Durante un foro en Filipinas, el jefe de la Flota del Pacífico estadounidense advirtió sobre el incremento de tácticas agresivas por parte del régimen comunista.
Fuente: Infobae
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Estados Unidos y sus aliados elevarán su respuesta frente a las “tácticas de acoso” de China en el Mar de China Meridional, según explicó este viernes el almirante Stephen Koehler, comandante de la Flota del Pacífico de Estados Unidos, en un foro realizado en Manila. Koehler afirmó que Beijing no ha conseguido que los países rivales retiren sus intereses soberanos en las zonas en disputa pese al incremento de las maniobras agresivas en la región.
Koehler, quien supervisa el mayor comando naval del mundo, señaló que la misión de la Flota del Pacífico es “disuadir la agresión en toda la región con aliados y socios, y prevalecer en combate si es necesario”. El militar describió un aumento de la agresividad china, incluyendo “embestidas, cañones de agua, láseres y, a veces, cosas peores”. Y concluyó que “China no ha logrado intimidar a los reclamantes del sudeste asiático para que renuncien a sus derechos soberanos”.
Hasta ahora, las autoridades chinas no han respondido a estas afirmaciones. China ha advertido en ocasiones anteriores a Washington que deje de actuar en lo que considera una disputa exclusivamente asiática. Beijing sostiene que intenta resolver el conflicto por vías pacíficas.
El militar estadounidense destacó cómo países como Indonesia, Malasia y Vietnam han mantenido o expandido operaciones de petróleo y gas en sus respectivas zonas económicas exclusivas del Mar de China Meridional, desafiando la presión china. Koehler mencionó especialmente el caso de Filipinas, que “ha expuesto valientemente las acciones de China al hacer públicas las peligrosas maniobras de las fuerzas de ese país, incluido el uso de potentes cañones de agua y rayos láser”.
Koehler subrayó que “hemos visto una loable resiliencia y determinación para defender sus derechos marítimos frente a la creciente presión”. También afirmó que “casi todos los estados litorales del sudeste asiático ahora dan prioridad a fortalecer sus capacidades marítimas” y recalcó la disposición constante de la Flota del Pacífico de Estados Unidos para aumentar la disuasión junto a sus socios.
El almirante insistió en que la estrategia de disuasión ha evitado hasta el momento un conflicto de mayor escala, el cual podría poner en riesgo la fluidez del tráfico comercial por la vía marítima y afectar numerosas economías globales.
En el foro participaron embajadores de Canadá, Australia, Francia, Alemania, la Unión Europea, Japón y Nueva Zelanda. El evento coincidió con el noveno aniversario del fallo de arbitraje internacional de 2016, que rechazó las reivindicaciones chinas sobre casi todo el Mar de China Meridional.
En 2013, Filipinas llevó su disputa con China ante la justicia internacional tras un enfrentamiento sobre un banco de arena controlado por Beijing. China desconoció el proceso arbitral y calificó su resultado como una “farsa”, manteniendo su rechazo al mismo hasta la fecha.
La embajadora de Estados Unidos en Filipinas, MaryKay Carlson, opinó que el fallo fue “un faro que nos guía hacia un futuro donde los países poderosos no pueden pisotear los derechos legales de otros estados”, y denunció que “Beijing ha ignorado el fallo y continúa operando con impunidad”. Según Carlson, “China sigue participando en acciones ilegales, coercitivas, agresivas y engañosas en apoyo de sus reclamaciones espurias”.
Carlson reiteró que el Tratado de Defensa Mutua de 1951 obliga a Estados Unidos a defender Filipinas ante cualquier ataque, también en el Mar de China Meridional.
La secretaria de Relaciones Exteriores de Filipinas, Theresa Lazaro, afirmó en un mensaje grabado que ante “el preocupante rechazo de China al fallo de arbitraje”, su país ha fortalecido sus fuerzas y defensa territorial, incluyendo iniciativas legislativas para establecer sus límites marítimos. Lazaro reconoció el impacto de estas acciones en la relación bilateral con China, pero sostuvo que “es una consideración estratégica que continuemos el diálogo y la consulta con China”.
Funcionarios de China y Filipinas prevén celebrar una nueva ronda de negociaciones en Beijing a finales de julio para evitar una mayor escalada en sus diferencias sobre el Mar de China Meridional.
(Con información de AP)