Santa Cruz: Hospitales acumulan un mes de paros que prolongan el dolor de los pacientes


En lo que va del año, los establecimientos públicos llevan un mes sin atención debido a diferentes protestas del sector salud. El perjuicio va más allá de perder una consulta, porque se postergan los diagnósticos y los tratamientos

Deisy Ortiz Duran

Fuente: eldeber.com.bo



Todavía no amanece y la fila en las afueras del hospital San Juan de Dios llega hasta la otra cuadra. La mayoría son pacientes de  zonas alejadas, que aguardan la esperanza de ser atendidos. Pero la escena se repite. Un cartel escrito a mano cuelga desde la noche anterior en la puerta principal: paro de 120 horas. La noticia recorre la fila, algunos bajan la cabeza, otros protestan y otros solo callan. Saben que otra vez se quedarán sin una ficha  que le permita acceder a atención médica. 

Otros tienen citas programadas, pero la desilusión es mayor. La esperanza de ser atendidos se desvanece y la espera, que ya era larga, se transforma en semanas de incertidumbre. No solo pierden la consulta, deben empezar desde cero, volver a madrugar, enfrentarse a largas filas para reprogramar la cita. Cada trámite aplazado retrasa el inicio de tratamientos, y con ello, crece la angustia.

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En lo que va del año, los hospitales públicos acumulan un mes de paralización de sus servicios  debido a diferentes protestas convocadas por trabajadores, médicos y profesionales del sector. Las causas varían, pero las consecuencias son las mismas, pacientes sin atención, diagnósticos postergados y tratamientos interrumpidos.

Este lunes, fueron los trabajadores de salud los que iniciaron un paro de cinco días, exigiendo un bono de vacunación. La medida se extenderá hasta el viernes y el perjuicio también.

Shirley Martínez llegó a las 6:00 desde la Villa Primero de Mayo, confiada en que por fin lograría una consulta con el especialista, tras un mes de espera. Fue derivada con una orden de referencia desde el hospital municipal, y desde entonces ha estado buscando una ficha. Tiene problemas renales y camina con dificultad por un dolor persistente en la cadera. Ya perdió una cita anterior por un paro. Esta vez tampoco tuvo suerte.

“Todo el tiempo pasa esto. Si no es por sueldos, es por bonos o por cualquier otro motivo. Ahora tengo que volver a reprogramar la consulta, y eso significa más pérdida de tiempo, más gastos y volver a madrugar”, lamenta. 

Para llegar temprano al hospital, tuvo que salir de casa antes de las 5:00, tomar el primer micro y luego otro. Días antes, para sacar la ficha, tuvo que pasar la noche en la fila. 

Hospitales

Algunos pacientes ya han tenido que reprogramar sus consultas por cuarta vez. “Es una pena venir cada semana a reprogramar, porque uno se enferma más. Pedimos que trabajen, porque ellos están para salvar vidas. Están parando, pero siguen cobrando su sueldo”, lamentó un paciente.
Otra persona, que llegó desde la zona de Los Lotes, aseguró que está perjudicada desde la anterior semana. “Van dos veces reprogramando mi ficha”, se quejó.

Afligida, una mujer intentaba que su mamá sea atendida por el nefrólogo, porque si no lo consigue en los plazos previstos, deberá volver a conseguir una orden de referencia. “Hay hartos enfermos, como mi mamá, que necesitan que los vea el especialista”, dijo al cuestionar que resta esperar hasta la próxima semana para que retomen la atención, si es que no se prolonga la movilización.

También hubo quejas por la desinformación. Cargando un folder con sus documentos y protegido con un barbijo, una persona de la tercera edad se quedó esperando en los pasillos del San Juan de Dios, porque había madrugado para conseguir una ficha con el cardiólogo.
“Hoy (lunes) se me han terminado los remedios, por eso quiero la consulta con el médico, pero me dicen que no hay atención y me mandaron a triaje, pero sé que allí no dan ficha, uno se queda sin saber qué hacer”, lamentó.
Este hombre llegó desde Porongo para agendar una cita. “Cada fin de mes tengo que estar en control con el cardiólogo, pero ahora con todos estos paros no sé qué vamos hacer. Estamos mal y preocupados, porque las enfermedades se tratan con remedios y se nos acaban”, dijo.

¡No más vidas en pausa!

Cansados de los paros, otros pacientes, entre renales, con lupus, con cáncer y adultos mayores, además de voluntarios, salieron a protestar a la plaza principal por las constantes huelgas.
¡No más vidas en pausa! Fue clamor de los enfermos, que aseguran que las huelgas afectan la atención, posponen los tratamientos y ponen en riesgo sus vidas. 

Lihetzer Zenteno, representante de los pacientes con cáncer, señaló que han hecho un seguimiento a todas las protestas y, desde el 1 de enero hasta este martes, son 30 días sin atención en los hospitales por distintos paros; hasta el viernes sumarán 33.  “Lo grave es que tampoco consiguen nada parando, deben entender que los paros no funcionan y que los únicos perjudicados somos los pacientes. Al fin y al cabo, ellos reciben su sueldo igual”, dice.

Agrega que no solo se pierden fichas, sino que también se están perdiendo vidas, porque hay pacientes que acaban falleciendo a la espera de las programaciones y reprogramaciones, algunos ni siquiera llegan a iniciar un tratamiento. “Una historia es más dramática que otra”, afirma.
Explica que cada vez que un paciente pierde un turno debe comenzar desde cero, y con el retraso acumulado en el sistema, la espera se vuelve aún más larga.

“Esa persona ya esperó 15 días para esa ficha. Ahora tendrá que aguardar un mes más, porque hay un cuello de botella enorme”, señala. Ante esta situación, están haciendo fuerza común para plantear un proyecto de ley para que se sancionen los paros de salud.

Por su lado, la representante departamental de la Defensoría del Pueblo, Sheila Gómez, acudió a la Gobernación y tuvo contacto con la dirigencia de los trabajadores de salud en busca de puentes de solución. “Cinco días (sin atención) nos parece una barbaridad, porque mucha gente llega de diferentes municipios o de zonas muy alejadas y se encuentra con las puertas cerradas”, dijo al señalar que se suspenden estudios y atenciones médicas especializadas.

Gobernación
Hace una semana, en medio de las protestas por el pago de vacunación, el secretario departamental de Salud, Marcelo Kramer, hizo notar que la falta de liquidez afecta a las gobernaciones.

“Hicimos una oferta para resolver el pago del bono, pero fue rechazada”, señaló al explicar que la única solución para cumplir a los  trabajadores de salud es llegar a una conciliación de cuentas con el Ministerio de Salud, trámite que requiere 30 a 45 días y la aprobación de la Asamblea Legislativa Departamental, debido al cambio de fuente de financiamiento.

El secretario insistió en que ninguna gobernación del país ha logrado pagar el bono, ya que los recursos del IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos), de donde se financia esta obligación, fueron recortados “de forma alarmante” por el Gobierno central. “Sí, vamos a pagar, pero necesitamos un poco de tiempo”, dijo.

El representante del Colegio Médico Departamental, Wilfredo Anzoátegui, señala que, para atender la crisis hospitalaria, debe desaparecer la burocracia que se genera por la competencia tripartita. Además, se debe atender las necesidades de fondo, como la infraestructura hospitalaria, el equipamiento y los ítems.