La presidenta de la Cámara Departamental de Hoteles de La Paz, Helga Cisneros, denunció que en vez flexibilizar requisitos para los turistas, en Migración les exigen “requisitos fuera de lugar” como la “solvencia económica”.
El delegado presidencial del Bicentenario, Martín Maturano, admitió que existen bajas expectativas en los turistas por el año del Bicentenario de Bolivia, culpó a los bloqueos de caminos y las protestas sociales porque perjudicaron dos actividades internacionales. El primero, un encuentro de procuradores de Latinoamérica; y el segundo, una Olimpiada Internacional.
“Este tema de la Olimpiada internacional de informática ha sufrido un serio riesgo por estos hechos violentos (en los bloqueos de camino). Imagínese usted, (viendo de) otro país semejante convulsión social, acentuado por las redes sociales. ¿Va a enviar a su hijo a un evento internacional por más capacidad que tenga para ganar? Eso, sin duda, ha perjudicado”, argumentó Maturano en declaraciones a la ANF.
El 6 de agosto, Bolivia celebrará sus 200 años de independencia. El Gobierno destinó Bs 300 millones en el Presupuesto General del Estado: se prevé la entrega de obras, algunos monumentos, libros históricos y videos en ocasión a la celebración.
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Empero, el país recibirá el Bicentenario en medio de una crisis energética y económica, en medio de un clima electoral, porque el 17 de agosto los bolivianos deben elegir un nuevo Gobierno.
Por otro lado, el sector turismo, que se preparó para recibir visitas en el año del Bicentenario, lamentó que el país “no suene ni truene” a nivel internacional y al momento exista poca afluencia de turistas.
La presidenta de la Cámara Departamental de Hoteles de La Paz, Helga Cisneros, denunció que en vez flexibilizar requisitos para los turistas, en Migración les exigen “requisitos fuera de lugar” como la “solvencia económica”.
También sostuvieron que el Gobierno nacional no hizo esfuerzos para garantizar el abastecimiento del combustible, ya que las vistas programadas no se pudieron cumplir debido a la escasez de combustible, lo que frustró más a los turistas. Maturana reiteró que la mayor dificultad para desarrollar las actividades del Bicentenario fueron bloqueos de caminos y los conflictos sociales que vivieron en el país en meses anteriores.
“Imagínese, (desde el exterior vieron) incinerando una ambulancia, bloqueando un hospital para que no ingrese un paquete de sangre. Esos temas hicieron un daño irreversible a la imagen de nuestra querida Bolivia”, finalizó.