Tras la destrucción del programa nuclear iraní, la prioridad del jefe de la Casa Blanca es que todos los países de la región normalicen relaciones con Israel para garantizar la estabilidad.
Fuente: Infobae
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó el jueves que su eje principal en Oriente Medio consiste en consolidar nuevas alianzas regionales, con el objetivo de extender los Acuerdos de Abraham a todos los países de la zona. Según declaró el propio Trump en su cuenta de Truth Social, “es fundamental para mí que todos los países de Oriente Medio se unan a los Acuerdos de Abraham. Esto garantizará la paz en Oriente Medio”. El mensaje establece una nueva prioridad para la política exterior estadounidense en su segundo mandato.
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Trump sostuvo que “ahora que el arsenal nuclear que Irán está ‘creando’ ha sido totalmente destruido”, en referencia a la operación militar estadounidense registrada el 30 de junio de 2025. De acuerdo con la información difundida, drones de largo alcance y misiles lanzados desde destructores estadounidenses en el Golfo Pérsico impactaron tres infraestructuras clave identificadas por la inteligencia de Estados Unidos: la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, la instalación subterránea de Fordow y los complejos de Isfahán, todos vinculados al programa nuclear iraní.
Las autoridades iraníes confirmaron la existencia de daños estructurales graves en las tres instalaciones y reconocieron la muerte de varios científicos y técnicos, según fuentes oficiales de Teherán. Tras el ataque, el gobierno iraní anunció la conformación de un nuevo Consejo de Defensa, dirigido por el ex presidente del Parlamento, Ali Larijani, destinado a coordinar la restauración de las capacidades estratégicas del país.
Hasta la fecha, el Organismo Internacional de Energía Atómica no ha certificado el desmantelamiento completo del programa iraní. Expertos occidentales han señalado que la república islámica mantiene parte de su uranio enriquecido y el conocimiento técnico requerido para reanudar el enriquecimiento nuclear en el mediano plazo.
Los Acuerdos de Abraham, impulsados inicialmente en agosto de 2020 bajo el primer mandato de Trump y liderados por su asesor Jared Kushner, establecieron relaciones diplomáticas entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán. Los acuerdos permitieron la apertura de embajadas, el desarrollo de lazos comerciales y tecnológicos, así como una cooperación reforzada en seguridad, energía, salud y agricultura. Además, posibilitaron la instauración de rutas aéreas directas entre Tel Aviv y diversas capitales árabes.
La administración Trump busca ampliar los Acuerdos de Abraham, con diplomáticos estadounidenses manteniendo “conversaciones avanzadas” con gobiernos árabes y de Asia Central, según confirmó Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca para Medio Oriente. Fuentes diplomáticas han precisado contactos discretos con Arabia Saudita y Egipto. Riad ha supeditado su posible adhesión al reconocimiento de un Estado palestino con Jerusalén Este como capital, condición aún no aceptada por el gobierno israelí.
El impulso renovado hacia una arquitectura regional que rebase el conflicto palestino-israelí se produce tras un ataque militar de alto impacto en Irán y marca una fase crítica en la redefinición del equilibrio político y de seguridad en Oriente Medio.