1. El nuevo sistema de conteo rápido funcionó. A las 22:00 horas del domingo, fueron públicos los resultados al 95% de las actas del país a través del SIREPRE.

2. A pesar de los recursos judiciales que buscaron paralizar las elecciones hasta su resolución, la decisión del Tribunal Supremo de Justicia y del Tribunal Constitucional de no dar lugar a entorpecer el proceso electoral permitió la realización en tiempo y forma de los comicios del 17 de agosto.

3. La emisión oficial de 16 copias de los actos electorales por parte del Tribunal Electoral permitió a las fuerzas políticas participantes contar con documentación idónea de forma inmediata.



4. La obligatoriedad de difundir públicamente por 5 minutos el acta final de cada mesa electoral ante los ciudadanos presentes garantizó los principios de publicidad y transparencia para que cualquiera pudiera fotografiar los resultados de la votación.

5. La gran mayoría de los jurados electorales cumplió en tiempo y forma su labor cívica.  Los reclamos por tardanza o no apertura de mesas electorales fueron aislados. En la segunda vuelta electoral, señalada para el domingo 19 de octubre, serán los mismos ciudadanos los jurados electorales de cada mesa.

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6.  La ciudadanía asistió a votar en una jornada de fiesta democrática.  La participación fue ejemplar.  Los abucheos a autoridades y ex autoridades de la gestión nacional y municipal se circunscribieron a figuras ampliamente cuestionadas.

7.  A pesar de la prohibición de circulación de vehículos el domingo de elecciones, especialmente en las capitales de departamento, se incumplió la ley.  En el caso de la última instructiva de prohibir la fotografía del voto personal (que debe ser secreto), no faltaron los voluntariosos que difundieron su voto en las redes sociales.

8.  La institucionalidad del Tribunal Supremo Electoral se sostuvo con entereza, a pesar de los ataques de diversos flancos políticos.  El Dr. Oscar Hassenteufel, quien este año fungió como presidente a.i. en su condición de vicepresidente electo por sus colegas, cumplió en garantizar el proceso electoral hasta el momento.  El anuncio de su renuncia, luego confirmada como licencia temporal por tres días, puso en vilo a las fuerzas políticas y a la ciudadanía momentáneamente, casi en la recta final de la que concluyó siendo la primera vuelta electoral.

9.  En general, después de varios procesos electorales con renuncias de vocales, cuestionamientos al padrón electoral, fraude confirmado por los observadores internacionales, corte del anterior sistema de conteo rápido (TREP) y sombras por la habilitación inconstitucional pasada de un expresidente, las elecciones generales del Bicentenario de Bolivia pueden ser calificadas de exitosas.

10.  Urge una nueva Ley Electoral que corrija las distorsiones o los vacíos que causan incertidumbre o son un absurdo. Una de ellas es la posibilidad que tuvieron las fuerzas políticas de cambiar candidaturas hasta tres días antes de la elección, lo cual llevó a que recién 24 horas antes del inicio de la jornada electoral se publicara la lista final oficial de candidatos a presidente, vicepresidente, senadores, diputados plurinominales, uninominales, de circunscripciones indígenas y supraestatales.

Punto a favor de la esperanza democrática.

Por Gabriela Ichaso.