El silencio de Ali Khamenei tras la destrucción de su programa nuclear dispara las alarmas sobre el futuro del régimen


El líder supremo de Irán no ha aparecido en público ni ha emitido mensajes desde hace días. La cúpula militar no ha presentado pruebas sobre su estado y funcionarios de su entorno reconocen que se encuentra “aislado” por razones de seguridad

 

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El líder supremo no ha aparecido en público ni ha emitido mensajes desde los bombardeos de EEUU contra sus instalaciones nucleares (REUTERS/Ahmed Saad)



 

Fuente: infobae.com

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La ofensiva aérea lanzada la semana pasada por Estados Unidos e Israel contra tres instalaciones nucleares en Irán —Natanz, Fordow y Arak— marcó el inicio de una escalada que incluyó un contraataque con misiles balísticos iraníes sobre una base militar estadounidense en Qatar y culminó con la firma de un alto el fuego con Israel. Mientras se desarrollaban estos eventos, el líder supremo Ali Khamenei —máxima autoridad política, militar y religiosa del país— dejó de aparecer en público y, desde hace días, no ha emitido ningún mensaje oficial. Su silencio, en medio de uno de los episodios de mayor tensión regional en los últimos años, ha profundizado la incertidumbre interna sobre quién está tomando las decisiones en la cúpula del régimen.

La inquietud se hizo visible incluso en la televisión estatal, cuando un presentador abordó el tema durante una transmisión en vivo. “La gente está muy preocupada por el líder supremo”, dijo al aire, en diálogo con Mehdi Fazaeli, jefe del archivo oficial de Khamenei. Fazaeli no aportó información sobre su paradero ni sobre su estado de salud. Se limitó a declarar que “debemos rezar todos” y aseguró que “las personas encargadas de proteger al líder están cumpliendo su labor”. No hubo imágenes ni grabaciones. Tampoco confirmación de contacto con miembros del gobierno o del alto mando militar.

Fuentes vinculadas al aparato de seguridad iraní aseguran que Khamenei se encuentra en un búnker subterráneo ubicado en Teherán, aislado por protocolo. Según estas versiones, las comunicaciones electrónicas fueron suspendidas por temor a un eventual intento de asesinato, incluso tras la entrada en vigor del alto el fuego con Israel. Las mismas fuentes no aclaran si el líder continúa interviniendo en las decisiones centrales del país.

Funcionarios iraníes reconocen que Ali

Funcionarios iraníes reconocen que Ali Khamenei se encuentra “aislado” por razones de seguridad (REUTERS/Mohamed Azakir)

La falta de claridad generó movimientos dentro de la propia estructura del aparato iraní. Cuatro altos funcionarios, citados por The New York Times, confirmaron que se han activado negociaciones internas entre figuras del poder político y militar, en un intento por reorganizar el mando operativo. En ausencia del líder y, según el citado medio, se han conformado dos bloques con visiones enfrentadas: uno partidario de reforzar el enfrentamiento con Occidente y otro que busca abrir una vía diplomática tras los bombardeos.

El sector que impulsa una estrategia de contención está encabezado por el presidente Masoud Pezeshkian. Desde que asumió el cargo en 2024, en un proceso electoral sin garantías democráticas, Pezeshkian se ha mostrado favorable a reactivar las negociaciones nucleares con Washington.

La guerra y la unidad del pueblo han creado una oportunidad para revisar la gobernanza y el comportamiento de nuestros funcionarios”, afirmó el mandatario durante una reunión de gabinete.

El comunicado fue difundido por la oficina de propaganda del régimen como señal de posicionamiento ante el vacío de poder.

El sector que impulsa una

El sector que impulsa una estrategia de contención está encabezado por el presidente Masoud Pezeshkian (REUTERS)

Entre los aliados de Pezeshkian se encuentran el jefe del Poder Judicial, Gholam-Hossein Mohseni-Ejei, y el comandante de las Fuerzas Armadas, general Abdolrahim Mousavi. Esta alianza, que busca avanzar sin la presencia activa del ayatolá, ha comenzado a disputar espacios políticos y a presionar por una salida negociada frente al daño que sufrieron las instalaciones atómicas del país.

En contraste, el ala dura del régimen, liderada por el ex negociador nuclear Saeed Jalili, cuestionó abiertamente la firma del alto el fuego y cualquier posibilidad de diálogo con Estados Unidos. Este sector, con apoyo mayoritario en el Parlamento y respaldo de sectores de la Guardia Revolucionaria, acusa al presidente iraní de actuar sin respaldo del líder supremo.

Hablar de negociaciones en este contexto transmite que el presidente carece de la competencia política necesaria para gobernar el país”, escribió el analista Foad Izadi, cercano a Jalili, en redes sociales.

La ofensiva aérea lanzada por

La ofensiva aérea lanzada por EEUU e Israel contra tres instalaciones nucleares en Irán marcó el inicio de una escalada que incluyó un contraataque con misiles balísticos iraníes sobre una base militar estadounidense (REUTERS)

“No combatimos a Israel durante doce días para ahora tener que enfrentar a quienes, desde dentro, completan el rompecabezas del enemigo con sus plumas”, respondió el portavoz del régimen, Ali Ahmadnia.

Mientras tanto, el futuro del programa nuclear permanece sin definición. El ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, y el director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, anunciaron que el régimen reconstruirá las instalaciones bombardeadas y continuará con el enriquecimiento de uranio. No mencionaron directivas del líder supremo ni indicaron si las decisiones fueron consultadas con él.

La ausencia de Khamenei también se hace sentir en la narrativa oficial. A pesar de los intentos del régimen por reforzar el sentimiento nacionalista —como el concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional realizado el martes en la plaza Azadi de Teherán—, la falta de una señal del líder ha debilitado el relato de una “victoria estratégica” frente a los ataques. Según cifras difundidas por el propio gobierno, los bombardeos israelíes dejaron al menos 600 muertos y provocaron cortes de energía, escasez de alimentos y restricciones generalizadas al acceso a internet.

El ministro de Asuntos Exteriores,

El ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, y el director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, anunciaron que el régimen reconstruirá las instalaciones bombardeadas (REUTERS/Denis Balibouse)

En redes sociales, militantes cercanos al régimen han expresado que no consideran finalizado el conflicto hasta ver o escuchar a Khamenei.

Mohsen Khalifeh, editor del diario Khaneman, dijo a la prensa local: “La ausencia de varios días nos tiene muy preocupados. Si estuviera muerto, su funeral sería masivo”.

Desde el exterior, la investigadora Sanam Vakil, del think tank británico Chatham House, advirtió que la prolongación de esta situación puede tener implicancias graves para la estabilidad del régimen.

Si no vemos a Khamenei para Ashura, eso será una señal negativa”, afirmó, en referencia a la procesión religiosa del calendario chiita que se celebra a principios de julio y que habitualmente cuenta con la presencia del líder supremo.

A esta hora, el régimen no ha emitido ningún parte oficial sobre la salud del ayatolá ni ha explicado las razones de su ausencia. En un país donde el poder se organiza verticalmente alrededor de una figura única, el silencio del líder supremo ha desatado una lucha interna por la conducción del Estado en uno de los momentos más delicados de las últimas dos décadas.