La Verde necesita ganar a Colombia y Brasil para aspirar a la clasificación directa al Mundial 2026. El repechaje aparece como el escenario más realista, pero el equipo de Óscar Villegas mantiene la ilusión intacta.
Fuente: eldeber.com.bo
El camino de Bolivia hacia el Mundial 2026 tiene una ecuación clara, aunque complicada: la Verde debe ganar sus dos últimos partidos de Eliminatorias, frente a Colombia en Barranquilla y contra Brasil en El Alto. Con esas victorias alcanzaría los 23 puntos, superando a los cafeteros, que actualmente suman 22. Sin embargo, también necesita que ni los colombianos ni Venezuela sumen unidades en sus últimos encuentros.
Cristian Farah, asistente técnico de Óscar Villegas, expresó la confianza del cuerpo técnico: “Podemos ir directo al Mundial con algunos resultados que se puedan dar. Pensamos en lo más grande, y es llegar al Mundial directamente ganando nuestros partidos”.
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El colaborador de Villegas agregó un mensaje motivador: “Con el pensamiento uno determina las acciones que vienen hacia adelante, y estas deben estar acompañadas de esfuerzo y compromiso”. Un discurso que refleja la mentalidad positiva que intenta transmitir al plantel en este cierre de Eliminatorias.
Si la ecuación se cumple, Bolivia clasificaría de manera directa a la Copa del Mundo que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. ¿Es complicado? Por supuesto. ¿Es imposible? No del todo. La historia del fútbol ha demostrado que las sorpresas siempre están sobre la mesa.
La opción más realista, sin embargo, es la del repechaje. En este escenario, Bolivia debería ganar al menos un partido y esperar que Venezuela no sume victorias. La Vinotinto, con 18 puntos, ocupa hoy esa plaza y depende de sí misma para conservarla.
La Verde, con Óscar Villegas al mando, afronta este reto con ilusión y presión. Los dos partidos finales serán determinantes no solo para sus aspiraciones mundialistas, sino también para consolidar un proceso que busca devolver la competitividad al fútbol boliviano.