Difícil, pero Bolivia aún puede sumarse a los corredores bioceánicos


Es urgente el retomar las negociaciones sobre las formas en que el país puede sumarse a los dos proyectos carreteros que atravesarán Sudamérica, por varias naciones.
Los mapas que proyectan el paso de los corredores por encima y debajo de Bolivia. Foto: Composición con mapas de Gustavo Aliaga
Los mapas que proyectan el paso de los corredores por encima y debajo de Bolivia. Foto: Composición con mapas de Gustavo Aliaga

 

Fuente: Visión 360
Por Mirna Echave Mallea

Mientras países como Chile y Argentina pisan el acelerador para concretar proyectos de conectividad bioceánica por carretera en corto tiempo, Bolivia, pese a su posición estratégica, en el centro de Sudamérica, aún no logró integrarse a estos planes y el Gobierno apuesta a la construcción de la integración por vía férrea. Sin embargo, según expertos, aún se puede sacar provecho de los caminos planteados por países vecinos, conectarse a ellos desde dentro de Bolivia o esperar la llegada de un nuevo Gobierno para retomar las negociaciones internacionales que den al país la posibilidad de ser parte de ellos.

El Gobierno, en varias ocasiones, anunció los avances del proyecto del tren internacional; incluso, recientemente, desestimó el proyecto carretero que pasará por el norte y unirá directamente Brasil con Perú, prácticamente bordeando la frontera con Bolivia. Al respecto, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, señaló que aún no existe ninguna construcción de trocha o riel por donde pasará ese corredor bioceánico.



“No hay ni estudio, no hay una sola construcción de un riel o una trocha en el sector”, dijo Montaño.

Adicionalmente, el pasado 6 de agosto, una delegación diplomática del Gobierno de China se reunió con el presidente Luis Arce y abordaron el apoyo financiero para la construcción del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración, que unirá a Brasil, Bolivia y Perú. Se trata de un proyecto que impulsa el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).

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La canciller Celinda Sosa dijo que “el tren bioceánico es un tema muy importante y de gran interés para Bolivia. Pronto van a arrancar estos proyectos que serán acordados entre China y Bolivia. De la misma manera se ha agradecido por la donación de 500 mil dólares. Tanto los 100 millones de yuanes como los 500 mil dólares son recursos de cooperación, de apoyo, no son reembolsables”, señaló la autoridad.

Para el Ejecutivo, el Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración es el megaproyecto de infraestructura, para la integración regional y el desarrollo socioeconómico del país.

Opciones

“Bolivia aún puede ser el corazón logístico de Sudamérica, pero el tiempo se agota”, afirma el analista internacional Jaime Vizcarra.

Explica que aún existe una oportunidad para “recuperar el tiempo perdido y reposicionarse en la agenda de los corredores internacionales”.

Agrega que, a pesar de haber quedado fuera de proyectos estratégicos como el Corredor Bioceánico Capricornio (en el sur), el territorio boliviano todavía puede brindar la ruta más directa entre el puerto brasileño y el océano Pacífico. “Esa ventaja geográfica no ha desaparecido, pero no basta con tenerla; se requiere una diplomacia activa, profesional y libre de ideologías, capaz de sentarse a las mesas donde se definen las grandes rutas del comercio global”.

Según su análisis, es prioritario fortalecer la infraestructura troncal del territorio boliviano, para consolidar esa ventaja, así como gestionar la inclusión en el Corredor Ferroviario Bioceánico que unirá Brasil con Perú, llegando al megapuerto de Chancay.

“Si Bolivia no logra insertarse en esta red, quedará reducida a un espacio aislado en la nueva geografía del comercio internacional”, sentencia Vizcarra.

Gustavo Aliaga, exembajador y experto en relaciones internacionales, señala que la única manera posible para que Bolivia participe en un proyecto integrador es de que el próximo Gobierno vuelva a trabajar en el corredor ferroviario.

Aunque, agregó, “lo veo muy complicado y no tenemos los recursos. Los dos corredores, Capricornio y del norte, técnicamente ya han quedado totalmente separados del trayecto boliviano, mientras que el central que debía definirse si era ferroviario o terrestre se está quedando casi en el olvido”.

Obras de avance en el Corredor Ferroviario. Foto: ABC

Decisiones

Vizcarra explicó que hubo una falta de visión estratégica para formar parte de estos proyectos. “Durante dos décadas, Bolivia trató la diplomacia como un botín político y no como una herramienta de desarrollo. Se privilegió la alineación ideológica sobre el pragmatismo, lo que debilitó nuestras capacidades de negociación y nos dejó fuera de iniciativas que hoy avanzan sin nosotros”, afirmó.

Aliaga recordó que la historia de los corredores bioceánicos no viene del gobierno Evo Morales, sino a través de la propuesta del IRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana); a través del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial se establecieron todos los corredores de América.

“Bolivia, en la estructura de los corredores bioceánicos, tenía dos corredores paralelos y tres corredores horizontales porque esa era la idea, porque Bolivia viene a ser básicamente el puente de unión de los corredores en América Latina. Siempre se habló de que no había posibilidad de escapar de Bolivia porque era el centro, el nudo principal para distribuir estos corredores”, explicó.

Los dos corredores verticales eran el occidental y el oriental. El primero que conecta a los países del occidente, como Chile, Perú y Bolivia, con otras naciones del norte; y el segundo se basa en la hidrovía; mientras que los tres corredores horizontales eran el corredor norte, el central y el del sur.

“El corredor central no era un camino sino un tren que cubriera desde el Atlántico hasta el Pacífico. Lo que pasa es que solamente nosotros tenemos un tramo de tren que es del Brasil a Santa Cruz y nos faltaba una gran cantidad por construir. Además, el presidente Morales tomó una decisión en el camino, que él no iba a hacer ningún corredor dirigido hacia Chile sino uno hasta Ilo”, comentó Aliaga.

El segundo problema, según el experto, fueron los conflictos internos del país, como huelgas, la calidad de la gasolina, el establecer corredores que no se cierren y estén expeditos, además de los problemas políticos.

Vizcarra afirmó también que el Gobierno estuvo concentrado en conflictos internos y, por ejemplo, en el caso del corredor Capricornio, estuvo al margen del plan coordinado por los países interesados, como Brasil, Paraguay, Argentina y Chile.

“Y lo que es aun peor, una Bolivia hundida en la corrupción y con bloqueos carreteros ejecutados sin piedad por el MAS de Evo Morales que nos mostró como inviable. Una pésima imagen que se debe corregir”, afirmó Vizcarra.

También dijo que, a ello, se sumó como un problema la falta de inversión sostenida en infraestructura y logística. “Bolivia construía elefantes blancos, fábricas deficitarias, piscinas de litio inservibles y se rezagaba con promesas que nunca se materializaron. El costo de ese descuido lo vemos hoy; hemos perdido presencia en la agenda de integración física sudamericana y, con ello, competitividad”, aseguró.

Para el dirigente Froilán Fulguera, de la línea “evista”, hay una decadencia de parte del Gobierno, que “no tomó en cuenta los pedidos y necesidades de las organizaciones, no simplemente campesinas, sino también empresariales, que en este caso también pueden ayudar con su contraparte”, para negociar la integración de Bolivia a los corredores bioceánicos.

Dijo que el actual Gobierno “está cerrado en querer aislar a Bolivia de este mapa que, de otra manera, en el pasado había mejores relaciones y se retomaban con mucho entusiasmo reuniones, eventos, reuniones que había en nuestro Estado Plurinacional; pero hoy en día ya no es así, por eso nosotros esperamos la cooperación principalmente de los países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, que son parte de la solidaridad”, señaló.

Este medio de difusión también buscó la postura del “arcismo” al respecto. Sin embargo, no tuvo éxito en la respuesta.

Desarrollo acelerado

En el fortalecimiento de la integración regional, varios países realizan obras de envergadura. Vizcarra recuerda que los países vecinos, en los últimos años,  pavimentaron rutas, construyeron puentes y modernizaron sus pasos fronterizos.

Un ejemplo es el puerto de Chancay, en Perú, que, según Aliaga, ha cambiado toda la lógica en cuanto a las proyecciones de conectividad vial.

“Es uno de los puertos más importantes que va a conectar y va a reducir casi a 25 días el transporte de mercadería tanto del Perú, del Ecuador, de todos los que vayan a la parte asiática, sobre todo del Brasil”, dijo Aliaga.

Para Bolivia también es una ventaja, porque mucha mercadería circula desde aquel continente hacia el territorio y existen expectativas en relación con la exportación de productos hacia esa región, como carne de res.

Sin embargo, para el exembajador, el futuro puerto de Corio, en la región peruana de Arequipa “técnicamente a 900 kilómetros de Bolivia” ya planificado para ser construido en el transcurso de los próximos años, puede ser una interesante opción a ser tomada en cuenta por su envergadura.

“En el tema del corredor ferroviario, Bolivia no tiene la posibilidad de hacer nada, debido a los problemas financieros que tenemos”, señaló el analista.

En cuanto a la carretera Capricornio, que se prevé sea inaugurada en agosto del próximo año, el experto señala que se debe procurar negociar lo antes posible, principalmente con Brasil, de manera que se plantee un tramo dentro del territorio o, incluso, construir una carretera interna, que se conecte a la bioceánica.

“Este corredor va a terminar uniendo la parte del sur de Chuquisaca, Potosí y Tarija para llegar al corredor bioceánico. Esto es muy importante porque si bien no pasaron por el territorio, nos da la posibilidad de hacer una carretera de 108 kilómetros y conectarnos con el corredor de Capricornio, lo que va a permitir que toda la mercadería y toda la producción del sur se pueda conectar con ese corredor”, afirma Aliaga.

En cuanto al corredor ferroviario de integración, cuya extensión llegará a, aproximadamente, de 3.700 a 4.000 kilómetros, considera que queda aún un tramo muy largo por construir. “Casi estamos hablando en la parte de Bolivia de unos 1.500 kilómetros, más con el problema que tiene Bolivia del propio territorio, las irregularidades geográficas nos hacen también un poco retrasar una idea como esta”, señaló.

Diplomacia

Vizcarra insiste en que Bolivia aún puede ser el corazón logístico de Sudamérica, pero recuerda que el tiempo se agota y se requiere diplomacia efectiva.

“Sí, podemos aspirar, pero no sin un cambio radical en la conducción política y técnica de nuestra política exterior. El primer paso es recuperar la soberanía diplomática: dejar atrás la subordinación a un eje político externo y asumir que la integración física es una decisión geopolítica, no un simple proyecto de transporte. Bolivia necesita una diplomacia profesional que dialogue con todos los actores, que se anticipe y que construya alianzas sobre intereses concretos, no sobre afinidades ideológicas”.

“Bolivia necesita una diplomacia profesional que dialogue con todos los actores, que se anticipe y que construya alianzas”, afirma Jaime Vizcarra.

Corredores

Norte. Brasil y Perú proyectan inaugurar en un año una vía terrestre que pasará cerca de la frontera con Bolivia.

Central. La vía férrea pasará por el centro de Bolivia, unirá el Atlántico y el Pacífico, pero se critica que tuvo poco avance.

Sur. O Capricornio, es impulsado por Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, sin considerar a Bolivia.

Los trabajos de creación de carreteras son largos y costosos. Foto: ABC