La monarquía noruega lleva varios meses en el centro de los focos debido a los diferentes escándalos protagonizados por sus miembros
Fuente: infobae.com
La Casa Real de Noruega se encuentra atravesando una de las mayores crisis en la historia de la Corona. Y es que, desde hace varios meses, todas las miradas se centran en los miembros de la monarquía noruega, quienes han sido los grandes protagonistas de diferentes escándalos.
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El hecho que dio la vuelta al mundo fue la detención de Marius Borg Høiby, de quien en agosto de 2024 fue detenido y acusado de conductas machistas y abuso contra su exnovia. Entonces, se inició una investigación que, a medida que fue pasando el tiempo, salieron a la luz más acusaciones. Hoy, se conoce que el hijo de la princesa Mette-Marit ha sido acusado de 32 delitos que engloban cuatro violaciones, agresiones físicas, resistencia a la autoridad y hasta cinco infracciones de tráfico.
El joven de 28 años podría enfrentarse a una pena de 10 años en prisión si el juicio, que empezará en enero de 2026, no falla a su favor. Pese a que la Casa Real Noruega ha preferido guardar silencio ante este gravísimo escándalo, lo cierto es que su hermetismo contrasta con la gran preocupación que este caso genera en el seno de la monarquía real noruega. Tanto es así que, si bien es cierto que la familia ha disfrutado de unas vacaciones de verano todos juntos, lo cierto es que, posiblemente, sean su última escapada junto al joven en mucho tiempo.
La princesa Mette-Marit de Noruega y su hijo Marius Borg Høiby. (EFE/EPA/VEGARD)
El futuro de la monarquía en vilo
Otras de las cuestiones en la que se ha puesto el foco de atención ha sido en el delicado estado de salud de los monarcas Harald V de Noruega y Sonia, quienes portan marcapasos debido a sus problemas de corazón. No obstante, más preocupación genera el hecho de que los príncipes herederos tampoco gozan de un buen estado de salud. Y es que la princesa Mette-Marit ha sido diagnosticada con fibrosis pulmonar crónica, una cuestión que le ha llevado a cancelar su agenda en varias ocasiones.
A esta retahíla de cuestiones que generan una gran preocupación entre los ciudadanos noruegos y en el futuro de la monarquía, se suma la boda de la princesa Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verret, quienes unieron sus vidas en matrimonio el pasado 31 de agosto.
La princesa noruega Marta Luisa y Durek Verrett llegan a su fiesta de boda en el Hotel Union en Geiranger, al oeste de Noruega, el 31 de agosto de 2024. (EFE/EPA/HEIKO JUNGE)
Su enlace provocó una gran indignación, ya que, lejos de abrir las puertas da la ciudadanía y a los medios, como se ha hecho tradicionalmente en cada boda real noruega, la hija de Harald V de Noruega optó por vender su enlace a dos conocidas revistas internacionales del corazón, Hello! y ¡Hola! El escándalo fue tal que incluso se pensaba que los miembros de la casa real noruega iban a asistir al matrimonio, ya que no estaban de acuerdo con la decisión de la exesposa de Ari Behn, con quien tuvo tres hijas.
En los últimos días, también se ha puesto el foco de atención en el príncipe Haakon de Noruega, quien ha sido duramente criticado por la prensa noruega tras conocerse que este cuenta con un negocio millonario que ha multiplicado por cinco su fortuna. Hasta donde se sabe, parece ser que el royal noruego estaría obteniendo beneficios por el arrendamiento de varias viviendas situadas en terrenos de titularidad real, cedidos por su padre.
El rey de Noruega, Harald V, vuelve a casa este domingo tras haber sido ingresado por una infección en un hospital de Malasia el pasado martes, donde había viajado para disfrutar de sus vacaciones. (Fuente: Familia Real Noruega)
La decena de inmuebles se encuentran ubicados en la finca privada de Skaugum, residencia habitual de la familia heredera. La desazón se centra en el hecho de que parte de las obras de mantenimiento y mejora de este inmueble se financia con fondos estatales. Por lo tanto, ¿dónde va a parar el dinero que recaudan? En el centro de la polémica también se sitúa la empresa unipersonal Skaugum Gård, con la que el marido de Mette-Marit administra parte de estos terrenos.
En medio de todos estos escándalos, la hija mayor de los príncipes Haakon y Mette-Marit, la princesa Ingrid Alexandra, emerge como un rayo de esperanza para la dinastía. Y es que, según una encuesta realizada por Norstat para la cadena pública NRK, la joven de 20 años cuenta con la aceptación del 67,2% de la población, por lo que se perfila como una figura clave para restaurar la confianza en la monarquía.