El viceministro Meneces explicó que la producción del Chapare, actualmente ilícita según la Ley 1008, se legalizará al conocer los resultados de un estudio de mercado.
Compra forzosa de coca de Sacaba. Admisión. El Gobierno reconoce que hay sanciones para los detallistas.
La Prensa
“Detallista que no compra del Chapare recibe sanciones”
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GERÓNIMO MENECES, VICEMINISTRO
En el trópico cochabambino se podrán sembrar legalmente 7.000 hectáreas con cocales. El Viceministerio de la Coca no extenderá nuevas licencias para comerciar hoja al detalle.
El viceministro de la Coca, Gerónimo Meneces, explicó ayer a La Prensa que la producción del Chapare, actualmente ilícita según la Ley 1008, se legalizará al conocer los resultados del uso y consumo tradicional de la hoja en los hogares de Bolivia.
—¿Por qué el Viceministerio aprobó en junio de 2007 la resolución que obliga a los detallistas a comprar coca del Chapare?
—Primero, más bien nosotros autorizamos un cupo menor. A nivel nacional, sólo autorizamos la venta de 15 taques de coca, que pueden ser comprados en el mercado de los Yungas o en el Chapare. Hacemos esto velando el interés del productor de hoja de coca. Yo fui Presidente de Adepcoca entre 1990 y 1993. Entonces, durante los gobiernos de la derecha, se autorizaba a los detallistas la compra de 20 taques.
Entre 1992 y 1993, se obligaba a comprar 15 taques de Yungas y cinco del Chapare. Siempre se manejó así. El objetivo no es llevar contrabando de hoja de coca a Argentina. El Reglamento es claro. Define lo que es un consumidor legal y que está exento de autorizaciones si lleva hasta un máximo de 15 libras de la hoja.
Otra cosa es el contrabando que pasa a Argentina. El Grupo Especial de Control de la Coca (GECC) tiene bajo su responsabilidad evitar que el producto pase a Argentina. Con ese tema, nosotros nada tenemos que ver, pero cualquiera puede comprar sus 15 libras, aun en la frontera con Argentina.
—La resolución está en vigencia, pero no se cumple, ¿por qué?
—En realidad, no es tan así. Si un comerciante al detalle no compra sus cinco taques del Chapare por lo menos una vez cada tres meses, sufre castigos. Es parte de un convenio. La resolución no fue derogada, pero hay mecanismos que dan lugar a las sanciones.
—Al prensarse la coca, ésta pierde sus condiciones para el acullico…
—Eso es otra cosa. Tenemos problemas con los dirigentes de Adepcoca, porque de donde más coca prensada está saliendo es, y debo decirlo pese a que soy yungueño, del mercado legal de los cocaleros de los Yungas. De ahí sale más coca, pero lo que el Reglamento no dice es que deban prensarse las 15 libras para que pase de contrabando a Argentina. Este convenio, que firma el Director de Digcoin, es para la venta de coca al detalle.
—¿Es cierto lo que dice el dirigente de los detallistas Martín Cusi en sentido de que ha mejorado mucho la calidad de la coca del Chapare y este índice ha disminuido en los Yungas con el uso de fertilizantes y otros factores?
—No todos los yungueños fumigan, hay gente que produce naturalmente, pero falta el mejoramiento de los suelos. Ahora, en el Chapare hay coca de bajura y de altura, que es menuda, que se parece a la yungueña. En La Asunta, la hoja es más grande. En los lugares más fríos es menuda y se puede cosechar cada cuatro meses. La diferencia está en el lugar donde se siembre.
Ahora, hay que ver quién compra qué coca. Ése ya es problema del consumidor.
—¿Contraviene este Reglamento y la Resolución términos y disposiciones de la Ley 1008?
—El Reglamento de Comercialización está sujeto a la Ley 1008, pero el sector de los cocaleros siempre estuvo en contra de esta ley. La rechazamos, porque en sus primeros artículos habla de zona tradicional, pero después se contradice. Ahora, quienes han redactado esta ley son culpables de la expansión de cultivos de hoja de coca. En 1988 se promulga esta ley durante el Gobierno del MNR. El MIR la ratifica, al igual que los siguientes gobiernos. Aquí debería haber un artículo de delimitación de cultivos y no lo tiene. Por eso se produce la expansión de cocales, al menos en el departamento de La Paz.
En coordinación con el viceministro Felipe Cáceres, delimitamos un cordón tradicional. ¿Qué hicieron los gobiernos de la derecha? Permitieron que tengamos coca en las provincias Bautista Saavedra y Larecaja, en Alto Beni, Palos Blancos… Estuvimos, dos meses atrás, con Felipe Cáceres y otras autoridades en Bautista Saavedra, cuando se produjo un bloqueo. Entramos hasta Apolo. Nos reunimos con compañeros de la Central Sotopata, después seguimos por Mapiri hasta Santa Rosa. Vimos cualquier cantidad de coca…
—¿Esta producción se vende al público a través del mercado de Caranavi?
—No. A este mercado llegan los afiliados a las cuatro federaciones de esta provincia: Caranavi, Taipiplaya, Alto Beni y Carrasco.
La otra coca va al narcotráfico. Por eso era importante que en la Ley 1008 figure un artículo de la delimitación. Debió hacer como este Gobierno, como este Presidente, cuando dice que sólo debemos producir 20.000 hectáreas. Deberían decir en Chapare debe hacer 7.000; en Caranavi, 1.000, y en Yungas, 12.000. Todavía hay tres provincias tradicionales y está en debate cómo vamos a arreglar esta situación. Entonces, es el problema para este Gobierno.
—Según Naciones Unidas, hay 30.500 hectáreas de cocales en el país, habría, por lo menos, 10.500 hectáreas adicionales, ¿qué se hará con esta superficie?
—Esta ley sale el 19 de julio de 1988, pero se basa en un estudio hecho en 1976. De allí surgen las 12.000 hectáreas. Ese estudio se hizo en cinco departamentos. Ahora, ¿cuál es el departamento más pijchador de coca? Santa Cruz, que no fue considerado en ese trabajo. En realidad, no lo fueron Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Por eso, sabio es el Presidente y lanzó la propuesta de las 20.000 hectáreas. Vamos a ver el nuevo estudio de la hoja de coca. Haciendo un cálculo, el Presidente lanzó lo de las 20.000 hectáreas. Creo que va a salir un poco más o un poco menos, pero se va a tomar en cuenta la parte de la industrialización de la hoja de coca. Inclusive, un buen porcentaje irá a ese lado. Fuera de esa cantidad, como están pidiendo, por ejemplo los dirigentes de Adepcoca, 30.000 hectáreas, todo lo demás será erradicado o racionalizado.
Tenemos la orden del Presidente de negociar y dialogar. Entonces, nuestra gente entiende. Por eso 26 comunidades de La Asunta aceptaron tener cero coca, 16 se quedan con un cato y 10 centrales provisionalmente se quedan con una hectárea. Cuando concluya el nuevo estudio de uso y consumo integral de la hoja de coca, habrá delimitación y en los lugares no autorizados no habrá coca. Están obligados a entender ni vamos a manejar el tema políticamente para permitir las plantaciones uno o dos años más, no lo haremos.
—El senador Lino Villca dijo que al hablarse de 20.000 hectáreas, se busca legalizar la coca del Chapare, ¿es eso cierto?
—Las 7.000 hectáreas se van a legalizar con el estudio de la coca. Cuando era dirigente de Adepcoca, había poca coca en Apolo. Cuando se promulgó la Ley 1008, en la provincia Muñecas no había coca. En 2007, tres compañeros vinieron a visitarme y me hablaron de 20 hectáreas. Ahora, vuelven este año y nos dicen más de 200 hectáreas. En la provincia Murillo habría entre tres y cinco hectáreas cuando éramos dirigentes, pero en Zongo, ahora, debe haber más de 50 hectáreas. En el lugar en el que colindan las provincias Nor Yungas y Murillo no había coca, pero ahora hay más de 50 hectáreas.
Entonces, no es tan fácil, será jodido, pero se van a legalizar las 20.000 hectáreas.
También viene mucha gente para obtener licencia para ser detallista. No habrá ni uno más ni uno menos. Son unos 6.000. Antes, cómo daban las licencias. Legalmente, una licencia costaba 1.000 bolivianos, que se debían depositar en un banco, pero se terminaba pagando entre 3.000 y 5.000 dólares. Eso lo saben los detallistas.
Este Gobierno está mejorando los procesos para tener coca suficiente para el consumo tradicional.
—El senador Villca dijo también que en este estudio de uso y consumo tradicional de la hoja de coca, los yungueños están en desventaja con respecto a los chapareños, porque se hace en 29 comunidades del trópico cochabambino contra cinco de los Yungas. ¿Es eso verdad?
—Como el senador no ha nacido en los Yungas, puede equivocarse. Nosotros somos yungueños, nosotros sabemos. Parece que este compañero ya no fuera del MAS, habla en contra del Gobierno en el tema coca.
Aparece con los dirigentes de Adepcoca. Algunos de ellos están en contra de nosotros. Incluso hizo jurar, en un evento que Adepcoca convocó para el 31 de agosto, que no se arrancaría ni una planta de coca, hablando de que Bolivia necesita 30.000 hectáreas… ¿Qué clase de senador es? No hemos podido hablar aún, los que de verdad estuvimos en la creación de este movimiento político en los Yungas seguramente nos volveremos a encontrar. Le preguntaremos por qué está hablando estas cosas. Él es senador. No digo que esté hablando esto por loco o por cosas por el estilo. Dijo esas cosas estando sano. Es fregado que un senador, un parlamentario, esté hablando de esa manera.