Del plan Bohan al gas: 5 hitos que marcaron la economía de Bolivia


La existencia como país, el plan Bohan que diversificó la economía, la inserción al mercado del exterior, la exportación de gas y la estabilización con el DS 21060 fueron claves.
La construcción del gasoducto a Brasil y el contrato de exportación de gas fueron un logro para el país. Foto: CBH, revista Petróleo y gas y ABI
La construcción del gasoducto a Brasil y el contrato de exportación de gas fueron un logro para el país. Foto: CBH, revista Petróleo y gas y ABI

Bolivia celebra el Bicentenario de su nacimiento y en este tiempo a nivel económico ha transitado entre el proteccionismo y el intervencionismo del Estado,  y el liberalismo o neoliberalismo, en medio de la  falta de institucionalidad. En 200 años se destacan al menos cinco hitos: la existencia del país, su integración al mundo, el Plan Bohan que dio lugar a la diversificación productiva, la exportación de gas y la estabilización monetaria de 1985.

Así resume Napoleón Pacheco, analista y docente de Economía, al realizar un repaso de la economía y las diferentes políticas implementadas en el país desde 1825. Más Estado, menor presencia estatal, apertura económica, son algunas características que ha tenido el país en su historia económica.

“Esto es lo que en economía algunos llaman el  péndulo de la política económica:  entre el proteccionismo o el intervencionismo y el liberalismo, el intervencionismo estatal. Ahora estamos caminando, probablemente, hacia un nuevo periodo liberal que durará unos 20 años, todo depende de lo que pase con lo político”, apunta, en entrevista con Visión 360.



Pacheco sostiene que para evaluar lo ocurrido en 200 años, más allá de los aspectos económicos, se debe destacar como un primer hito que hoy Bolivia existe, porque desde la fundación de la República, los intereses de Buenos Aires y de Lima eran muy fuertes y la posición de Simón Bolívar no era favorable a la creación de un país independiente, porque esto estaba en contra de su proyecto de una confederación de Estados, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos (EEUU).

“Ciertamente, hemos nacido en condiciones muy difíciles, hemos tenido invasiones como la peruana de 1841, que felizmente fue derrotada, la Guerra del Pacífico, la Guerra del Acre, la Guerra del Chaco”, subraya.

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Además, menciona que en ese proceso de consolidación del país, otra característica que hay que destacar es la escasa capacidad del Estado para sentar presencia en el territorio nacional. “El Estado, tal vez con excepción de los últimos 20 años, siempre ha sido un Estado con recursos bajos, ingresos bajos, la mayoría de las veces mal asignadas. Entonces, esa ha sido una enorme dificultad. Se avanzó en el tiempo, hay mayor presencia estatal en la economía, en el territorio nacional en general, pero todavía tenemos serios problemas”, recalca.

Segundo hito: Integración al mercado mundial

Pacheco señala que otro momento importante o hito es lo que ocurrió en la segunda mitad del siglo XIX, cuando a partir de 1870, con la apertura a la inversión privada, llegan capitales a la mina de plata de Huanchaca y se introduce tecnología. “Entonces eso permite ampliar la producción y exportar de manera competitiva la plata, a pesar de la caída del precio en 1870. La producción de plata en Bolivia contrariamente a lo que uno podría suponer de que podía caer, más bien aumentó gracias a la innovación tecnológica”, apunta.

Sin embargo, posteriormente con la crisis definitiva de la minería de la plata a nivel mundial a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, con la invención del motor de combustión interna, hay una demanda intensa de materias primas y Bolivia tenía y producía  caucho y estaño.

Los  precios internacionales se disparan y eso permite un segundo proceso de integración al mercado mundial.

Tercer hito: Plan Bohan y la diversificación productiva

Pacheco cuenta que luego del apoyo de Bolivia a Estados Unidos (EEUU), durante la Segunda Guerra Mundial con la venta de estaño, ese país se compromete a mandar una misión a Bolivia, encabezada por Merwin Bohan, para que explore las posibilidades de la economía boliviana para alcanzar una mayor diversificación productiva. Hasta entonces, el país básicamente explotaba minerales.

La delegación, compuesta por técnicos agrícolas y otros especialistas llega a Bolivia  en la década de los años 40 del siglo pasado. Realiza la inspección y concluye que Santa Cruz es el departamento con mayor potencialidad para producir azúcar, algodón, madera, aceites vegetales y petróleo.

Se hace la propuesta denominada Plan Bohan  al Gobierno de entonces, que además incluía la construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz con apoyo de EEUU.

Hasta entonces la producción de azúcar, miel, algodón había quedado desplazada con la construcción del ferrocarril Uyuni-Antofagasta, ya que esos artículos se traían de Chile a occidente al retorno de los vagones que transportaban los minerales para la exportación.

El plan se comienza a aplicar en 1943, aunque previamente hubo una férrea oposición en el Congreso del entonces joven Víctor Paz Estenssoro y los partidos de izquierda que consideraban que con el proyecto se estaría sometiendo al país al imperialismo norteamericano.

Con la Revolución del 52 el histórico jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR),  decide dar continuidad a esa estrategia de desarrollo con otro nombre Plan de Diversificación de la Economía del Gobierno de la  Revolución.

Los resultados comienzan a verse a finales de los años 60 y comienzos de los 70. Por ejemplo, la producción de azúcar en Santa Cruz  desplaza a las importaciones de Perú.

“La aplicación del plan Bohan en circunstancias difíciles y su continuidad, pese al cambio de gobiernos, mostró que el país necesitaba de políticas públicas, es decir, decisiones estatales transversales a los gobiernos de diferente orientación ideológica y se generan las condiciones para el crecimiento económico cruceño”, resalta Pacheco.

Cuarto hito: explotación y exportación de gas

Todo este proceso de desarrollo en Santa Cruz,  se vio fortalecido por la exportación de gas a Argentina, que comienza en 1972 y el consiguiente pago de regalías, que generó un enorme flujo financiero; y a la luz de los resultados, hoy el departamento es el núcleo económico y productivo de Bolivia.

De acuerdo con Pacheco, siempre hubo interés por parte de Brasil y Argentina sobre los hidrocarburos en Bolivia.

En 1974, durante el gobierno de facto de Hugo Banzer se propone a Brasil venderle gas, pero no se avanza porque se producía poco y se tenía el contrato con Argentina, y luego viene el periodo de inestabilidad con golpes de Estado.

Con el retorno de la democracia, el presidente Hernán Siles Zuazo ratifica el acuerdo firmado por Banzer; posteriormente Paz Estenssoro suscribe un convenio adicional y Jaime Paz Zamora otro memorándum, estableciendo volúmenes de exportación, precios y el compromiso de construcción de un gasoducto.

Gonzalo Sánchez de Lozada renegocia el acuerdo con Brasil, aumentando volúmenes, el precio de exportación, un mayor diámetro del gasoducto y el inicio de la construcción desde Puerto Suárez a territorio brasileño. En 1999, Banzer, que había iniciado las gestiones en 1974, abre las válvulas para el envío del gas a ese gran mercado regional.

Quinto hito: el 21060 y la estabilización

Pacheco considera que otro hito importante en la historia económica del país ha sido la estabilidad monetaria, alcanzada luego de la aplicación del Decreto Supremo 21060, que puso fin a la hiperinflación desatada en los años 80 con el retorno a la democracia en 1982 durante el gobierno de Siles Zuazo.

“La crisis del 82 al 85 además de tener causas coyunturales y externas, también se originó en factores internos y una base que era una crisis estructural, producto del deterioro del modelo de capitalismo de Estado y la revolución nacional, la mala administración de la UDP y que derivó en el proceso de hiperinflación”, puntualiza.

El entonces presidente Víctor  Paz Estenssoro sale de Palacio el 29 de agosto de 1985, luego de aprobar el decreto 21060 y otras medidas. Foto: Portada del periódico Presencia, 30 agosto 1985.

La economía se estabiliza con el decreto 21060 y la aplicación de una serie de reformas y cambios orientados a dar mayor protagonismo a la inversión privada y menor presencia estatal. Se abren muchos sectores de la economía al capital privado. “Producto de este proceso iniciado en 1986 hemos tenido estabilidad macroeconómica, digamos hasta 2023”, destaca  el economista.

Además, se sentaron las bases para que en los años 90 se pudiera atraer inversión extranjera, consolidar mayor exploración petrolera y descubrir reservas de gas, que permitieron garantizar los contratos de exportación hacia Brasil y Argentina.

Institucionalidad, carencia

De acuerdo con Pacheco, uno de los problemas que ha provocado el retroceso del país en estos 200 años ha sido la falta de institucionalidad. Bolivia es una de las naciones con mayor número de Constituciones.

“Las  lecciones que debemos extraer es que tenemos que  generar una institucionalidad sólida y eso implica compromiso de los actores políticos y sociales. Se necesita un Estado con equilibrio de poderes; una vez que se estabilice la economía, se necesitará una reconstrucción institucional”, subraya.

“Desde 1825 hasta la última Constitución  que es del 2010, son  19 Constituciones que ha tenido Bolivia. Y eso implica un constante cambio de códigos, leyes, decretos de todo el ordenamiento legal”, puntualiza.

De acuerdo con el economista, en  el desempeño global de la sociedad, el  factor institucional siempre fue la  mayor debilidad del país, tanto en el ámbito político como en  el económico. “Nunca hemos podido conformar una institucionalidad, es decir, un conjunto de leyes, normas a partir de la Constitución Política del Estado, que se mantengan en el tiempo en el  país y que le den estabilidad”.

Las nacionalizaciones

En la historia económica del país también se deben mencionar algunos hechos que en su momento tuvieron trascendencia. La primera nacionalización de los hidrocarburos se dio en los años 30, cuando el entonces gobierno de David Toro declara la caducidad de todas las concesiones de la Standar Oil y la reversión de sus bienes a YPFB, creada en 1936.

Otra nacionalización se llevó adelante en 1969 durante el gobierno de Alfredo Ovando Candia, que deroga el Código de Petróleo que se había aprobado en 1955 en la gestión del MNR y en octubre de ese año se revierten las concesiones de la Gulf Oil, según recoge el libro Nacionalizaciones de Hidrocarburos en Bolivia, memorias de don Enrique Mariaca Bilbao.

El 1 de mayo de 2006, el gobierno de Evo Morales con el Decreto Supremo 28701 decide la nacionalización de los hidrocarburos y luego la renegociación de contratos con todas las empresas petroleras.

Además, se da inicio a la estatización de otras empresas del sector eléctrico y telecomunicaciones.

Sobre estos procesos, Pacheco considera que si bien estos hechos generaron una mayor renta e ingresos, esos resultados fueron coyunturales. “Una nacionalización generalmente genera incertidumbre y desconfianza. Se nacionaliza, pero luego por más que el país ofrezca condiciones favorables a la inversión, el capital extranjero no retorna”, recalca.

Además, el economista enfatiza que los gobiernos de turno siempre hicieron un mal uso de las rentas que se pudieron captar de manera coyuntural, porque siempre se aumentó el gasto corriente, se contrató más personal y se crearon empresas estatales.

Puntos de vista

“El Plan Bohan y la diversificación productiva, el gasoducto a Brasil, algunos hitos”

Por: Beatriz Muriel, directora de Inesad

Uno de los hitos más destacables se origina con el Plan Bohan, en 1942, en el que se planteó impulsar la expansión y la diversificación de la producción agrícola del oriente del país para promover el autoabastecimiento e incluso la exportación de ciertos alimentos.

La propuesta se dio analizando las ventajas comparativas agrícolas potencialidades que tenía la región; aunque en la época, la región tenía escasa población y estaba prácticamente aislada. En el año 1954 se pudo finalmente conectar el occidente con el oriente del país, mediante la construcción de una carretera. Adicionalmente, en esa región se implementaron una serie de medidas de apoyo que pudo dinamizar la producción agropecuaria y agroindustrial.

En esa época, la economía vivía principalmente de la producción de minerales. Por lo tanto, el impulso al sector petrolero fue también una estrategia de diversificación, lo que condujo a dos hitos importantes.  Primero, entre 1966 y 1978 se pudo explotar y exportar petróleo crudo, y después gas natural a Argentina.

Segundo, a finales de los años 1990, la concreción del gasoducto Bolivia-Brasil, después de varios acercamientos y esfuerzos de diversos gobiernos desde 1958; pero que recién en esa década se pudo llegar a acuerdos concretos, con la firma del contrato de construcción del gasoducto Bolivia-Brasil y el inicio de las gestiones para su desarrollo en 1996.

¿Qué problemas se ha tenido para no alcanzar un mayor desarrollo? El problema fundamental del bajo desarrollo económico en Bolivia deviene de lo que se conoce en la literatura como la maldición de los recursos naturales.

Esta  dependencia  no es mala por sí misma. Por el contrario, permite contar con fondos que devienen del aprovechamiento de los recursos abundantes del país. Sin embargo, esta riqueza no ha sido aprovechada por Bolivia, y más bien ha estado o focalizada en pocos beneficiarios, como el caso de los llamado tres “Barones del Estaño”, durante la primera mitad del siglo XX, o desperdiciado, como lo que ocurre en este siglo.

A la par de esta realidad, con excepción del apoyo a la agroindustria del oriente, Bolivia no ha tenido una estrategia robusta de desarrollo industrial; lo cual se refleja en niveles bajos de productividad laboral.

Bolivia tiene desafíos. En el corto plazo es urgente reducir todas las trabas a las exportaciones y costos formales a la producción, para dar cierto oxígeno a los productores y, desde aquí, limitar el inminente aumento de la precariedad laboral.

En el mediano plazo, se debe promover emprendimientos que puedan innovar y crecer en escala, mejorando no solamente el clima de inversiones, sino apoyando directamente en su crecimiento, buscando apertura de mercados como la inserción en cadenas de valor globales. En el corto y mediano plazo también se hace importante contar con soluciones realistas a la crisis energética actual.

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“Las pérdidas territoriales y del acceso al mar afectaron el desarrollo de Bolivia”

Germán Molina, economista

La creación de Bolivia fue el 6 de agosto de 1825 y su primer presidente, el Libertador Simón Bolívar, y sus primeros actos administrativos fueron de economía liberal para resolver una crisis del sector minero y el desabastecimiento de mercurio.

Andrés de Santa Cruz introdujo en el comercio interno y externo la moneda feble. El Centenario de Bolivia, el 6 de agosto de 1925 bajo la presidencia de Bautista Saavedra desde 1921, se celebró con dificultades económicas.  En el siglo XX hubo nacionalizaciones en el sector minero e hidrocarburífero en las presidencias de: David Toro, Víctor Paz, Alfredo Ovando y Evo Morales.

En 1956 y 1985 se aprobaron medidas de ajuste económico contra una inflación galopante y una hiperinflación.

El 2006 asume el presidente indígena Evo Morales y su programa, modelo y política económica socialista  continúa en la presidencia de  Luis Arce en el Bicentenario.

El 1 de octubre de 2018, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, falló en contra de la demanda boliviana sobre la negociación de una salida soberana al mar con Chile. Son algunos de los hechos  relevantes en estos 200 años de vida de Bolivia.

 Durante los 200 años transcurridos, las administraciones gubernamentales asumieron estructuras organizativas administrativas del Estado boliviano, modelo económico y políticas económicas de característica liberal y estatal como un reloj de péndulo antiguo. Cuando asumía un nuevo  presidente consideraba que todo lo que hizo su antecesor estaba mal y comenzaba de nuevo.

 Asimismo, la pérdida territorial de 1.265.188 km2 incluido el acceso a las costas del Pacífico, que ocurrió por guerras territoriales y por vía diplomática, afectó drásticamente el desarrollo del país.

Los ingresos del país 1825-2025 se concentraron principalmente en la exportación: plata, guano, salitre, corteza del quino (quinina), goma, estaño, gas y en la actualidad,  durante más de una década se gastó para explotar el litio.

La explotación de recursos naturales no renovables y renovables continuaría por la demanda en el mercado mundial.

Pero a nivel interno, el país  no es atractivo para la inversión nacional y extranjera.

Esto porque los incentivos no son llamativos  para que  las empresas interesadas arriesguen su capital.

¿Qué desafíos tiene Bolivia hacia delante en materia económica, productiva?

Se debe poner orden en la casa, es decir equilibrar y sincronizar el ámbito fiscal, monetario, cambiario, financiero y la  deuda pública. Es fundamental que las políticas económicas que se implementen hacia delante tengan como orientación el mantener la estabilidad económica y financiera, para elevar el bienestar de la sociedad en el presente y de las futuras generaciones.

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“El modelo primario exportador de recursos extractivos impidió un mayor desarrollo”

Gary Rodríguez, gerente general del IBCE

A lo largo de su historia, Bolivia vivió mucho tiempo de la explotación y exportación del oro y la plata, llegó  a ser el principal exportador mundial.
Destacó, luego, por la explotación del guano y el salitre, que dio lugar a la pérdida del Litoral; mucho después, vino la era del estaño que se prolongó por muchas décadas; otro evento importante fue la Revolución Nacional de 1952, que abrió la posibilidad de sustituir importaciones luego de la “Marcha hacia el Oriente” (Santa Cruz); en los 70, inició la exportación de gas a la Argentina; otro hito, nuevamente, con un recurso no renovable, como también lo fue, la mayor exportación de gas al Brasil a fines de los 90.

Muchos creen que cuando Bolivia creció al 6,8% en 2013 que se trató de un hito histórico, pero, la verdad es que entre la década de los 50 y 70, el PIB boliviano creció 5 veces por encima del 7%, de los que, en dos ocasiones, casi llegó al 8% en los años 70.

En lo  social, destaca la reducción de la pobreza extrema y moderada a niveles históricos, en el presente siglo, gracias a la descomunal renta hidrocarburífera que se dio en tiempos de auge, permitiendo encarar diferentes políticas para que 3 millones de personas mejoren su condición económica y Bolivia suba a la categoría de países con ingresos medios bajos, aunque, está en duda la continuidad de tales progresos, por la desaceleración económica desde 2014 y la estanflación en ciernes, luego de acabada la bonanza.

Es triste decirlo, pero gran parte de la historia económica de Bolivia y sus hitos en este campo han tenido que ver con un modelo primario exportador de recursos extractivos, no renovables y sin valor agregado, que ha impedido un mayor desarrollo.

De otra parte, el manejo del Estado con una visión rentista impidió activar un enorme potencial que posee el país para producir alimentos, manufacturas, servicios, como el turismo, logística y transporte, entre otros. Ha sido tal el descuido en este campo que a Bolivia le están haciendo un by pass con dos corredores interoceánicos.

Con una geografía de más de 1.000.000 km2; una de las mayores biodiversidades y bosques naturales del mundo; con abundante agua dulce; todos los pisos ecológicos, climas y microclimas posibles; tierras fértiles para agricultura e inmejorables posibilidades para la ganadería; recursos inexplotados del subsuelo; riqueza histórica, gastronómica, cultural y prodigiosos escenarios naturales para el turismo, la envidiable posición geográfica estratégica de Bolivia, no podemos dejar de soñar con un mejor país.

El Bicentenario de Bolivia debería marcar el inicio de un nuevo ciclo para Bolivia, basado en la unidad nacional, el esfuerzo conjunto entre el sector público y privado, con paz social, mejora de la seguridad, la infraestructura, la educación, la salud y del entorno para producir bienes y servicios, para que el sector privado, el micro, pequeño, mediano y gran productor, nacional y extranjero, hagan lo que saben: Invertir, innovar, producir para el mercado interno, y, sobre todo, generar excedentes para vender al mundo.