DS 5384. La normativa establece los lineamientos para la constitución, funcionamiento y adecuación de las Empresas de Tecnología Financiera (ETF) en Bolivia.
l nuevo reglamento alcanza a todas las empresas constituidas en Bolivia que presten servicios financieros basados en innovación tecnológica. Foto: Economy.
En cumplimiento del Decreto Supremo 5384 y la Ley 1543 de Modificaciones al Presupuesto General del Estado 2023, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) presentó oficialmente el Reglamento para Empresas de Tecnología Financiera (ETF), mediante la Resolución ASFI/540/2025, emitida el 3 de julio.
El documento sienta las bases para regular el funcionamiento de las fintech en el país y fue explicado en detalle por la directora general ejecutiva de la entidad, Ivette Espinoza Vásquez. El nuevo reglamento alcanza a todas las empresas constituidas en Bolivia que presten servicios financieros basados en innovación tecnológica, así como a las compañías extranjeras que operen en el país mediante alianzas con entidades financieras reguladas.
Además, se introducen nuevas definiciones como activo virtual, entorno controlado de pruebas, protocolo de prueba, sandbox, y tecnología de registros distribuidos, las cuales pueden ser consultadas en el glosario publicado por la ASFI.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Constitución y adecuación
Para las nuevas empresas, el proceso de obtención de licencia de funcionamiento incluye la presentación de una solicitud, una garantía de seriedad, la evaluación técnica, la aprobación de la constitución legal y finalmente la emisión de la licencia.
En el caso de fintech ya operativas, el reglamento contempla un proceso de adecuación que culmina con el otorgamiento de un certificado y posterior licencia de funcionamiento. Estas empresas tendrán plazo hasta el 31 de diciembre de 2025 para adecuarse. Si no lo hacen, deberán suspender sus servicios al consumidor financiero.
Una base para las Fintech
El reglamento de la ASFI marca un antes y un después para el ecosistema digital del país. Así lo afirmó Eduardo Aranda, presidente de la Cámara Fintech de Bolivia, quien afirma que “define de manera general, en base a las verticales que establece, cómo trabajar”, y posiciona a las fintech dentro de la unidad de Servicios Complementarios del sistema financiero, junto a entidades como los burós de crédito, empresas de transporte de valores y cámaras de compensación.
“Ahí hay cierto cumplimiento que creo que es el desafío: gestión de seguridad de la información, gestión integral de riesgos, auditoría interna. Son cosas que como empresas fintech tenemos que madurar más e incorporar rápidamente en nuestra gestión”, explicó Aranda.
Uno de los elementos destacados en la regulación de la ASFI es la creación de un entorno controlado de pruebas (sandbox), donde se permitirá la implementación de nuevos servicios en condiciones reales, pero con parámetros limitados y bajo supervisión.
El presidente de la Cámara Fintech valora el impulso del sandbox regulatorio. “Como concepto es muy interesante, implementado desde hace tiempo en Reino Unido, permite generar innovación y pilotear nuevos modelos de negocio precautelando el bienestar del consumidor financiero”, indicó.
Sin embargo, alertó sobre la necesidad de conocer qué capacidades técnicas tiene la ASFI para habilitar y operar eficazmente este entorno de pruebas.
En relación al ecosistema cripto, Aranda destacó que es un tema fundamental que se ha venido trabajando desde hace tiempo en Bolivia. “Ahí es donde el regulador está entrando con más fuerza para poder normalizar. La idea no es eliminar actores, sino trabajar de manera ordenada y organizada”, sostuvo.
A su juicio, la aparición de múltiples soluciones de billeteras cripto —algunas bolivianas— es un signo positivo. Sin embargo, “cada empresa tendrá que cumplir y adecuarse. Faltan detallar algunos temas, estoy seguro de que habrá mayor reglamentación complementaria para las distintas verticales”.
Sobre los plazos, recordó que el proceso inicia con la presentación de un plan de adecuación hasta diciembre de este año. “A partir de ahí, vendrán algunos meses más y lograr la licencia de funcionamiento, lo cual será en 2026”, detalló.
Consultado sobre el proceso de diálogo con la ASFI, señaló que ya se realizaron socializaciones incluyendo una previa a la conferencia de prensa oficial. “Estuvo presente la directora y explicó de manera clara cómo viene esto. Se ve que quieren cuidar la innovación responsable, que haya nuevos modelos de negocio, pero también proteger al consumidor”, apuntó.
Uno de los pedidos más consistentes de la Cámara Fintech ha sido una regulación proporcional. “El tema de la garantía de cumplimiento me parece que está bien, pero el capital mínimo para ciertas empresas es algo que hay que revisar. Tiene que ser proporcional al tipo de modelo de negocio que usamos”, enfatizó.
Garantías al usuario y fortalecimiento del sector
Carlos Neira, CoFounder de MERU, señaló que la iniciativa debe ser atendida como una oportunidad para brindar más garantías al consumidor y fortalecer la seriedad del sector. A primera lectura de la reglamentación emitida, expresó su posición favorable al proceso. Sin embargo, indicó que a nivel detalle se tiene que hacer un estudio completo y detallado para poder emitir un concepto más acertado.
La compañía que ya opera en Bolivia hace más de 1 año, anticipó que se presentará ante la ASFI dentro del plazo establecido, con una estrategia bien definida. “Tenemos intenciones de participar antes del plazo. Para ese momento debemos tener muy claro nuestro proceso, definido sobre qué tipo de licencia, sobre qué categoría”, acotó.
En referencia al sandbox regulatorio, Neira aseguró que existe un grado de discrecionalidad muy grande. Para empresas como MERU, que operan hace tiempo en el mercado, empieza a tener menos sentido. “Tener que entrar en un entorno controlado con límites puede generar un problema; sería una lástima levantar el pie del acelerador por estar sujetos a esos entornos controlados de prueba”, dijo.
Añadió que se encuentran en una posición de avanzada. “No tenemos duda que cualquier requisito que exija la ASFI la vamos a cumplir ampliamente”, acotó Neira.
Postura legal
La firma legal Moreno Baldivieso analizó el alcance e implicancias de la regulación de la ASFI, e identificó que representa un cambio sustancial en el panorama normativo y operativo para este sector. “El nuevo marco regulatorio, impone a las Fintech la obligación de cumplir con requisitos documentales, operativos y técnicos que anteriormente no eran exigidos”, explicó en una publicación emitida en su portal web.
En este contexto, añadió que la proactividad regulatoria y la capacidad de adaptación de las empresas Fintech se convierten en factores determinantes para operar legalmente y de manera sostenible en el mercado boliviano.
Moreno Baldivieso expresó que es importante aclarar que la jurisdicción de la ASFI se limita al territorio boliviano, lo que implica que no puede regular directamente a empresas extranjeras que presten servicios desde el exterior. Asimismo, explicó que, en la práctica, cualquier usuario en Bolivia puede acceder, bajo su propia cuenta y riesgo, a plataformas extranjeras para contratar estos u otros servicios.
“Si bien la ASFI tiene el mandato de proteger al cliente financiero dentro del territorio boliviano, no puede impedir ni prohibir que dicho cliente, bajo su propia responsabilidad, realice transacciones financieras o de activos virtuales en mercados internacionales”, acotó la firma legal.