El voto pragmático que puede cambiarlo todo


Esta elección es distinta. Hay un aire de optimismo que no se veía en años y la sensación de que la izquierda, por primera vez en mucho tiempo, podría ser derrotada. Todo indica que habrá dos candidatos de oposición disputando la segunda vuelta. Esto gracias a que el MAS se autodestruyo, así que ninguno de ellos puede atribuirse su caída. Por el contrario, gracias a ellos, por acción u omisión, la izquierda se quedó 20 años desangrando al país… pero ese es otro asunto.

Pese a tener el plato servido, ninguno de los opositores ha logrado conquistar de forma clara a la gente. Las encuestas muestran un primero y un segundo, pero también un bloque de indecisos, blancos y nulos que casi iguala a esos punteros. Ese voto es pragmático y, generalmente, se inclina hacia quien tenga más posibilidades de ganar, sin lealtades ni compromisos.



Ahora bien, en las últimas cinco elecciones, ese voto terminó favoreciendo a la izquierda y hay muchas probabilidades de que pueda pasar de nuevo, no lo sabemos. Tal vez sirva para inflar el porcentaje de Andrónico y meterlo en segunda vuelta. Tal vez, en un giro inesperado sea Rodrigo Paz el que salga beneficiado y salte a la primera línea, quién sabe.

Y no hay que olvidar que, en política, el último tramo de la carrera es el más sucio. Ahí se juega con campañas de cloaca y promesas imposibles que duran lo que un titular. El voto pragmático es el objetivo preferido de estas maniobras, y el que sepa trabajar bien esa confusión, lo aprovechará.

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Baltasar Gracián decía que la confianza es la madre del descuido. Y hoy, muchos ya actúan como si todo estuviera resuelto. Se reparten cargos imaginarios, celebran victorias que todavía no existen y se comen el pan sin siquiera haberlo metido al horno. Ese exceso de confianza podría ser el último regalo que la oposición le haga a la izquierda. Porque en Bolivia, lo inevitable nunca es seguro y lo improbable siempre encuentra la manera de ocurrir.

Mi voto es pragmático y va por el primero, elija usted por donde va su pragmatismo.

 

 

Marcelo Ugalde Castrillo

Político y empresario