«Estoy profundamente alarmado por el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos contra Irán hoy. Se trata de una peligrosa escalada en una región que ya está al borde del colapso, y una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales», declaró Guterres.
Fuente: BBC News Brasil
«La única solución es la paz.»
Con estas palabras, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó este domingo la decisión de Estados Unidos de atacar tres instalaciones nucleares en Irán.
El diplomático también pidió reducir las tensiones en Oriente Medio y advirtió que si el conflicto «se sale de control» podría tener consecuencias «catastróficas» para la humanidad.
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El sábado, Estados Unidos bombardeó las instalaciones nucleares iraníes en Fordo, Natanz e Isfahán.
Con esta acción, el país norteamericano se suma a Israel, que desde el pasado viernes 13 de junio inició una ofensiva contra Teherán con la intención —según el primer ministro Benjamín Netanyahu— de destruir el programa nuclear iraní.
Israel afirma que la posibilidad de que Irán obtenga un arma nuclear supone una amenaza existencial para el Estado israelí.
Irán respondió a los ataques con misiles que alcanzaron varias zonas de Israel, incluidos objetivos militares y civiles.
Los ataques del sábado se producen apenas dos días después de que el presidente estadounidense dijera que tomaría una decisión sobre si apoyaría la ofensiva israelí «dentro de dos semanas».
«Estoy profundamente alarmado por el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos contra Irán hoy. Se trata de una peligrosa escalada en una región que ya está al borde del colapso, y una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales», declaró Guterres.
«Hago un llamamiento a los Estados miembros para que reduzcan las tensiones y cumplan con sus obligaciones en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y otras normas del derecho internacional», añadió.
En un discurso televisado después de la acción militar, Donald Trump calificó los ataques como un «éxito espectacular» que resultó en la destrucción «completa y total» de las tres instalaciones nucleares.
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, reaccionó calificando los bombardeos como una «grave violación» de la Carta de la ONU, el derecho internacional y el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares.
«Los acontecimientos de esta mañana son escandalosos y tendrán consecuencias duraderas», escribió.
Agregó: «Irán se reserva todos los medios para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo».
Netanyahu respondió al ataque felicitando al presidente estadounidense y dijo: «El presidente Trump y yo solemos decir: ‘La paz se alcanza a través de la fuerza’. Primero viene la fuerza, luego la paz».
Rusia condenó la «decisión irresponsable de someter el territorio de un estado soberano a ataques con misiles y bombas, cualesquiera que sean los argumentos esgrimidos», y dijo que el ataque «viola flagrantemente el derecho internacional, la Carta de la ONU y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU», según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
«Trump, quien llegó como un presidente pacificador, ha iniciado una nueva guerra para Estados Unidos», escribió Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, en su canal de Telegram. Añadió que «con este éxito, Trump no ganará el Premio Nobel de la Paz».
China también condenó enérgicamente el bombardeo estadounidense de instalaciones nucleares iraníes.
Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de China publicado en la red X (antes Twitter), «las acciones de Estados Unidos violan gravemente los propósitos y principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional, y han agravado las tensiones en Oriente Medio».
Pekín instó a las partes implicadas —especialmente a Israel— a «alcanzar un alto el fuego lo antes posible, garantizar la seguridad de los civiles e iniciar el diálogo y las negociaciones», y dijo que estaba dispuesto a trabajar con la comunidad internacional «para unir fuerzas para defender la justicia y trabajar para restablecer la paz y la estabilidad en Oriente Medio».
Oriente Medio reacciona
Los países árabes estuvieron entre los primeros en manifestarse este domingo.
Arabia Saudita, que tiene fuertes vínculos de seguridad con Estados Unidos y es uno de sus aliados regionales más cercanos, dijo que condena «la violación de la soberanía de Irán» y enfatizó la «necesidad de moderación», llamando a la comunidad internacional a «redoblar esfuerzos, en estas circunstancias extremadamente delicadas, para alcanzar una solución política».
Omán, que albergó recientes conversaciones entre Estados Unidos e Irán, condenó enérgicamente los ataques y pidió una desescalada.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar advirtió que las actuales tensiones peligrosas tendrán repercusiones desastrosas a nivel regional e internacional. Expresó su esperanza de que todas las partes actúen con prudencia y moderación en este momento.
Egipto advirtió de «los peligros de que la región se deslice hacia un caos y una tensión aún mayores», subrayando que «las soluciones políticas y las negociaciones diplomáticas, no los medios militares, son la única salida a la crisis».
El presidente libanés, Joseph Aoun, afirmó que «el bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán genera temores de una escalada de tensiones que amenaza la seguridad y la estabilidad de más de una región y país».
Reacciones desde Europa y América Latina
En Europa, la ministra de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, afirmó que «no se puede permitir que Irán desarrolle un arma nuclear, ya que ello supondría una amenaza para la seguridad internacional».
También pidió a todas las partes implicadas que «den un paso atrás, regresen a la mesa de negociaciones y eviten una mayor escalada».
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha dicho que la administración Trump ha tomado medidas para «aliviar» la amenaza de que Irán se convierta en una potencia nuclear.
«El programa nuclear de Irán constituye una grave amenaza para la seguridad internacional. Nunca se le permitirá a Irán desarrollar un arma nuclear», declaró en su cuenta de X Network el domingo por la mañana.
«Instamos a Irán a volver a la mesa de negociaciones y buscar una solución diplomática para poner fin a esta crisis», añadió.
En América Latina, los presidentes de Chile, Bolivia, Venezuela y Cuba rechazaron las acciones militares de Estados Unidos.
El presidente boliviano, Luis Arce, y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, coincidieron en que la decisión estadounidense viola la Carta de la ONU y representa una afrenta al derecho internacional.
Para el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, el ataque estadounidense fue “un acto de agresión ilegal, injustificable y extremadamente peligroso”.
El presidente chileno, Gabriel Boric, llamó a respetar el «derecho internacional humanitario» y dijo que el poder de Estados Unidos no justifica violar «las reglas que, como humanidad, hemos establecido».
En Brasil, el gobierno de Lula condenó los ataques de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes a través de un comunicado de Itamaraty, que afirmó que los ataques violan la soberanía de Irán y el derecho internacional.
La nota reitera la posición histórica de Brasil a favor del uso exclusivo de la energía nuclear con fines pacíficos y rechaza firmemente cualquier forma de proliferación nuclear.
«Todo ataque armado contra instalaciones nucleares constituye una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas del Organismo Internacional de Energía Atómica. Las acciones armadas contra instalaciones nucleares representan una grave amenaza para la vida y la salud de la población civil, al exponerla al riesgo de contaminación radiactiva y a desastres ambientales a gran escala», declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores.