En una reunión con los ejecutivos de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), el presidente Luis Arce evaluó este sábado la ejecución de los proyectos mineros en el país.
Fuente: ABI
“Recibimos en Casa Grande del Pueblo a nuestras hermanas y hermanos ejecutivos de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, con quienes abordamos importantes temas para continuar fortaleciendo la producción minera en el país y realizamos el seguimiento y evaluación de los proyectos que estamos implementando en favor del sector”, informó en una publicación en sus redes sociales.
La federación emergió de enfrentamientos entre el Ejército y los trabajadores mineros de Oruro y Potosí en 1942.
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Fue fundada en un congreso, el 11 de junio de 1944 en Huanuni, Oruro. Participaron delegados de 25 sindicatos, siendo elegido Juan Lechín Oquendo como el primer secretario ejecutivo.
En 1946 el ente sindical adoptó la tesis de Pulacayo, que adhería la revolución socialista boliviana a las luchas obreras del mundo.
En la revolución del ’52 (1952) la FSTMB, al lado del MNR, fue un factor importante para derrotar en las calles al gobierno de turno y después fue el principal participante en la conformación de la Central Obrera Boliviana (COB).
Resultado de la lucha, las minas fueron nacionalizadas y se creó la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), administrada por el gobierno y los sindicatos obreros.
Pero, el momento más duro que tuvo que afrontar la federación, los mineros y toda la familia revolucionaria, fue el famoso decreto supremo 21060 de agosto de 1985, que instauró en Bolivia la negra etapa del neoliberalismo impuesto por el imperialismo norteamericano.
Mediante este decreto, prosiguió, los enemigos del pueblo pensaron que expedían el certificado de defunción de la vanguardia de la clase obrera y sus ideólogos extranjeros anunciaron el fin de la historia.
Más de 30.000 mineros fueron despedidos y desalojados de los centros mineros.
En el pasado reciente, en el año 2003, la FSTMB también fue uno de los actores principales para evitar la venta del gas boliviano y expulsar a un gobierno que defendía los intereses norteamericanos.
En 2019, cuando se produjo el golpe de Estado, la federación de mineros fue un referente de la resistencia popular.
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Fuente: ABI