El enviado especial de la Casa Blanca para Ucrania, Keith Kellogg, expresó su rechazo a los bombardeos que también afectaron instalaciones diplomáticas europeas.
El enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg, condenó los ataques rusos en Kiev que dejaron 18 muertos (AP/ARCHIVO)
Fuente: infobae.com
El enviado especial de Donald Trump para Ucrania, Keith Kellogg, criticó los ataques rusos en Kiev que mataron a 18 personas, entre ellos cuatro niños, este jueves. A través de un mensaje en la red social X, el funcionario destacó que estos bombardeos “amenazan la paz que Trump está buscando”.
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“Rusia lanzó el segundo mayor ataque aéreo de la guerra con 600 drones y 31 misiles. ¿Los objetivos? No eran soldados ni armas, sino zonas residenciales de Kiev, atacando trenes civiles, las oficinas de los consejos de misión de la UE y el Reino Unido, y a civiles inocentes”, sentenció Kellogg.
Una oleada de ataques rusos con misiles balísticos y drones kamikaze sacudió la madrugada de este jueves varias regiones de Ucrania. Kiev, la capital del país, fue el principal blanco, donde se registraron explosiones, incendios y la muerte de al menos 18 personas — entre ellas tres niños—, además de veinte heridos, según datos preliminares de las autoridades.
Los bombardeos alcanzaron barrios residenciales, oficinas, escuelas y edificios civiles. También hubo ofensivas simultáneas en Zhytomyr, Odesa y Mykolaiv, lo que activó las alertas aéreas en casi todo el territorio ucraniano.
Rescatistas en el lugar de un edificio que fue alcanzado por un misil ruso y el ataque de un avión no tripulado, en medio del ataque de Rusia contra Ucrania, en Kiev (REUTERS/Valentyn Ogirenko)
De acuerdo con The Kyiv Independent, las sirenas comenzaron a sonar en la capital a las 21:30 (hora local), minutos antes de que impactara la primera andanada de misiles y drones. La administración militar de Kiev confirmó que las defensas antiaéreas respondieron de inmediato, aunque pasada la medianoche se lanzó una segunda oleada. El jefe militar de la ciudad, Tymur Tkachenko, describió la ofensiva como “un ataque masivo de la Federación Rusa” y acusó a Moscú de actuar como “un Estado terrorista”.
Fuera de la capital, la empresa estatal Ukrzaliznytsia informó de un “ataque enemigo masivo” que provocó cortes de electricidad en la región de Vinnytsia y generó retrasos en varios servicios ferroviarios.
En respuesta, la UE comunicó el endurecimiento de sus sanciones contra Rusia con el anuncio de un nuevo paquete de medidas y la intención de utilizar activos rusos congelados para apoyar la defensa y reconstrucción de Ucrania. Von der Leyen explicó que este ataque también se dirigió contra infraestructuras europeas en suelo ucraniano, reafirmando la política del bloque de ejercer “máxima presión” sobre Moscú y mantener su respaldo a Kiev.
La alta representante para Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE, Kaja Kallas, reiteró que “ninguna misión diplomática debería nunca ser un objetivo” y anunció la convocatoria del enviado ruso en Bruselas. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, calificó la agresión de deliberada contra la delegación de la UE y aseguró que “la UE no se intimidará”.
Por su parte, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, condenó el ataque sobre Kiev, señalando en su declaración la responsabilidad directa del presidente ruso: “Putin está matando a niños y civiles y saboteando las esperanzas de paz”.
El pasado 15 de agosto, el presidente, estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sostuvieron un encuentro en Alaska, que representó la primera cumbre de más ato nivel para abordar un posible proceso de pacificación en Ucrania. El encuentro fue precedido por una extensa preparación diplomática a cargo del mandatario estadounidense y su equipo.