumió el rol de embajador de la cultura coreana. En la entrevista con RadioTimes, expresó su deseo de que el interés global no sea una tendencia pasajera: “Espero que esto sea solo el comienzo de que la gente tome conciencia de la cultura coreana”.
Resaltó el creciente interés por la gastronomía y las costumbres del país, y recomendó visitarlo por su seguridad y hospitalidad. Subrayó, además, la importancia de seguir promoviendo la cultura coreana para consolidar su atractivo global.
El fenómeno global de El Juego del Calamar: cifras, premios y récords
Desde su estreno en 2021, la serie se posicionó como el mayor éxito de Netflix, alcanzando el primer lugar en el top ten de la plataforma en 94 países, incluidos Estados Unidos, India y Brasil.
De acuerdo con RadioTimes, más de 142 millones de hogares vieron la serie, que acumuló 1.650 millones de horas de visualización durante sus primeros 28 días.
Este impacto sin precedentes se tradujo en reconocimientos históricos: Lee Jung-jae fue el primer hombre asiático en recibir un Emmy en horario estelar como actor principal en una serie dramática, y el creador Hwang Dong-hyuk se convirtió en el primer asiático en ganar en la categoría de mejor dirección.